25/11/2024 03:51
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Para el totalitarismo progre y el buenismo de la dictablanda terapéutica, el desconfiado, el que cuestiona o disiente, está enfermo y como tal debe ser aislado. Estado de alarma en España, toque de queda nocturno de 11 a 6 de la mañana durante 6 meses, medio año, hasta abril en principio. Luego se verá. Lo hacen por nuestro bien.

Lo de blanda viene porque es una expresión del globalismo con rostro humano que sufre la España gestionada por socialistas y comunistas, donde no hay carros armados ni tanques en las calles, de momento. Blanda, amable buenista, más bien fofa, para ciudadanos aterrorizados que aceptan lo que sea porque los que la implantan son los buenos, los suyos, los que salen en la tele y son aplaudidos fervorosamente. Incluso el rostro del portavoz mediático pandémico es tatuado en los brazos de los nuevos súbditos obedientes y solo porque es de los suyos. Si así no fuese, si no gobernasen los que llevan en la solapa el circulo multicolor de la Agenda 2030, el triángulo rojo, el lazo morado o amarillo en la solapa, España hoy estaría en llamas.

El presidente Sanchez y su gobierno salieron reforzados después de la moción de censura por el abrumador y unánime apoyo conseguido con los noes, salvo los de VOX. El riesgo hoy es extremo y no es de derechas.

En rueda de prensa Sanchez anunció el estado de alarma y al toque de queda en toda España. Lo llamó “restricción de movilidad nocturna” y explicó que deberíamos llamarlo así para evitar las connotaciones bélicas y trágicas. Un nuevo eufemismo semántico de ablandamiento para afrontar el “confinamiento global, total” que nos hará “salir más fuertes”. Por lo menos no ocultan el mandato globalista. Sin embargo, apeló sin complejos, a la “disciplina social y moral de victoria”.

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Ahora también hay muros buenos y malos, ya que Sanchez propuso levantar uno frente al virus, y ese sí es bueno. El muro fronterizo es malo, xenófobo, fascista. Restringir, perimetrar, cercar, confinar, encerrar, si lo hacen ellos es correcto y protector. Ahora gozará del marco jurídico de reducción temporal de derechos fundamentales: el nuevo estado de alarma.

Ya está el campo preparado y todo dispuesto para actuar. Da igual el resultado y las evidencias. El comité fantasma de expertos lo avala. A aplaudir en los balcones otra vez, sino al tiempo.

Autor

José Papparelli