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Sin saber por qué, de cuando en cuando, “oigo” en mi interior — cantada por una voz agradable–, esta estrofa de “Cielo Andaluz”: El que no ha “vivío” la noche “andalusa” que no diga nunca que vivió en España…
Las buenas letras de las canciones del pueblo no son solo poesía, muchas veces son el fiel reflejo de una verdad o de una realidad. Lo que expresa el texto citado es tan cierto como la belleza del amanecer en el silencio del campo…y se entiende muy bien cuando se ha experimentado. Me cuento entre los afortunados. No se puede explicar si todo empieza a las doce de la noche cuando el tañido de las campanas de la Giralda espantaba a las palomas… No sé si hoy permitirán que suenen las campanas a esa hora, ni si hay ya palomas…
Muchas veces me he preguntado –siendo castellano de “ocho apellidos vascos”– si no correrá por mis venas, algo de sangre andaluza, pues aunque amo a todas las regiones de mi España por igual, Andalucía me “hace cosquillas en el alma” cada vez que la piso.
Por mi trabajo, tengo amigos en las otras regiones, que nacieron con la relación comercial y luego cuajaron en algo más. Amigos de verdad, Pero mi mejor amigo andaluz fue otra cosa, quizás porque allí no se no entiende la amistad sin dar lo que se tiene. La celebración del “cincuentenario” de la fundación de “Cía. Roca-Radiadores S.A.” fue un hito en su Historia que me agradecieron los “dueños” de la Empresa; pues bien, mi amigo Antonio puso a mi disposición, –sin habérselo pedido– unos servicios impagables a nivel nacional, que me facilitaron el trabajo y el éxito.
He sufrido durante cuarenta años de democracia con la contemplación del desastre provocado en Andalucía, por unos gobiernos socialistas – con ladrones, degenerados sexuales y zampones de marisco gratis–, que postraron a la región de mayor agilidad mental y con más posibilidades de crecimiento económico, en la inoperancia absoluta y en la miseria, ofreciendo a España, una imagen falsa del pueblo andaluz.
Me siento aliviado y contento desde que les dieron una patada en el trasero a esos vividores de la política. Desgraciadamente, ahora están haciendo lo mismo con toda la nación.
Estamos a menos de diez días de las elecciones andaluces que, en esta ocasión, tienen interés para todos los españoles. Resultará aleccionador, sin duda, ver la ruta a seguir que nos marcarán para la salvación de España,
Sevilla fue la ciudad desde la cual Castilla mantenía su conexión con las Tierras de Ultramar y por eso, era la ciudad más importante de Europa, habida cuenda de que esos lazos ensanchaban los límites de nuestro Continente. Confío en el despertar del pueblo andaluz porque, finalmente, van conociendo a los demagogos y “listillos” –rojos carmesí— de la política y van perdiendo la fe en tales mangantes socialistas.
Y, como les sobra inteligencia, irán comprendiendo que los Partidos con “complejos” acaban fallando también. Es muy difícil conseguir tener Fe en varones y hembras que no quieren definirse — en nada–, y siempre buscan fórmulas para contentar a todo el mundo. A eso lo llaman “política de inteligentes”. Solo les faltaba un presidente de los que, no se sabe si suben o bajan,
Antes de las elecciones, deseo que mis amigos de Andalucía sepan lo que pienso al respecto. No creo en la Democracia pero tengo que vivir en una de ellas y he de ser consecuente con en mis convicciones, por lo tanto no oculto nada de mi pensamiento.
A mí, las elecciones me despiertan pocas ideas, lo que si me producen es malestar y tristeza. Es triste comprobar que la Sinagoga de Satanás ha conseguido hacer creer al mundo que sólo hay una forma de gobernarlo, y logrado impedir la demostración de los aciertos de José Antonio Primo de Rivera que ofrecía una solución racional, ·de “puro sentido común” y además ha probado que, con solo poner en práctica alguno de sus principios, fue posible hacer de España un país envidiable. Los traidores y los perjuros, se encargaron de aniquilarlo, en cuarenta años y nos ha retrotraído a los años treinta del siglo pasado…
Seguramente se necesitarán siglos de escarmientos para redescubrir lo que había triunfado y al hacer de nuestra Patria la nación envidiada hasta 1975… ¡simplemente porque era diferente!
Ahora, vamos a la igualdad por los albañales. ¡Imponente aspiración! Y, nosotros, — somos muy aprovechados — ya hemos conseguido ponernos en el primer lugar del agnosticismo, de la sodomía, y de todos los vicios (basta que la Sinagoga nos orden de seguir probando-)
Espero que por lo menos, Andalucía, mejore con los resultados de las elecciones y acierte en colocar en el candelero a quienes puedan ser capaces de llevarla a buen puerto
Autor
- GIL DE LA PISA ANTOLÍN. Se trasladó a Cuba con 17 años (set. 1945), en el primer viaje trasatlántico comercial tras la 2ª Guerra mundial. Allí vivió 14 años, bajo Grau, Prío, Batista y Fidel. Se doctoró en Filosofía y Letras, Universidad Villanueva, Primer Expediente. En 1959 regresó a España, para evitar la cárcel de Fidel. Durante 35 años fue: Ejecutivo, Director Gerente y empresario. Jubilado en 1992. Escritor. Conferenciante. Tres libros editados. Centenares de artículos publicados. Propagandista católico, Colaboró con el P. Piulachs en la O.E. P. Impulsor de los Ejercicios Espirituales ignacianos. Durante los primeros años de la Transición estuvo con Blas Piñar y F. N., desde la primera hora. Primer Secretario Nacional.