29/06/2024 02:14
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José Luis Pérez del Álamo. Católico y español. Ingeniero industrial de profesión, es un apasionado por la informática, la historia, la filosofía y las artes. Moderador del canal «Concilio de la Santa Cruz».

¿Cómo nace la idea del canal Concilio de la Santa Cruz?

El Concilio de la Santa Cruz surge por la inquietud de cuatro jóvenes católicos preocupados por la deriva de la sociedad actual. Buscamos dar una respuesta católica a diferentes cuestiones éticas que se plantean en la actualidad, tratando de razonar desde la fe y el magisterio de la Iglesia y creemos oportuno plantear estas cuestiones a través de los nuevos medios de comunicación.

¿Quiénes sois los componentes y cuál es tu función?

Javi, Fran, José Andrés y un servidor somos cuatro jóvenes católicos seglares. No pertenecemos a ningún grupo ni congregación y cada uno somos de una diócesis diferente. Lo que nos une es la fraternidad y la amistad en Cristo, así como un deseo de acercar almas al Señor. Cada uno de nosotros aporta algo al grupo, y en mi caso voy a moderar el debate. Los cuatro hemos comenzado y nos hemos comprometido con el proyecto, no obstante, tenemos intención de traer invitados a los programas.

¿Por qué creéis que era necesaria una tertulia de seglares en YouTube?

En el Concilio Vaticano II se puso de manifiesto la importancia del papel de los laicos en el mundo moderno. Concretamente, en la Constitución Dogmática Lumen Gentium se anima a los laicos a iluminar y ordenar las realidades temporales para gloria de Dios a través de la oración, el trabajo y de iniciativas apostólicas. En este sentido, creemos oportuno dar gloria a Dios aprovechando las nuevas tecnologías para hacer este apostolado.

¿Qué influencias o inspiraciones habéis tenido?

Por un lado, existen algunos programas de tertulias sobre temas políticos y sociales realmente interesantes como, por ejemplo, Terra Ignota. Por otro lado, también hay muchos sacerdotes que enseñan la doctrina católica a través de las nuevas tecnologías. Nosotros echábamos en falta una conjunción de estos conceptos: tertulias de seglares que buscan dar una respuesta a problemas políticos y sociales desde la perspectiva de la fe católica.

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¿Por qué es bueno dar pautas morales a los seglares para situaciones concretas?

El mundo está cambiando a pasos agigantados y a menudo los seglares nos encontramos ante situaciones en las que no sabemos cómo responder correctamente. La tecnología actual es una herramienta fabulosa para hacer el bien, pero, utilizada inadecuadamente, se convierte en un arma terrible. Además, la sociedad en general parece verdaderamente perdida a la hora de discernir entre el bien y el mal. El católico actual a menudo se enfrenta a dilemas éticos sin saber cómo responder y sin que la sociedad no pueda aportar una respuesta correcta. Creemos que es importante reflexionar sobre estos temas para poderlos afrontar cuando se presenten.

¿Puede poner algún ejemplo?

Los médicos, por ejemplo, se encuentran muchas veces ante dilemas éticos a la hora de recetar píldoras anticonceptivas, al dejar morir a bebés prematuros cuando sus padres no quieren que salgan adelante, o atendiendo a personas que pretenden destrozar su propio cuerpo, por no hablar del aborto o la eutanasia. Pero no solo los médicos se ven afectados, todos, en mayor o menor medida, debemos tomar decisiones éticas cuando vamos a votar, cuando salimos de fiesta o cuando vemos películas por internet. Como católicos, debemos actuar de forma coherente con nuestra fe.

¿A qué tipo de invitados quieren traer?

Cada tertulia va a tratar sobre un tema en particular y tenemos intención de invitar a otros laicos que hayan vivido o estudiado dicho tema. Creemos que de esta forma se enriquecerá el debate y aprenderemos mucho más, tanto los contertulios como los espectadores.

¿Qué periodicidad tendrá la tertulia?

Emitiremos en directo, Dios mediante, todos los miércoles a las 22:00 (hora de España).

¿De qué manera se les puede apoyar?

En primer lugar, con sus oraciones, pidiendo al Señor que nos de luz para que podamos darle gloria y servirle a través de este programa. En segundo lugar, también pueden difundir este programa, suscribirse, ver los vídeos, dar al «me gusta» y comentar, a fin de que este contenido sea más recomendado en las redes.

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¿Por qué merece la pena que los seglares vean el canal?

Al tratarse de temas de actualidad, vamos a plantear muchas preguntas que seguramente se hayan planteado o se vayan a plantear muchas personas. Creemos que este debate puede ayudar a muchos católicos a plantearse preguntas, razonar y encontrar respuestas a las situaciones complicadas a las que nos enfrentamos en nuestra sociedad. A fin de cuentas, creemos que puede ayudar a los católicos a vivir de forma más coherente con su fe y Dios quiera que también pueda servir para la conversión de los que no creen.

Autor

Javier Navascués
Javier Navascués
Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.

Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.

Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.
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«Los médicos, por ejemplo, se encuentran muchas veces ante dilemas éticos a la hora de recetar píldoras anticonceptivas, al dejar morir a bebés prematuros cuando sus padres no quieren que salgan adelante, o atendiendo a personas que pretenden destrozar su propio cuerpo, por no hablar del aborto o la eutanasia. Pero no solo los médicos se ven afectados, todos, en mayor o menor medida, debemos tomar decisiones éticas cuando vamos a votar, cuando salimos de fiesta o cuando vemos películas por internet. Como católicos, debemos actuar de forma coherente con nuestra fe.»

