Clase media trabajadora. Por José Luis Montero Casado de Amezúa

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Los ingresos que recauda el Estado, son directos (Impuesto sobre la renta), indirectos (el IVA) y los demás que engloban los de sociedades, consumos específicos, tasas y precios públicos y otros.

Tomando como referencia el presupuesto de 2018, los ingresos del Estado alcanzan la cifra de 143.086.000.000 €, que se obtienen en porcentaje de los siguientes impuestos:

TOTAL IMPUESTOS

100 %

Impuesto sobre la renta

46,5

Impuesto sobre el valor añadido

24,5

Otros impuestos

29,0

El impuesto que grava la riqueza relativa de los contribuyentes es el impuesto sobre la renta que se aplica sobre el llamado “Líquido imponible”, es decir lo que queda disponible depués de las desgravaciones.

La Memoria de la Agencia Tributaria publica anualmente los datos del conjunto de los contribuyentes al Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) reflejando cuantos contribuyentes hay en cada estrato de renta, y cuantos impuestos aportan entre todos ellos.

Basta un vistazo a las tablas se desprende:

El discurso ricos-pobres o la referencia al proletariado, carece de realidad en que sustentarse
Lo contribuyentes de rentas más elevadas, contribuyen mucho y son, relativamente, muy pocos.
El grupo de la renta más baja apenas contribuyen y son muy numerosos.
La mayor parte de los impuestos, se obtienen de los impuestos que paga la llamada “clase media trabajadora”, es decir de aquellos que tienen un líquido imponible comprendido entre 12.000 €/año y 42.000 €/año, cuyos impuestos superan el 50% del total de los ingresos del Estado por el IRPF.

El impuesto que más contribuye a la redisribución de la riqueza es el IRPF, que trasvasa recursos de quienes la generan a quienes, fundamentalmente, la consumen. Este impuesto junto con el IVA y las otras partidas que componen la elevada fiscalidad que soporta la sociedad española son en una gran parte necesarios para sufragar gastos políticos. A la vista de los datos anteriores, es posible que los que gobiernan estén dándose cuenta de que la “clase media trabajadora” es la que les aporta más de la mitad de los impuestos provenientes del IRPF. Así es como al necesitar mucho dinero para esos gastos políticos los gobernantes no dejan de hablar últimamente de esa sufrida clase media aunque de hecho la estén ahogando con sus impuestos.