27/11/2024 07:47
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Hace tiempo que sabemos que cada vez que en los medios de masas dicen «sensibilización» quieren decir «manipulación». El método es sencillo. Se muestra un hecho llamativo, capaz de impactar a cualquier sensibilidad, a ser posible algo terrible: una violación o un asesinato. A partir de ahí se intentan sacar conclusiones políticas que beneficien, por supuesto, a la ideología dominante, a la corrección política o a la agenda política del globalismo. Se benefician para ello de tener el monopolio de los medios a su servicio. 

No importa que un millón de delincuentes negros asesinen a un millón de policías, solo que un policía se exceda con un detenido negro y que este muera: ya tenemos el black lives matter. No importa que un millón de manadas de inmigrantes violen a un millón de mujeres occidentales, solo que un productor americano se propasase con unas actrices o que unos chicos (estos sí, españoles) tuvieran un encuentro sexual de consentimiento incierto en los Sanfermines. Ya tenemos el Mee To o las manifestaciones por “la manada” en España.

Los objetivos son variados, desde interferir en los procesos electorales (qué duda cabe que el black lives matter se utilizó para desojar del poder a Trump o que la demagogia feministoide se utiliza por la izquierda para la criminalización de Vox en España) hasta reforzar las políticas globalistas satanizando toda crítica a las mismas. Así, quien critique la inmigración masiva será tildado de “racista” y se le culpará de la ancestral opresión de la raza negra, desde la esclavitud al kukuxklán y quien muestre desacuerdo con la ideología de género o sienta preocupación con la sustitución de los tribunales de justicia por turbas enloquecidas y por la desaparición de la presunción de inocencia de los varones será calificado de machista y se le culpará de “defender a violadores de niñas”, aunque quienes, de hecho, defiendan y encubran a los verdaderos violadores de niñas sean los partidos de izquierdas que se niegan a que se investiguen las menores prostituidas en Baleares o el turbio asunto de los abusos sexuales a una menor tutelada del exmarido de Mónica Oltra.

Recientemente hemos vivido un nuevo episodio de esta estrategia burda y miserable de manipulación con motivo del desgraciado asesinato del joven Samuel en la puerta de una discoteca en La Coruña. Nuestras clases dirigentes políticas y mediáticas han decidido que el asesinato de Samuel sea nuestro black lives matter del homosexualismo y nada les va a disuadir de lo contrario, aunque la realidad no concuerde con su visión. Repasemos los hechos:

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1.- Muere asesinado un chico en la puerta de una discoteca

2.- La policía dice que no es un crimen de odio

3.- Los testigos dicen que los autores eran «latinos o mulatos»

4.- El padre del chico dice que su muerte no se politice, que quiten las banderas y que respeta todas las opiniones

Conclusión: 

Montan manifestaciones del lobby homosexualista, amenazan a Ayuso, Monedero culpa a Almeida por quitar una bandera acatando una resolución judicial, Beyoncé y la actriz de Juego de Tronos piden “justicia para Samuel” y el PSOE y Podemos, que pactan con Bildu, proponen ilegalizar a Vox, que nada ha tenido que ver con el suceso.

Parece que nuestros progres patrios se han pasado de frenada con este asunto, para desgracia de la familia del asesinado, que ha tenido que soportar, incluso, insultos y amenazas del lobby homosexualista por haber pedido que se respete la memoria de su hijo y no se le utilice en campañas políticas de intencionalidades inciertas. En contraste, la muerte a puñaladas de otro joven llamado Isaac, que padecía síndrome de Asperger, unos días después, por bandas de delincuentes extranjeros no merecerá titulares ya que no puede usarse en la campaña de manipulación pertinente. Nadie se arrodillará por ese chico blanco ni se convocarán manifestaciones en repulsa por su asesinato ni cantantes ni actrices famosas se referirán a él.

Sobra decir que ni a los progres les importan los inmigrantes ni las minorías raciales ni a los homosexualistas los gais ni a las feministas las mujeres, solo utilizan su dolor, mientras desprecian el de las victimas que no pueden usar, para vendernos su ideología averiada y bastarda. Dejemos de hacerles el juego y de creer en sus mentiras.

Autor

José Manuel Bou Blanc
José Manuel Bou Blanc
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