Demos a la “antiespaña” lo que se merece. Por Antonio Cebollero del Mazo

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Con la eterna duda que siempre suscita cualquiera que sea la “información” proveniente de la inmensa mayoría de los medios de comunicación infectados y comprados por las subvenciones gubernamentales, además de prostituidos en su esencia por el adulterado concepto socio-comunista de progresismo– del cual cada vez que se utiliza como reconocido marchamo de evolución positiva de la sociedad, tiemblo como un azogado, de igual modo que temblara Sancho, y que obligó a Don Quijote a calmarlo consciente de la peligrosa aventura que iban a afrontar,—una vez remitido al origen monclovita, es decir, contrastando la noticia en la covacha del enfermo de “halitosis mentirosa”, no me queda otra opción que darla por cierta y verdadera; me refiero al lugar donde Sánchez, exhausto y fatigado por su leal desgobierno va a disfrutar austeramente de sus merecidas vacaciones estivales.

El traidor Presidente del Gobierno, proclamado e investido por sus súbditos “socialistas” y contando con el apoyo de la declarada “AntiEspaña”, va a desplazarse a la hermosa y apacible isla canaria de Lanzarote, donde su hijo predilecto, Cesar Manrique, trabajó en perfecta simbiosis con el singular paisaje de su tierra natal.

Permítame el lector que le describa un sueño que tuve días antes de coger el avión el pasado año con destino Lanzarote; en él, se me encomendaba,— previamente había superado las pruebas exigidas para la siguiente misión,— la urgente desinfección del palacio de la Mareta en costa Teguise, lugar donde había pernoctado Sánchez;— los lugareños, los llamados “conejeros” no podían permitir que la labor pulcra y armónica, tanto en lo estético como en lo ambiental llevada a cabo por Manrique, con absoluto respeto y admiración con el entorno en el que había crecido, pudiera verse contaminada material o espiritualmente por el “nimbo” desagradable y pernicioso del sanchismo; esta tierra lanzaroteña se había purificado por las erupciones volcánicas, y no era cuestión de que perdiese su virginidad y pureza por elementos patógenos ajenos a su modo de vida.

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Con el ánimo exultante y la convicción de concluir con tan patriótica misión arribé a la isla, pero, el destino del hombre no depende exclusivamente de su voluntad; circunstancias físicas que no morales, me impidieron cumplir con la misión encomendada.

La “AntiEspaña” en su conjunto, en este caso, salió simbólicamente bien librada en este fracasado sueño.

De cualquier forma, no perdamos las esperanzas, pues, como decía Calderón de la Barca, “y los sueños, sueños son”, y estos vienen inspirados por el inconsciente; en este proceso revolucionario que sufre España, cada vez que presionamos la tecla de “actualizar” nos encontramos con una nueva tropelía atentatoria contra la libertad y la Constitución, unas más graves y otras simples cortinas de humo, pero, todas totalitarias con diversos matices; nos detenemos en las últimas manifestaciones de Sánchez, preñadas de mofa, de burla, de recochineo a la totalidad de la sufrida e inerte sociedad española; se trata de la imperiosa necesidad que España tiene para sobrevivir, los ciudadanos varones han de prescindir de la corbata,—-¿las feministas radicales que es lo que tienen que abandonar de su vestuario? ¡QUIZÁ! Las bragas, en el supuesto de que las lleven habitualmente……..

¡Atentos! Que ha de ser un cuadro de hipócritas sin dignidad, una cuerda de vasallos que calientan los escaños del Congreso, un hato de sanguijuelas, todos descorbatados, rindiendo culto y obediencia ciega al magnífico farsante, delicioso, lindo de ver. ¡No se lo pueden perder!

Avergonzado, malhumorado, sin dar crédito a tamaña y perversa gilipollez; tengo un sueño desazonado e intranquilo; brevemente lo expongo: una multitud rabiosa echando espumarajos por la boca, las órbitas de los ojos desencajadas, cuerpos esqueléticos y rostros famélicos que se abalanzan sobre algo o alguien, pero, también advierto que esta turba no ejercerá en ningún momento la violencia, individualmente ejercen su autocontrol; aún, no alcanzo a vislumbrar el objeto de su ira, después de breves momentos, cobra nitidez el desarrollo de los acontecimientos, todos se dirigen hacia un tipo llamado Sánchez, le zarandean con la única intención de agarrarle por la corbata, al fin, uno de ellos lo consigue, aprieta y aprieta, de tal modo que le quita la respiración hasta hacerlo palidecer, cuando su faz se nota amoratada se retiran con los caras satisfechas por el deber cumplido; han reaccionado y han dado un ejemplo de patriotismo…., pero su íntimo deseo es que el tipo desaparezca del panorama político español…….Y

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YA NO DARÁN TREGUA A LA ANTIESPAÑA.

Me despierto algo más esperanzado, pero siempre escéptico respecto a la ciudadanía española.