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Como cada año a finales de octubre, este fin de semana nos tocó cambiar la hora de los relojes, una medida habitual que tiene como objetivo ahorrar energía y aprovechar al máximo la luz solar.
Pero este cambio, que a muchos pueden parecer intranscendente, supone un problema extra para las personas que tienen trastornos del sueño. De hecho, hay evidencias científicas que desaconsejan que se siga produciendo este cambio horario en el futuro, situación que está actualmente en estudio.
Adaptarse a la nueva hora
Como ya sabemos, sucede dos veces al año, en primavera y en otoño y para un buen número de personas, esta modificación influye en su vida y necesitan adaptarse al cambio, igual que sucede cuando se viaja a lugares con distinto huso horario y aparece el llamado “jet lag”.
Esta alteración brusca entre el tiempo real y el “tiempo interno” del organismo influye en la salud de las personas de diferentes maneras.
Lo más habitual es que aparezcan trastornos del sueño y otras patologías asociadas como estrés o cansancio. Este es el resultado de la alteración de nuestro reloj biológico, lo que da lugar a la “cronodisrupción” que no es más que ese desajuste entre lo biológico y lo temporal.
La melatonina como controladora del sueño
La melatonina es una hormona fundamental para la salud de cualquier ser vivo y que puede ser un aliado perfecto para combatir los problemas del sueño.
Su función es la de recular los ritmos circadianos que no solo influyen en el sueño, sino también en nuestras defensas, el metabolismo o el envejecimiento, entre otros. La melatonina activa las mitocondrias, responsables de la energía celular y regula la actividad del sistema inmunitario evitando una excesiva respuesta de éste.
Existen consensos internacionales desde hace más de una década que indican que la primera opción de tratamiento frente a alteraciones del sueño son los productos ricos en melatonina. Este tipo de productos, que pueden encontrarse en farmacias y farmacias en distintos formatos, como gominolas de melatonina, jarabes o cápsulas, son capaces de inducir un estado de somnolencia que predispone a un sueño profundo y reparador.
¿Por qué necesitamos suplementar la melatonina?
Principalmente porque con el paso de los años se reduce su producción natural en el organismo. Esta es una de las razones por la que las personas mayores duermen menos horas que los más jóvenes. Por este motivo, cuando suceden alteraciones del sueño, el empleo de melatonina suele ser la principal recomendación de los médicos.
No es un producto por el que haya que preocuparse si se consume regularmente ya que la melatonina tiene una vida corta, y además se desecha fácilmente por el organismo y no tiene efectos secundarios.
Incluso es aceptable su uso en niños que no duermen bien, en forma de gotas de melatonina para niños, aunque siempre bajo supervisión y por indicación médica.
Aunque la melatonina no es un medicamento, recuerda que antes de tomar este tipo de suplementos es importante consultar con tu médico o farmacéutico.
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