Este gobierno de pesadilla miente hasta cuando calla. Por Manuel del Rosal

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“La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio” Marco Tulio Cicerón, jurista, político y filósofo romano

“Las mentiras más crueles son dichas en silencio” Robert Louis Stevenson, novelista, poeta y ensayista británico

La mentira más insidiosa es la media verdad y la mentira más cobarde es la de silencio.

Acabo de terminar la lectura de la obra de Brian Moore, “Lies of Silence” (Mentiras de Silencio) publicada en 1990. Moore, nacido en Belfast (Irlanda del Norte) relata las vicisitudes que vivía Irlanda por el enfrentamiento entre católicos y protestantes. El título de la novela ya nos pone en aviso de como la sociedad se esconde tras el silencio cómplice ante los desmanes de unos y otros. La sociedad conoce o, al menos, sospecha la verdad, pero calla y al callar miente con la peor de las mentiras; la mentira ante la que uno no puede defenderse: LA MENTIRA DE SILENCIO. Durante su lectura, coincidente en el tiempo con la pandemia que sufrimos y su pésima gestión por parte de este gobierno, el silencio de este y el de nuestra sociedad ante cuestiones capitales, tiene puntos coincidentes con el silencio de aquella sociedad; en ambos casos silencios cobardes.

Desde el momento en que, sobrepasado por los acontecimientos, nuestro gobierno tuvo que admitir que España sufría una pandemia y tras negarlo reiteradamente, no ha parado de mentir. Ha mentido con mentiras, con medias verdades, con estadísticas y con mentiras de silencio, callando ante las evidencias con el silencio cómplice de los cobardes que se ocultan tras él para poder escapar de sus errores. Pero no solo las mentiras de silencio han sido del gobierno, también de quienes les apoyan, y en ambos casos, siempre por intereses ajenos a los intereses de España y los españoles ¿Y nuestra sociedad, ha mentido con su silencio ante los acontecimientos?

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La sociedad ha callado y calla. Agazapados tras las cortinas translúcidas de sus ventanas, los ciudadanos miramos, vemos, oímos y callamos. Acomodada, hedonista, insolidaria, egoísta, cobarde esta sociedad calla, mintiendo al callar. Con los codos apoyados en el alfeizar de sus ventanas y su cara velada por los visillos, esta sociedad ve pasar como una Corte de los Milagros todos los males que le afectan, ve como el gobierno miente manteniendo un silencio estruendoso ante ellos, y la sociedad calla. Miente en silencio esta sociedad ante los más de 50.000 muertos por la pandemia, ante los cientos de miles de contagiados, ante una situación económica que todavía no ha mostrado toda su crudeza y que se va a llevar trabajo y riqueza arrastrando a millones de ciudadanos al paro y la pobreza. Calla ante un gobierno y unos políticos entregados a los intereses de sus partidos y los suyos propios. Calla ante el tremendo problema de la vuelta a las escuelas mientras el gobierno ni sabe ni contesta. Calla con mentiras de silencio mirando como los sindicatos, vendidos al gobierno, pastorean las sinecuras que le pueden caer por su también silencio mentiroso y cobarde. Miente esta sociedad silenciosamente ante el aumento bárbaro de casas robadas a sus legítimos dueños.

El gobierno miente con mentiras, con medias verdades, con estadísticas y con mentiras de silencio, pero la sociedad también miente con el silencio cobarde de quien prefiere el “dolce far niente” a las molestias de elevar la voz ante los desmanes de quienes nos gobiernan. Y callan los intelectuales con su silencio cobarde repleto de mentiras, cuando son ellos los que deberían concienciar y motivar a la sociedad y sacar al aire las mentiras de silencio del gobierno y de quienes lo apoyan; intelectuales que, en vez de ser beligerantes, se esconden tras las cortinas de quienes les tienen pastoreados y apesebrados. Y callan los medios de comunicación entregados al poder por un puñado de euros y un puñado de privilegios, con mentiras a voz en grito cuando así creen que es necesario para manipular al personal y con mentiras de un silencio cobarde e indecente cuando así lo requiere el momento.

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El gobierno sabe que miente en todas las formas y maneras incluida la mentira de silencio. La sociedad sabe que miente con su silencio cómplice, en vez de levantar su voz y hacer que los cimientos de un gobierno ajeno a ella tiemblen y se tambaleen. Los medios de comunicación callan ocultando lo que perjudica al gobierno haciendo uso de esa mentira de silencio cobarde. Los intelectuales apesebrados callan cobardemente y mienten con su silencio atronador por el temor a perder el pesebre de un gobierno pringado de todas las mentiras, de todas las mentiras incluida esa protomentira, archimentira llamada: MENTIRA DE SILENCIO.