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Entrevista a Jérémie Piano, portavoz de Génération Identitaire desde sus inicios en 2012 (con la ocupación de la mezquita de Poitiers), hasta su disolución en 2021. En la actualidad es el representante local en Provenza del partido de Eric Zemmour, Reconquête (Reconquista). Jérémie también ha participado en las actividades humanitarias de “SOS Chrétiens d’Orient” y ha estado con ellos en Siria, Irak y Armenia, e incluso con la etnia Karen en Birmania.

¿Cómo llegó a formar parte de Reconquête? ¿Por qué eligió esta formación y no a RN?

Milité durante diez años en Generation Identitaire porque creía que era fundamental combatir la inmigración, la islamización y el globalismo. Y para mí, Reagrupación Nacional (RN) es un partido demasiado blando en la lucha contra estos problemas. Por ejemplo, se oponen a la inmigración pero sólo hablan de detenerla, no de revertirla. Esta idea de revertir la inmigración, es decir, de devolver a los inmigrantes a sus países de origen, la desarrollamos en Generation Identitaire e hicimos toda una serie de campañas muy mediáticas para proponer esta idea, que por cierto ha asumido Zemmour. También defendíamos la idea del “Gran Reemplazo”, pero en RN no querían ni oír hablar de este tema y Marine Le Pen dijo incluso que se trataba de una “teoría de la conspiración”.

¿Más políticamente correctos?

Exactamente. Demasiado políticamente correcto. Sin embargo, no todos en el RN opinaban así, como, por ejemplo, Marion Marechal, razón por la que no se llevaba bien con Marine. Y fuera del RN apareció Eric Zemmour, que escribió libros y comenzó a hablar en los medios sobre el “Gran Reemplazo” y la islamización. Además, cuando empezó la persecución contra Generation Identitaire, Zemmour nos defendió públicamente. Por esa razón, cuando Zemmour decidió presentar su candidatura a las elecciones presidenciales, con el apoyo de Marion Marechal y otros, me uní a Reconquête. Zemmour no es un político, cree en lo que dice y no es blando. Zemmour se define como conservador, liberal y nacional, algo que Marine no hace. Además, Reconquête significa “Reconquista”, un nombre que, para mí como europeo, dice mucho, es fuerte y es políticamente incorrecto.

Para disgusto de muchos conservadores, la unión de la derecha no fue posible en las elecciones a la Asamblea Nacional. ¿Qué opina de ello?

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En Francia el sistema electoral no permite una coalición electoral como en España o Italia, pero existe la posibilidad de conseguir sus votos. Por ejemplo, en 2017, Marine Le Pen quería los votos de un pequeño partido de derecha de Nicolas Dupont-Aignan, que tenía un 4,7% de los votos. En unos días acordaron un programa político, combinando las ideas de ambos partidos y a sus candidatos. Pero esta vez, Marine no ha querido llevar a cabo esa unión porque estaba más interesada en acabar con Zemmour de que en tener más votos y más influencia política. En mi opinión es más política que una verdadera idealista.

Tras las elecciones Macron perdió la mayoría en la Asamblea Nacional, y ya ha perdido varias votaciones. ¿Será esto suficiente para detener la agenda globalista?

No, en absoluto.  Macron ha perdido la mayoría, pero la izquierda de Melenchon tiene la misma agenda. RN y la izquierda pueden coincidir en el Covid y el presupuesto, pero en todo lo demás, como la inmigración, las fronteras o la islamización, la izquierda seguirá cumpliendo con la agenda. Los 89 diputados de RN no son suficientes.

Jérémie Piano con Marion Marechal en Viva22.

Jordan Bardella es el más que probable sucesor de Marine Le Pen al frente de RN. En este caso, ¿cree posible una unión de la derecha?

No, porque aunque Marine no sea oficialmente la presidenta del partido, seguirá dirigiéndolo entre bastidores. Nada va a cambiar. Se podría alcanzar un acuerdo con Bardella, porque no está en nuestra contra como sí lo está Marine, pero de momento eso no es posible.

Desde hace unos años la situación en Francia, por el problema que representan el comunitarismo y la islamización, ha empeorado tanto que se ha hablado incluso de guerra civil. ¿Cree que existe esa posibilidad?

No, no lo creo. Para mí el gran problema es el reemplazo. Sí, está la inseguridad y la islamización, pero lo peor que nos puede pasar es que los franceses sean sustituidos por inmigrantes y que no podamos decidir nuestro destino porque haya más votantes inmigrantes que franceses. Eso significaría el final de nuestra soberanía. Nos quedan unos diez o quince años antes de que seamos “reemplazados” electoralmente, pero afortunadamente cada vez más franceses son conscientes de esta situación y el apoyo a los partidos patriotas está creciendo, como también vemos en el resto de Europa. Hay un avance continuo, aunque por el momento no es suficiente para cambiar las cosas. No obstante, creo que justo antes del momento del no retorno habrá suficientes votantes patriotas y de derecha para cambiar la situación. No sólo para detener la inmigración, sino para revertirá.

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Y no sólo la inmigración, en Francia también tenemos que abordar el modelo de Estado porque es cada vez más socialista, con muchísimos impuestos que ahogan a los franceses. El Estado se queda más de la mitad de nuestros sueldos y gasta ese dinero en asociaciones proinmigrantes, islamistas, en wokismo, LGBT, etc.

Eric Zemmour se ha comprometido a seguir en la lucha política,  ¿qué futuro tiene Reconquête?

Sin duda tenemos un futuro prometedor, aunque nos llevará tiempo y trabajo. RN está en el Parlamento y se ha instalado en el sistema, y su trabajo fuera de ese ámbito se ha reducido mucho. Eso nos da mucho espacio en el que trabajar. Por ejemplo, Macron quiere reasentar a los inmigrantes en el campo, fuera de las ciudades, y Reconquête ha sido el único partido que se ha manifestado en el primer pueblo en el que quieren aplicar esta política de resentimiento. También somos los únicos que nos estamos manifestando contra la islamización en la educación. Es decir, estamos ocupando el espacio que RN ha abandonado. En dos años tendremos elecciones europeas y ahí veremos si nuestro trabajo da sus primeros frutos.

Autor

REDACCIÓN