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En un lejano recodo de la Historia, detrás del espejo vigilante llora el silencio atronador, que nos da la medida de la intensidad que surca las aguas de las emociones a través de la palabra. El viento apaga cicatrices, incendia la sangre, carboniza tu nombre y me impide pronunciarlo, FELIX.
Romper todos los esquemas, prohibido rendirse…
Por el escenario vagan unos versos y un alma que fueron míos…
«ESO ES AMOR QUIEN LO PROBÓ LO SABE»…
El 27 de agosto de 1635 en Madrid fallecía uno de los autores más fecundos de todos los tiempos, uno de los vértices del Siglo de Oro. Él es Félix Lope de Vega Carpio.
Se dice que escribió sobre quinientas obras de las que se conservan aproximadamente trescientas cincuenta, el éxito era constante. Poseía una maestría especial para el verso. Y no es de extrañar, desde pequeño fue un alumno aventajado. Estudió en el colegio de los Jesuitas, el que sería colegio Imperial, por el que pasaban los hijos de las familias acaudaladas. De pequeño, en Sevilla, en el periodo en que vivió en casa de su tío abuelo don Miguel de Carpio, que era inquisidor de Sevilla, ya escribía sus primeros renglones.
Nació con una vocación que no tenía etiquetas, fue un creador titánico, la mayoría de su obra tiene vida, conserva una rotundidad difícil de igualar, volcaba sobre el papel muchos de sus deseos. Los sentimientos como salida vital. Tenía la capacidad de escribir mucho.
En su obra hay parte que es biográfica. En el teatro encontró la horma de su zapato, teatro culto. Aunque también escribió poesía y narrativa, se le conoce sobre todo como dramaturgo. Fue uno de los primeros que pudo vivir de sus textos, que combinan elementos eróticos, bélicos, etc.
Fue un enamorado del amor.
En el Siglo de Oro es el más representado. Entre otros, Cervantes lo llamaba «monstruo de la naturaleza» por su gran cantidad de textos publicados. Tanto es así que el autor de El Quijote, en el VI y último libro de la primera parte de La Galatea, titulado: El canto de Calíope le dedica a Lope una octava.
Algunas de sus obras son:
Dramaturgia.
* Fuenteovejuna.
* El Perro del hortelano.
* El caballero de Olmedo.
* El castigo sin venganza, (posiblemente su obra maestra).
* Peribáñez y el Comendador de Ocaña (tragicomedia).
Narrativa:
* La Dorotea.
* La Arcadia.
* El peregrino en su patria.
Poesía:
* La hermosura de Angélica.
* Triunfos divinos.
* El laurel de Apolo.
* La vega del Parnaso, (último poemario de Lope, que acabó de preparar en el lecho de muerte , libro póstumo publicado en 1637. Aúna ocho magníficas comedias, elogios cortesanos y los versos más personales).
En el año 1579 abre El Corral de la Cruz y en 1583 El Corral del Príncipe, Lope representaba allí sus obras.
Cuando se traslada La Corte a Valladolid Lope no se va.
Con el tiempo se haría secretario del duque de Sessa, le prestó múltiples servicios, en ocasiones hasta de alcahuete, lo hizo Cronista oficial. Sessa lo utilizaba para que le escribiera las cartas que él dedicaba a las mujeres.
Lope fue un creador muy fecundo, hubo años en que escribió trece obras de teatro además de los autos sacramentales.
Sólo a él se le podía ocurrir unir a cada tipo de poemas un estado emocional o de ánimo, y cuando se deben usar. Las décimas para las quejas, los romances para las relaciones, las redondillas para el amor, los sonetos para los que esperan.
A los nuevos dramaturgos los llamaba «pájaros nuevos».
También le escribió poemas a San Isidro cuando estaba en proceso de beatificación.
Él se creía un poeta trágico, y como trágica subtitula a «El castigo sin venganza», y como trágico profundo a «El caballero de Olmedo».
Autor cómico también lo era.
Él aspiraba a ser Comediógrafo Real, Cronista Real.
Se dijo en algún momento que era un poeta científico.