Todo católico tiene que plantearse estas dos preguntas:

1- ¿Amas a Dios sobre todas las otras personas o cosas?
2- ¿A qué estarías dispuesto a renunciar por Dios: perder dinero, perder posesiones materiales, patrimonio, activos, a perder la reputación profesional, académica, a perder amigos, a perder reputación entre los vecinos, a ser tildado de loco y escandaloso como san Pablo y los Apóstoles, incluso entre tus parientes, a que te encarcelen, te sometan a torturas físicas, psíquicas y de todo tipo, a que te maten o solo a algunas de ellas y un poco a conveniencia?

Si la respuesta a estas dos preguntas es:
1- SÍ.
2- TODO sin límite ni excepción por muy duro que sea, pues confío en Dios y su gracia.

Entonces eres coherente con tu FE en Dios Uno y Trino, Santísima Trinidad, eres fiel a Jesucristo Nuestro Señor, Dios y Hombre verdadero, Verbo encarnado de Dios, aunque tu vida sea un auténtico calvario previo a la Gloria del Reino de Dios que te espera si perseveras. No se puede seguir a Dios sin asumir la Cruz que este nos proponga a cada momento.

Dicho esto:

Un médico debe hasta perder el trabajo, repito PERDERLO, con tal de no practicar abortos, inseminaciones artificiales, recetar píldoras contraceptivas, aconsejar fecundación invitro tan siquiera, ni aconsejar la eutanasia, ni el cambio de sexo, ni recomendar siquiera preservativos, etc. La decisión es dura, pero antes salvar el alma que la profesión y el prestigio profesional.

Un católico NO debe comprometer, bajo ningún concepto, su salvación eterna lograda por Cristo en su Pasión, Muerte y Gloriosa Resurrección, confiando en mentirosos, en hijos del maligno. La mentira no puede ser tolerada en lo más mínimo por un católico, ni siquiera debería consentirse en las conversaciones. Si confía en mentirosos hace lo mismo que Eva hizo en el Paraíso, solo que en esta ocasión no tendrá como castigo la muerte, sino la segunda muerte o condena eterna. Ahí está el Apóstol san Juan para recordárnoslo. Y no tendrá la excusa de Eva de haber sido engañado, pues quien confía en mentirosos, confía en satanás, nunca en Dios. Por todo ello, un católico jamás debería acercarse a votar a ningún partido, ni siquiera un voto en blanco o nulo, pues compromete de uno u otro modo su salvación eterna. Si se es católico solo puede prevalecer la Santísima Voluntad de Dios sobre la nuestra propia y sobre la de cualquier otro presidente de gobierno o mayoría del pueblo, no nos queda otro Camino que vaciarnos de nosotros mismos, que negarnos a nosotros mismos. Y eso exige no aceptar la voluntad de una mayoría. De lo contrario, se compromete la salvación eterna. A Dios no le valdrá la excusa de que los políticos nos engañan, por eso el Señor ya nos advierte en los Evangelios contra las continuas asechanzas del demonio y sus engaños, nos conmina a velar, a velar siempre. Avisados estamos. Lo que es pecado mortal por el que se tendrá que responder ante Dios en el Juicio, es crear un canal para fomentar el voto a un determinado partido político aparentemente «católico», pues instrumentalizar políticamente la fe es justo lo que hicieron los fariseos en tiempos del Señor, algo realmente diabólico. Luego que no se diga que no estábamos advertidos. Jesucristo Nuestro Señor NO fue político, ni aspiró al poder, ni incitó a la acción política a sus discípulos y Apóstoles, sino que les envió como corderos en medio de lobos a anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios en Él. Si alguien le ama, debe conformarse con Él, debe ser imitación de Él, vivir la vida en Cristo, no en el mundo y su política. Ya lo afirmó con rotundidad san Pablo: «para mí, la vida es Cristo». Pues para todo católico ha de ser así, y no la vida política, que es la del demonio, padre de la mentira. La política compromete la salvación eterna de quien entra en ella o la apoya con el voto.

Santificarás las fiestas. Eso nos indica que las fiestas a las que acude un católico no pueden ser fiestas frívolas o mundanas (no digamos ya las diabólicas como el «orgullo», «halloween», carnavales, fiesta del comunismo (1 de mayo), fiesta del odio al hombre feminista (8 de marzo), etc.), sino por razones de fe, domingo o fiestas del Señor o de la Santísima Virgen María, así como celebraciones sacramentales, bautizo, boda, orden sacerdotal, comunión y confirmación. Se pueden santificar las fiestas en honor de la patria, por ejemplo el 12 de octubre, fiesta de la Virgen del Pilar, patrona de España y de la Hispanidad. Pero no se puede santificar una fiesta regional o local que rememore el odio a otras regiones o a la nación (por ejemplo las fiestas del odio a España de partidos políticos antiespañoles en las regiones de Vascongadas y Cataluña).

Películas: las que no atenten contra la fe y la moral cristiana, como las pornográficas o las que no son fieles a la verdad y al mensaje cristiano o lo tratan de ridiculizar o rechazar, por ejemplo, películas en las que se hace propaganda vil contra la Iglesia Católica y sus miembros religiosos o laicos. Por desgracia, son pocas las películas realmente coherentes con la fe, especialmente en los últimos cincuenta años, tanto en España como en el extranjero.

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