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Entrevista con Mamuka Mamulashvili, fundador y comandante de la Legión Nacional Georgiana que combate la invasión rusa en Ucrania. Su primera experiencia militar fue en Abjasia, una república separatista georgiana respaldada por el Kremlin, en 1992-93. Con sólo 14 años, Mamulashvili se unió al batallón de su padre en el ejército georgiano y, tras la derrota, pasó tres meses en cautividad. Después combatió contra Rusia durante la primera guerra de Chechenia (1994-96) y en la agresión rusa contra Georgia en agosto de 2008. Mamulashvili volvió a tomar las armas contra Rusia tras el estallido de la guerra del Donbás en 2014 y fundó ese año la Legión Nacional Georgiana con sólo 6 miembros. En febrero de 2016 la Legión Georgiana se integró formalmente en el 25º batallón de infantería mecanizada de las fuerzas armadas ucranianas y en 2018 combatió en el este de Ucrania bajo el mando de la 54ª brigada mecanizada. En la actualidad la Legión Georgiana sólo acepta soldados con experiencia militar y es una unidad de operaciones especiales que cuenta con cerca de 1.000 efectivos.

Mamuka con su padre en 1993 y en 2017

Ha ido a la guerra contra Rusia en cuatro ocasiones, ¿se ha embarcado en una cruzada personal contra el imperialismo ruso?

Sí, mi primer conflicto con los rusos fue cuando tenía 14 años y desde entonces he participado en varias guerras contra Rusia, que en realidad no ha dejado de ser la Unión Soviética. Han pasado treinta años desde la caída del comunismo, pero la política, la ideología de la Rusia actual, es la misma de entonces. La diferencia es que han obtenido más medios financieros y más poder para retomar de nuevo el terrorismo de la época soviética. Y desafortunadamente el mundo se ha quedado mirando y no ha hecho nada para impedirlo.

Lo cierto es que después de condenar la agresión contra Georgia en 2008, que le arrebató un 20% de su territorio, la comunidad internacional se apresuró en volver a colaborar con Rusia.

Georgia fue el primer país que fue atacado por Rusia en la década de los 90, tras el colapso de la Unión Soviética. Lo hicieron de nuevo en 2004 y luego en 2008. Desgraciadamente, la comunidad internacional permaneció en silencio y prefirió hacer la vista gorda a lo que estaba pasando. Hoy es diferente porque la guerra es en el centro de Europa, pero Georgia fue la primera advertencia a los políticos europeos. Entonces, muchos de ellos, especialmente alemanes y franceses, se oponían a las sanciones por sus intereses en Gazprom o por sus negocios con Rusia, y también recuerdo cómo las televisiones alemanas y francesas mostraban las imágenes de los aviones rusos bombardeando Georgia y acusaban a los georgianos de atacar su propio territorio. No fue un error, sabían perfectamente lo que estaban haciendo en ese momento y decidieron apoyar el terrorismo. Algunos lo han seguido haciendo incluso ahora.

Su unidad, la Legión Georgiana, es la mayor de las unidades de voluntarios extranjeros que combaten en Ucrania, pero los voluntarios georgianos no lo han tenido fácil para abandonar su país.

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No, el gobierno actual de Georgia es totalmente prorruso y nuestra economía depende en un 90% de Rusia. Así, cuando preparamos un avión de voluntarios de Tiflis a Varsovia las autoridades no le permitieron despegar. Los voluntarios tuvieron que buscar otras rutas para alistarse en la Legión.

¿Cuál es la motivación principal de estos voluntarios?

La motivación principal de los legionarios es luchar por la libertad de Ucrania, que al mismo tiempo representa luchar por la libertad de Georgia. Para nosotros está muy claro que el destino de ambas naciones está entrelazado. Nuestra presencia aquí es muy importante y estamos haciendo un gran trabajo.

La presencia de georgianos en el ejército ucraniano se remonta a 2014. Incluso uno de los fundadores de Azov es el coronel georgiano Giorgi Kufarashvili.

Sí, así es. La razón es que Ucrania fue el único país que nos ayudó en los 90 y luego en 2008. Muchos voluntarios ucranianos acudieron a combatir a nuestro lado. Teníamos una deuda pendiente.

No sólo hay georgianos, también hay voluntarios de otros países.

Efectivamente, hay voluntarios de treinta países en la Legión.

Algunos medios han publicado que los voluntarios británicos y estadounidenses sólo forman parte de unidades de entrenamiento, ¿es correcto?

