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En el mundo se encuentran árboles de diferentes especies que tiene has más de 9.000 años.

Sus ramas, su tronco han visto pasar a griegos, egipcios, romanos,…, han atesorado batallas, soportando flechas, lanzas, proyectiles, cañonazos, … Han soportado todo tipo de inclemencias climáticas; Lluvias torrenciales, grandes nevadas, sequias de años, vientos huracanados, terremotos, ciclones, …, pero siempre han resistido y siguen erguidos, produciendo hijos e hijos, que se quedan enganchados en su tronco, sin querer abandonarlo, engordándolo e incrementando su fortaleza.

Estos ejemplares, guarda, para sí, toda una vida, toda la historia de épocas y civilizaciones, pero se quedan con ella, no nos la pueden transmitir, solo sabemos que ocurrió, por sus anillos, que reflejan su edad y lo que han visto pasar por su lado, temiendo ser cortados, por la mano siempre destructiva del “Irracional” humano de dos patas.

Sin embargo; lo peor que han tenido que soportar en la labor destructiva del hombre, que ha liquidado a sus congéneres, para su propio beneficio.

Sin duda, los pocos que han sido salvados, ahora ya se encuentran protegidos, por los hombres del sentido común.

En España existen árboles emblemáticos, que sin ser los más longevos del mundo tienen su historia.

En una época, tuvimos que soportar a los piratas y corsarios ingleses, que se afincaron en Andalucía, por aquello de las minas, que fueron espoliadas sus entrañas con el trabajo de españoles serviles.

Aunque hay que recordar que “La Pérfida Albión”, por aquellos lares, se aprovechó y se suministró de la mejor madera, fuerte, duradera y consistente, como es la que produce el TEJO. De ahí salieron millones de toneladas, con la que construyeron sus barcos, dejando casi exterminada esta gran especie arbórea. Sin embargo, han quedado muchos y sobre todo el Tejo más longevo de España, que aunque estaba en el anonimato, con el fin de evitar que se conociera su ubicación y así ser protegido de las “manadas” de turistas salvajes, en este video, lamentablemente se constata su ubicación.

Otro tanto, le ocurrió a los muchos árboles centenarios, que se ubicaban en El Retiro madrileño, que fueron arrasados por las Tropas de delincuentes gabachos, salvo uno que se salvó, debido a que era tan grande, que les servía de vigía, incluso de ubicación para sus cañones y eso fue lo que le salvó de estos arrogantes ladrones y criminales, que tuvimos que sufrir, por otro Borbón, por otro de tantos que nos los metió en nuestro propio cuerpo, como los gusanos que nos comieron parte de nuestro cuerpo.

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Dicho esto nuestros árboles emblemáticos han tenido que soportar la ira, la rapiña y la avaricia de: Piratas, Corsarios y Gabachos.

Uno de nuestros árboles más emblemáticos es la Encina. Es un gran árbol fuerte, duro, que aguanta las inclemencias del tiempo, incluso la sequía.

Es sin duda el árbol, por antonomasia español, que no solo nos proporciona su sabroso y proteínico fruto, la bellota, sino que gracias a ella, nuestros cerdos, producen el mejor jamón que existe en el mundo.

Pero además, nos proporciona miles de toneladas al año en madera resistente e ideal, para nuestras chimeneas castellanas y estufas. Afortunadamente, ya está prohibido talarlas y esa leña es fruto del corte de ramas y limpieza anual, que se lleva a cabo en la Extremadura de los grandes conquistadores. En esa impresionantes dehesas, únicas en el mundo.

El estado de esta encina (Quercus ilex) es perfecto, aunque presenta problemas estáticos en su copa debido a su gran tamaño, por lo que recientemente se le han colocado unos apoyos para evitar la fractura de alguna de sus ramas.

Posee un único tronco, corto, grueso y hueco que se abre en tres grandes ramas principales confomando una copa baja pero ancha. Tiene una altura de 16 metros de altura un perímetro de tronco de 775 centímetros y su copa sobre el suelo proyecta unos 27 metros.

La encina ‘La Terrona’ se le calculan unos 800 años, convirtiéndose así en una de las encinas más grande y vieja de España, y posiblemente del mundo, siendo testigo y parte de la historia de la zona, ya que por el camino que hay en sus inmediaciones cabalgaron los Caballeros de la Orden Militar de Santiago, hacia la reconquista del siglo XIII.

Se encuentra en el municipio de Zarza de Montánchez (Cáceres) y se encuentra en el llamado Camino Real, en su trayectoria desde Zarza de Montánchez a Trujillo, en el paraje conocido con el nombre de Cordel de la Cumbre.

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Esas impresionantes dehesas, únicas en el mundo, que existen en la Región extremeña, en la que conviven las enormes Encinas, con los Alcornoques, a los que su corteza, es sacada para la fabricación de corcho y  corchos para el taponado de botellas de todo tipo de vinos, champanes, … La producción es tan inmensa, que se exporta a diversos Países del mundo.

Nuestras Islas Canarias, nuestras islas afortunadas, también gozan de árboles emblemáticos, siendo el más conocido, visto y estudiado El Drago milenario de Icod de los vinos

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Miguel Sánchez

Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún.  Aficionado a la escritura y a la historia de España.


Caballero Legionario que fue del  IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.


Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas


Luchador nato por el  Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.


Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de  sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.