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He leído dos artículos en cierta forma relacionados que provocan esta mío En uno de ellos desde la revista  “Unidad católica de España”,  Don  Pablo Gasco de la Rocha comenta la carta de despedida de la vida pública  y oficia del cardenal Cañizares Arzobispo de Valencia, Centra su mirada en  esta conclusión  del  ilustre Príncipe de la Iglesia: “¡Basta! ¡Ya está bien! «¡Hasta aquí hemos llegado!”.

Con toda la razón del Mundo el amigo Pablo le recuerda a cardenal que,   mucho ha,  bastantes españoles  despiertos llevábamos años  gritando eso mismo mientras la Jerarquía pacía tranquila y sin mayores preocupaciones en los prados de la Iglesia. Al parecer no se enteraban de lo que ocurría y vivían felices y sin mayores sobresaltos por lo que,  ahora sería el momento ideal para recordar el viejo refrán “¡A buenas horas mangas verdes!». ¿Qué han hecho  en Roma y  en  las diócesis  del Mundo entero desde los años sesenta del siglo pasado? ¿Cuáles han sido los frutos del Vaticano II, que ha estado muy lejos de ser un regalo de Dios a juzgar por los que estamos recogiendo?

Tiene razón, ciertamente,  Monseñor Cañizares pero tendrían que haberlo visto cuando era fácil poner remedio, en vez  de  haber llegados a la situación que provoca  el grito de: ¡Basta! ¡Ya está bien!

La otra noticia leída parece consecuencia de la ya comentada. Don José María Carrera comenta la iniciativa de dos  hijos de satanás –a cuyo servicio están—promovida en Barbastro, ¡esa ciudad que fue víctima de la vesania roja y masónica durante la Cruzada donde martiriaron al 84 por ciento de su clero!

Ningún español bien nacido debería ignorar el odio  diabólico hecho realidad en la ciudad aragonesa y su comarca,  Repito porque vale la pena retener los números; el ochenta y cuatro por ciento de sus sacerdotes y religiosos fueron asesinados con la mayor crueldad y donde  se pasaron en demostrar que eran bestias en forma humana fue en la crueldad y repugnancia usa don su santo obispo. Hay que tener almas de canalla redomado y sin entrañas para atreverse a escribir sobre la decencia de los políticos rojos y socialistas en nuestra Cruzada  y ser lo suficientemente osados como para acusar a los franquistas de asesinos.

Ochenta y seis años después de haber ensangrentado las calles de Barbastro  –lo repito–, dos mentes satánicas se atreven  –ante la cobardía general de nuestros compatriotas y correligionarios—de pedir una reunión con el obispo para borrar  los nombres de los mártires de su ciudad y hacer desaparecer de ese modo  el recuerdo de sus crímenes. 

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En miserables canallas todo es fácil de explicar pero el motivo de mi escrito es sobre todo recordar al obispo que no se olvida  de que  vamos a estar pendientes de su respuesta como sucesor del mártir Florentino Asensio Barroso.

Monseñor Ángel Pérez Pueyo. La Iglesia Católica tiene unos derechos inalienables que el pueblo español le reconoció siempre, ¿Sabrá usted defenderlos  dando a esos impresentables la respuesta adecuada?   Sin su  autorización  no podrán seguir pisoteando a nuestros mártires.  Haga posible que los  barbastrinos tengan siempre a la vista los nombres de sus mártires que los protegen    y los bendicen desde hace casi un siglo. De pruebas de valentía,  plante cara a esos chulos de barrio bajo para que se les quiten las ganas de insistir dedo la fácil que se lo ha puesto la nueva Iglesia postconciliar el odiar  a la Religión y a la Patria. No permita que toque la placa que les recuerda a los asesinos sus crímenes.

¿Cederá usted y facilitándoles el triunfo o complacerá a los españoles que estamos esperando un gesto de virilidad en la Jerarquía de nuestra Santa Madre la Iglesia, demostración de que conocen  el pensamiento de Cristo al respecto? y también el de sus discípulos –los apóstoles,–en especial de San Pablo.

Le han puesto en bandeja el poder ofrecer una respuesta digna de un discípulo de Jesús y,  también  la de un hombre que sabe utilizar las armas de la argumentación inteligente. Lo tiene fácil.

 

Autor

Gil De la Pisa
Gil De la Pisa
GIL DE LA PISA ANTOLÍN. Se trasladó a Cuba con 17 años (set. 1945), en el primer viaje trasatlántico comercial tras la 2ª Guerra mundial. Allí vivió 14 años, bajo Grau, Prío, Batista y Fidel. Se doctoró en Filosofía y Letras, Universidad Villanueva, Primer Expediente. En 1959 regresó a España, para evitar la cárcel de Fidel. Durante 35 años fue: Ejecutivo, Director Gerente y empresario. Jubilado en 1992. Escritor. Conferenciante. Tres libros editados. Centenares de artículos publicados. Propagandista católico, Colaboró con el P. Piulachs en la O.E. P. Impulsor de los Ejercicios Espirituales ignacianos. Durante los primeros años de la Transición estuvo con Blas Piñar y F. N., desde la primera hora. Primer Secretario Nacional.