En 1597 cierran durante unos meses los Corrales de comedias por la muerte de la Infanta Micaela, hija del Rey, y después por el fallecimiento del propio monarca.
Rivalidad mantuvo con todos los grandes de su época, una de las más vehemente fue con Góngora.
Su fama de mujeriego le precedía, se le adjudican bastantes amantes, y parece ser que les era relativamente fiel. Algunas de las mujeres que formaron parte de su vida, con matrimonio o si el son:
*María de Aragón, (en su obra Lope la llama Marfisa) con quien tuvo a Manuela, su primera hija, con María vivía amancebado hacía 1580.
* Elena Osorio, «que estaba casada», (la Filis de sus versos) la conoce en el barrio de Lavapiés, despechado por el desamor y preso de los celos Lope mostró la relación en sus versos, a la madre de ella no le gustó, escribió textos muy duros sobre su familia. El incidente se saldó con unos días de cárcel y una temporada en el destierro.
* Isabel de Urbino, con ella se fugó. Le escribió uno de los sonetos más bonitos que se hayan escrito nunca.
» Desmayarse, atreverse, estar furioso,/ áspero, tierno, esquivo,/ alentado, mortal, difunto, vivo,/ leal, traidor, cobarde y animoso;/ no hallar fuera del bien centro y reposo,/ mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,/ enojado, valiente, fugitivo,/ satisfecho, ofendido, receloso;/ huir el rostro al claro desengaño,/ beber veneno por licor suave,/ olvidar el provecho, amar el daño;/ creer que un cielo en un infierno cabe,/ dar la vida y el alma a un desengaño;/ esto es amor, quien lo probó lo sabe».
Este es el número 126, perteneciente al grupo de 200 que se publicaron en: La hermosura de Angélica. Se encuentra en la página 305 de la edición que en 1602 se hizo en la imprenta de Pedro Madrigal.
En Alba de Tormes muere Isabel y las dos hijas que tuvieron, Antonia y Teodora. Isabel falleció en noviembre de 1594 en el parto de Teodora.
* Juana de Guardo, tiene escasa o nula presencia literaria en su obra.
Con ella tuvo 5 hijos: Jacinta, Juana, Carlos Félíx (Este fue siempre su hijo preferido y de cuya muerte no se recuperó nunca. Falleció con siete años tras varios meses de agónica enfermedad. En las Rimas Sacras Lope le dedicó una elegía).
Feliciana, nació en 1613, el 4 de agosto. Juana falleció nueve días después, como consecuencia de complicaciones del parto. Entonces Lope se llevó con él las dos hijas que vivía.
Del otro vástago se desconoce información.
* Micaela de Luján, Actriz, casada, (la Camila Lucinda de sus poemas) de todos los sonetos que escribió el Príncipe de los Ingenios, de amor son alrededor de 117, y de estos, 66 se los dedica a Micaela. Estuvo acompañándola en Córdoba, Sevilla, etc.
Fruto de la relación tuvieron cinco hijos: Ángela, Mariana, Félix, Marcela (tomó los hábitos en el convento de las Trinitarias Descalzas «de clausura», en 1622 el 2 de febrero, con el nombre de Sor Marcela de San Félix. Actualmente se llama Monasterio de San Idelfonso y San Juan de la Mata, y está ubicado en la calle Lope de Vega número 18. En la Epístola a don Francisco de Herrera Lope describe la consagración.
En Madrid, en la Casa-Museo de Lope de vega, hay una obra pictórica, anónima, titulada: Sor Marcela de San Félix.
En el Museo del Prado hay un cuadro de Ignacio Suárez Llanos realizado en 1862, titulado: Sor Marcela de San Félix viendo pasar el entierro de su padre, Lope de Vega.
Marcela nació bendecida con el don de la escritura, sobre todo para la poesía.).
Lope Félix «conocido como Lopillo» (el más desobediente de sus hijos, por lo que con diez años su padre lo tuvo que recluir en el asilo Nuestra Señora de los Desamparados.
