El centrismo cobarde. Por Julio Merino

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Mientras al PP le de miedo y evite, en todo lo posible, la foto con VOX, o sea, formar Gobierno abiertamente, por ser VOX lo que ha querido que sea la Izquierda, un Partido de extrema derecha, no habrá Democracia ni el PP será libre e independiente.

Y la pregunta del millón surge rápido: ¿Por qué el PSOE del Eteocles Sánchez puede pactar o Gobernar con el, o los, Partidos que le salga de “los…..” y el PP no? ¿Es un Partido libre el PP cuando no puede pactar con quién desee y con quién le convenga?

Esa es la batalla cultural que traigo hoy a la palestra, la “batalla de las ideas” (de la maltratada doña Cayetana Álvarez de Toledo), que hay que poner ya sobre la mesa, antes, incluso que la del Centrismo del Feijóo del “Centro extremo”.

(¿Qué sería un extremo de centro en un campo de futbol, en cualquier equipo, por supuesto, donde hubiese un “extremo Izquierda” a la izquierda y un “extremo Derecha” a la derecha? ¿Cuál sería el papel del “extremo de centro” o del “centro extremo”?… ¡Jo macho, le voy a tener que pedir al siempre Ministro don José Manuel García Margallo que me lo explique!)

El Centrismo llega solo, si lo permiten y lo alientan las circunstancias económicas, sociales, políticas y hasta laborales… La batalla de las ideas, no se ganan sin tenerlas, primero, y sin defenderlas, después. ¡Y ese ha sido el pecado del último PP! ¡El abandono de las ideas! ¡El dejar que sean los “rojos” los que marquen las pautas de comportamiento social, las palabras y los adjetivos!

Tal vez siguiendo la pauta de don Miguel de Unamuno: “¡Que piensen ellos!” Eso de pensar a la Derecha no le gusta, de ahí que le vayan bien siempre los dictadores. O sea, alguien que piense por ellos y les resuelva los problemas. Y por ello dejan la cultura en manos de la Izquierda.

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¿Y por qué se le puede poner el nombre de Almudena Grandes a la estación de Atocha, (precisamente “sancta sanctorum” del terrorismo de Izquierdas: 200 muertos y 2.000 heridos) y el PP con mayoría en Madrid, por ejemplo, no puede bautizarla como “Atocha Gregorio Ordoñez” o “Atocha Ortega Lara”?

¿Y por qué el Alcázar de Toledo no puede llamarse “Alcázar Moscardó” y Teruel puede levantarle un monumento al “Campesino”?

Bueno, pues como ya me he tomado mi primer café de la mañana y siendo hoy “8 de marzo”, el “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, me voy al ordenador (mi estado semiparalítico actual no me permite otra cosa) para ver ¿qué pasa en las calles españolas hoy y qué se le ocurre a la marquesa abandonada de Galapagar, a la Reina cuerneada, a la “Madre Superiora” de todos los chiringuitos del feminismo, la distribuidora de más de 20.000 millones de euros entre sus “niñas”, a la bella (lo cortés no quita lo valiente), doña Irene Montero? Aunque me da la impresión que este “8 de marzo” no va a ser el suyo, pues ya le han visto el plumero y ya le están dando la espalda, no solo las mujeres de VOX sino las propias de su “bando”.

De todo esto me gustará ver qué hace el gallego Feijóo en cuanto llegue a Génova. ¿Tendrá la fuerza, la convicción, la decisión, el Poder, de enfrentarse al poderoso Imperio de la LGTBI+ y enfrentarse a los “Comités Informativos” socialistas y comunistas?

¿Será capaz de plantear la batalla de los colegios, de las aulas, de las academias y hasta del Boletín Oficial del Estado?… ¿Será capaz de reírse a carcajadas en público de esa “gilipollez” (con perdón) del “niños, niñas, niñes”, “todos, todas, todes”, “blanco, blanca, blanque”, …

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¿Y será capaz de frenar la estampida que se ha producido, que se está produciendo y que parece no tener límite en un futuro próximo de los antiguos simpatizantes y votantes del PP a la VOX de “extrema derecha” de don Santiago Abascal?

Pues ahí me quedo hoy… y digo lo de César cuando inició la guerra civil contra Pompeyo el “Grande”: “los amigos de mis enemigos pueden ser también mis amigos”.

Autor

Julio Merino: Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.