No, en la Legión tenemos dos equipos. Uno de entrenamiento, formado por instructores que no participan en las operaciones de combate y que entrenan a las fuerzas especiales ucranianas, y otro de operaciones especiales en el que hay británicos, estadounidenses y voluntarios de otras nacionalidades.

Rusia ha señalado a los voluntarios extranjeros como mercenarios y les niega su condición de prisioneros de guerra si son capturados.

No nos importa lo que diga Rusia, porque su palabra no significa nada para nosotros. Pueden llamarnos como quieran, pero los voluntarios son contratados por el ejército ucraniano gracias a una ley que permite a los extranjeros formar parte de las fuerzas armadas ucranianas. La Legión Georgiana fue la primera unidad que se integró en el ejército ucraniano en 2016 y forma parte de la inteligencia militar. Así que Rusia puede decir lo que quiera: hacen películas para desacreditarnos, presentan cargos criminales contra nosotros en Rusia, etc. Todo forma parte de la guerra.

Si un legionario georgiano fuese capturado por los rusos, ¿tendría algún apoyo por parte del gobierno georgiano?

¿Del gobierno georgiano? El primer ministro dijo que animaba a los rusos a matar a cualquier georgiano que combatiese en Ucrania porque somos mercenarios. Después de esa declaración el gobierno ha perdido toda su legitimidad en Georgia.

¿Qué me puede contar de las ofensivas ucranianas en Jersón y Járkov?

La operación ucraniana está teniendo mucho éxito y nuestros hombres están en primera línea, atacando las posiciones y centros de mando y comunicación del enemigo. Sólo puedo decirle que en estos últimos doce días hemos hecho un gran trabajo.

El éxito ucraniano ha sorprendido mucho a los propagandistas del “segundo ejército del mundo”.

No es el segundo ejército el mundo, más bien es el último. Y no estoy siendo sarcástico, se lo digo como militar profesional. Esos soldados no estaban realmente preparados para combatir porque no tenían experiencia ni motivación. Lo que está pasando ahora es natural, están muriendo por millares.

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¿Ha tenido la oportunidad de hablar con prisioneros rusos?

Cuando estoy cerca de los rusos la mayoría ya están muertos y los que son hechos prisioneros son entregados de inmediato a la policía militar. Así que no nos comunicamos con ellos. Esa es la tarea de los servicios de inteligencia.

Hay muchas imágenes de equipo militar ruso realmente obsoleto. ¿A qué cree que se debe esa falta de equipo moderno?

A la enorme corrupción en el ejército ruso. Gracias a esa corrupción sus soldados no están preparados para hacer frente a un verdadero ejército. El ejército ruso está preparado para combatir a civiles y saquear, no para enfrentarse a militares. Y el caso de las tropas de las llamadas “Repúblicas Populares” es aún peor, ya que su equipo es propio de la Segunda Guerra Mundial. No hay profesionalismo, no hay motivación, no hay un mando centralizado, no pueden ganar.

¿Cómo cree que evolucionará la guerra?

Podemos acabar con Rusia muy pronto, pero dependemos de los sistemas de artillería occidentales. Ahora tenemos unas pocas unidades en la línea del frente y estamos esperando muchas más. Estas armas están funcionando muy bien y se puede comprobar el éxito de las operaciones de contraofensiva del ejército ucraniano. Cuantos más HIMARS recibamos antes acabaremos con Rusia.

El apoyo de Occidente es fundamental, y me gustaría enviar un mensaje al gobierno y al pueblo español. No estoy seguro de si España compra recursos naturales a Rusia, pero ese dinero se traduce en munición que mata a los ucranianos. Todos tienen que ser conscientes de eso y de que estamos luchando contra el mayor Estado terrorista del mundo.

España compra ahora más gas ruso que nunca y al mismo tiempo envía armamento a Ucrania. Hace unos días se publicaban fotos de obuses españoles de 155 mm en el frente.

Sí, he visto esa munición. De todos modos, no es posible hacer algo bueno con una mano y al mismo tiempo alimentar a los bastardos con la otra. Al final hay que tomar una decisión clara y escoger el camino correcto.

Cuando termine la guerra y usted y sus legionarios vuelvan a Georgia, ¿cómo cree que van a ser recibidos por su gobierno?

Tenemos el apoyo del 100% de la población georgiana, así que no nos preocupa lo que piensen veinte mentirosos prorrusos. Al final tendrán que volverse a casa, y su casa está en Rusia no en Georgia.

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REDACCIÓN