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La nueva premisa socialista: «preocupación por los pobres y por la clase media», proclamada por el mayor embustero del reino, Pedro Sánchez, que crea la obligación de repetir en todo momento de sus vidas, aunque estén haciendo esfuerzos sentados en la taza del váter, los miembros, miembras y miembres (no te jode) de su gobierno y en general, «todo acorderado socialista» que en pastueño rebaño se aplica, además de obedecer cabeza humillada al sátrapa de Ferraz, vota al PSOE. Esta mañana, como la ministra en el Metro, he escuchado a un menda que preguntaba a otro menda en el descanso de la conversación que mantenían sobre el asunto del Tribunal Constitucional: ¿viste ayer al Real Madrid? «No; estamos preocupados por la clase media y trabajadora». fue la respuesta.
Pedro Sánchez: «Hay que proteger las rentas de la clase media y trabajadora». Solamente desde la demagogia de mercadillo o desde la mas absoluta maldad -que es lo que mas se acerca a la realidad- se puede blasonar de erigirse en defensor de algo a lo que se ha contribuido generosamente a su desaparición. Ese envanecido ciudadano pretende hacernos creer que es capaz de volver a la vida a dos difuntos a los que él, malhechor de nacimiento, siguiendo el método de sus antecesores en el cargo, terminó de aniquilar, y hasta les ha echado paladas de arena sobre el ataúd.
Pedro Sánchez: «Hay que proteger las rentas de la clase media y trabajadora». La clase media española es pura nostalgia; recordar lo que hace 47 años fue la clase media en España es como el recuerdo de su juventud que le trae la memoria a un anciano: un irrecuperable bello recuerdo.
Es… ¿Cómo diría yo…? ¡Claro está! Es como el pleno empleo, los pantanos y los hospitales; la positiva obra de Franco, aunque no fuera él su inventor, que disfrutamos todos.
Hace falta ser un canalla de tomo y lomo para hablar de protección a la clase trabajadora, cuando en su dominio -eso en lo que ha convertido a España- se han vuelto a instalar las miserables prácticas de la esclavitud, para los pocos miembros que aún existen de esa clase. Me quedo corto; rectifico a la carrera. La esclavitud nos afecta al conjunto de los españoles ya que todos, ¡todos y todas! -es la igualdad que tiene como objetivo este gobierno socialcomunista- trabajamos para que Hacienda, el «eurobote» que siempre les toca a estos rojazos vía impuestos, y sobre impuestos consiga que muramos todos de asfixia por no poder pagar las tasas gubernamentales que encarezcan el aire que deberíamos poder respirar para sobrevivir.
Autor
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Mi currículum es corto e intranscendente. El académico empezó a mis 7 años y terminó a mis 11 años y 4 meses.
El político empezó en Fuerza Nueva: subjefe de los distritos de C. Lineal-San Blas; siguió en Falange Española y terminó en las extintas Juntas Españolas, donde llegué a ser presidente de Madrid.
