Federico Silva Muñoz, el ministro eficacia. Manuel Fernández Prieto

Estaba mirando el currículum de mi paisano en la wikipedia y una ola de abatimiento me cubrió. Comparar a estos próceres del tardofranquismo con los actuales ministros cantamañanas es como para echarse a llorar.  Que el destino de España pueda estar en manos de la actual caterva de indocumentados es cuando menos terrible.

 

No voy a exponerles aquí su peripecia vital pues con darle a la wikipedia pueden leerla tranquilamente. Solo comentar que nació en la misma ciudad que yo , Benavente, que fue premio extraordinario en Derecho, que sacó dos oposiciones a la vez, que como ministro impulsó la red de carreteras españolas, la red de vías ferroviarias, la construcción de pantanos y puertos, y que fue presidente después de Campsa, de Butano y consejero de Banesto.

 

Junto a los siete magníficos, entre los que se encontraba Manuel Fraga Iribarne, fundó Alianza Popular ya en la transición. Y tras desavenencias con Fraga se fue de este partido para fundar el suyo propio, Derecha Democrática Española, que no encontró hueco electoral y hubo de disolverse. 

 

Fue llamado el ministro eficacia por su deslumbrante labor en el ministerio de obras públicas, impulsando todas las distintas actividades que les he comentado antes.

 

Pero vamos a donde quería llegar yo. Su clarividencia le llevó a votar NO a la Constitución del 78. ¿Por qué? Pues por que predijo, sin equivocarse un ápice, la clase de ruina a la que nos llevaría la creación del sistema autonómico, causa fundamental del marco de latrocinio en el que estamos instalados.

 

Con la mirada del águila predijo todas las catástrofes a que nos llevaría el engendro del 78. Desindustrialización, mediocridad, pobreza, gasto público desmedido, deuda pública galopante y todas y cada una de las desgracias que estamos padeciendo hoy en día. En especial el riesgo de la ruptura patria en el que nos vemos abocados sin remisión.

 

Y vamos ahora a nuestros días. Hoy he echado 50 euros, ocho mil y pico pesetas, de gasolina al coche y la aguja del marcador apenas subió. El IPC de las cosas cotidianas está al 20%. El paro anda en los tres millones. Una pareja, trabajando los dos, no es capaz de independizarse y hacer vida propia. Subsistimos exprimiendo a los autónomos de la hostelería.  Y resulta que lo importante es que el Madrid juega la final de Champions, nadie se inmuta, los bares no se por que arte de magia están llenos y nadie piensa en una revolución que acabe con toda esta mierda.

 

¿Como es posible que con las cifras económicas que tenemos la gente siga yendo a los bares y a la playa los fines de semana y los puentes? ¿Acaso es que nos estamos endeudando todos? Otra explicación no es posible.

 

Pero las cifras económicas están ahí. Mi paisano las predijo. Y el invento de las 17 taifas y de la sobredimensionada administración pública nos lleva implacablemente a la debacle. ¿Somos los provincianos los que vivimos en la realidad o estamos fuera de ella? ¿ O acaso viven los madrileños en una burbuja de irrealidad? El comportamiento de mis compatriotas me lleva a hacerme estas preguntas. También que la subida de los precios de las energías no provoquen un estallido social. 

 

Pero aquel solitario diputado que dijo NO al engendro del 78 tenía razón. Nos sostenemos a base de deuda, publica y privada, y eso el 1 de Junio se va a acabar, pues el BCE nos va a dejar de comprar deuda. ¿Que pasará después? ¿Vendrá la quiebra? ¿Despertara de una vez el pueblo español del espejismo y el sueño que esta viviendo?

 

Yo espero que si. Los medios de comunicación tocan la melodía del «aquí no pasa nada» pero esto va a estallar. Por culpa de las autonomías y por culpa de tener ministros analfabetos sin la preparación necesaria para esos puestos. Ministros que no tienen ni la décima parte de capacidad mental, de empuje, de valía y de saber hacer que el preclaro hijo de Benavente, al que no se como todavía no le han quitado el nombre de la calle que lo tiene puesto los sectarios estos.

 

Y vamos acabando, pues es ya muy tarde y mañana me tengo que levantar muy pronto. Solo decir que gente valiosa como mi paisano haberlos hailos, lo que no quieren es meterse en un mundo, el de la política, dominado por mediocres, chisgarabises y correveidiles pelotaris, cuyo único talento consiste en dominar la caza del hombre brillante para que no les haga sombra.

 

Así que a ver si el Señor vuelve a mandarnos a algún hombre providencial que sepa rodearse de los mejores. Hombres como este benaventano que dió lo mejor de si mismo para lograr una España próspera y boyante , que fue premiado con numerosos galardones y que predijo como si fuese un profeta la clase de calamidades a que nos iba a conducir el pasteleo constitucional. 

 

Y yo me voy a dormir. Mañana tengo que regar el girasol que nos han dejado sembrar para compensar su carencia debida a la guerra de Ucrania. Desde los campos que ven asomarse los plantones de dicho cereal miraré hacia lo lejos y divisaré la ciudad natal de este genio, y mía también. Y pensaré en cómo podría servir mejor a mi patria con los talentos que el Señor me ha dado. Que no son tan increíbles como los del ministro eficacia pero que creo que me hacen observar la realidad de España con cierta clarividencia y no estar en esa burbuja en la que viven algunos urbanitas, por no decir casi todos, cuya pasividad no entiendo ante el estado de cosas presente.