Este nuevo viario permitirá la conexión directa del tráfico rodado de la A-1 con destino a la M-30/Avenida de la Ilustración y la M-607 (carretera de Colmenar) a través del paso inferior puesto en servicio el pasado día 16 de noviembre. También posibilita el acceso directo al paseo de la Castellana desde la A-1 mediante un carril en superficie de uso exclusivo para estos vehículos.

Con la apertura de este acceso se reestablece por completo la movilidad en el entorno del Nudo Norte tras la finalización de las obras, que se han desarrollado en menos de 24 meses, cumpliéndose así los plazos de ejecución previstos.

Una obra para garantizar la movilidad en el norte de la ciudad

La remodelación del Nudo Norte es una obra que se ha acometido para garantizar la movilidad en la zona norte de la capital, ya que, por su conjunto, circulan 270.000 vehículos diarios, llegando a concentrarse 34.000 durante la hora punta de la mañana (8:00-9:00 h) y 33.800 en la de tarde (18:00-19:00 h).

Con esta actuación de ingeniería civil, el Gobierno municipal logra revertir la complicada situación de movilidad que afectaba a la zona debido a los trenzados viarios que provocaban la confluencia de la M-30 y la M-607 (autovía de Colmenar Viejo), el paseo de la Castellana, la M-11 y la A-1. Estos trenzados originaban uno de los puntos con mayor intensidad de tráfico de toda España (el tramo entre este nudo y el enlace de Manoteras) que no solo afectaba a la zona norte, sino que se veía reflejado en la movilidad de toda la capital.

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La remodelación ha contado con un presupuesto de 50 millones de euros (IVA incluido) y ha logrado los objetivos previstos: ofrecer mayor capacidad a la vía, disminuir la congestión del tráfico, reducir tiempo en los traslados y disminuir un 0,5% las emisiones de CO2 a la atmósfera, con 14 toneladas menos en este punto.

Características de la remodelación

La obra civil ha permitido eliminar los trenzados ejecutando cuatro estructuras (un viaducto y tres pasos inferiores) que se han ido abriendo al tráfico progresivamente.

El viaducto conecta directamente la M-607 y el paseo de la Castellana y su ejecución finalizó el pasado mes de febrero. La pasarela es de tipología mixta y tiene una longitud de 206 metros. Su planta presenta una alineación curva de 500 metros de radio y tiene una anchura de 7,3 metros divididos en un carril de 4 metros y dos arcenes, izquierdo y derecho, de 0,5 y 1,5 metros, respectivamente. Cuenta con un novedoso sistema de iluminación que permite guiar el tráfico por el carril de circulación y que ha posibilitado eliminar los soportes de luz de gran altura que había en la zona y que provocaban contaminación lumínica. Con esta infraestructura también se han resuelto los problemas de contaminación acústica gracias a la reforestación del talud verde que separa las calles Pedro Rico y M-30, compuesto con ejemplares vegetales frondosos, principalmente de hoja perenne, que harán la función de pantalla visual y acústica de la M-30 y su entorno.

El primer paso inferior, que conecta la Castellana con la A-1 (carretera de Burgos) y la M-11 (recintos feriales), culminó en mayo. Tiene 240 metros de longitud y una anchura de siete metros, dividido en dos carriles de circulación de 3,50 metros de ancho cada uno. Ambos cuentan con una acera de medio metro a cada lado.

El segundo paso inferior que une el paseo de la Castellana con la avenida de la Ilustración/M-30 se abrió en septiembre. Tiene una longitud de 469 metros y una anchura de 7,5 metros. Se compone de un carril de circulación de 3,50 metros de ancho y dos arcenes de 1 metro. La nueva calzada cuenta, además, con una acera de 0,75 metros de ancho a cada lado de la vía.

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El tercer y último paso inferior, que conecta directamente la A-1 (carretera de Burgos) y la M-11 con la M-30 (avenida de la Ilustración) y la M-607 (carretera de Colmenar), se ha abierto este mes de noviembre. Tiene 300 metros de longitud y una anchura de 8 metros divididos en dos carriles de circulación de 3,50 metros de anchura cada uno y dos aceras de medio metro. Este paso lleva anexa una galería de más de 40 m2 de sección que alberga dos tuberías a presión de 2 metros de diámetro que forman parte de la red de abastecimiento de agua del Canal de Isabel II y que ha sido necesario retranquear para poder ejecutar este nuevo paso.

Los tres pasos inferiores se han ejecutado con los estándares superiores en instalaciones de túneles, integrando sistemas de ventilación mecánica, de detección de incendios y gases, control de accesos y gálibo, sistemas de alimentación de corriente ininterrumpida, iluminación de seguridad y de emergencias, así como otros sistemas de seguridad. Además, los tres disponen de un Sistema de Seguridad y Control (ITS) que permite controlar todos los equipos y señales en remoto desde el Centro de Control de Tráfico de Calle 30, dotando a la calzada de una elevada seguridad.