Le gustaba la literatura. Ingresó en el ejército y murió como militar. Lope le dedicó una égloga piscatoria.
Micaela feneció en 1608.
* Marta de Nevares, (la llamaban la malcasada) fue su último amor , también la nombra en sus versos. Treinta años menor que él, (la Amarilis de sus cartas y poemas, y la Marcia Leonarda de las novelas). Escribía, bailaba, tañía, cantaba.
Tuvieron descendencia, Antonia Clara, «Clarilis», con 17 años se fugó con un joven de La Corte, don Cristóbal Tenorio, el hecho aconteció en 1634 el 17 de agosto.
En 1622 Marta quedó ciega y después perdió la razón. Lope le compró una casa con jardín a pocos metros de la suya, en la calle de Francos, le costó 9.000 reales que pagó en tres plazos, y allí la cuidó hasta que se fue de su vida en 1632, el 7 de abril, tenía 41 años.
Lope sobrevivió a la mayoría de sus hijos y a todas sus mujeres.
El escritor tuvo dos hijos de relaciones esporádicas.
– Fray Luis de la Madre de Dios, (de madre desconocida).
– Fernando Pellicer, Fray Vicente, (con una mujer valenciana).
La vida le planteó muchos dilemas. La moralidad era muy importante y lo religioso pesaba mucho. En sus poemas amorosos a veces no se distinguía el amor divino del humano. En sus cartas hablaba explícitamente de sus amores.
A los 50 años se hizo sacerdote, igual que Góngora y Calderón, en parte para garantizarse la vejez y obtener cargos y prebendas. Su condición de sacerdote amancebado le cierra puertas.
La Corte le hace encargos pero no le da cargo relevante.
Su entierro fue multitudinario, en la Iglesia de San Sebastián. El Duque de Sessa le pagó un año el nicho, y luego pasó al panteón común.
«Yo me muero de amor, que no sabía,/ aunque diestro en amar cosas del suelo,/ que no pensaba yo que amor del cielo/ con tal rigor las almas encendía.» (Autor: Lope de Vega).
Autor
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Escribe en varios periódicos, entre ellos: "ÑTV", "El Cierre Digital", y revistas, algunas: "La Casa", "Sueños de papel", "Azahar".
Desde hace 23 años es miembro de la Asociación Literaria Hasday, aunque colabora con cuantos colectivos culturales se lo solicitan. Fundadora del primer club de lectura de la Biblioteca Provincial de Córdoba.
Junto a Francisco Muñoz coordina las rutas culturales: "Los Grandes de Córdoba" y "La Batalla de Munda".
Ha trabajado en dos programas de Canal Sur Televisión: "El público lee" y "Pido la palabra". Organiza actos culturales en colegios, instituciones, etc.
Es autora de dos libros de relatos: "Relatos atormentados" y "Relatos de humor", (incluidos en la Colección Guadalquivir).
Tres poemarios: "Mortalmente eterna", "Quejíos del alma", "La piel del alma".
Doce cuentos infantiles, pertenecientes a la Colección Albolafia y cuyo emblema es la rana Clotilde.
Junto a otras nueve escritoras es productora de un disco de poemas musicalizados, titulado: "Poetizando, mujeres con voz y verso". Es en apoyo a las víctimas de la violencia de género y cualquier tipo de violencia en general.
Ha publicado dos libros de artículos periodísticos: "El pacto de las libélulas" y "Los labios de las amapolas".
Junto a don Julio Merino ha escrito las siguientes novelas: "Vitoria Colonna, el gran amor del Gran Capitán". "Las marionetas de Cuspis". "La princesa del jazmín", "la boda cautiva", "Leila de Granada", (Pertenecientes a la trilogía de La Reconquista).
"Cuando los dioses se hacen humanos", "Penélope la Reina tejedora". "Betsabé y el Rey David", "Pelayo el Astur", (forman parte de la serie de los dioses).
Es fundadora de dos clubs de lectura en la Biblioteca Provincial de Córdoba. En uno llevan una andadura de casi dos décadas, y en el segundo, es de reciente creación, de este 2023.