10/11/2024 06:42
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En Italia las encuestas demoscópicas, la opinión de la calle y la percepción en general acerca del resultado de las elecciones del próximo 25 de septiembre, están provocando una gran inquietud y un evidente nerviosismo en la izquierda y el arco progresista. Todo indica que la coalición de centroderecha encabezada por Fratelli d’Italia, Lega y Forza Italia, regirá los destinos del Bel Paese durante los próximos cinco años. La alianza de Giorgia Meloni, Matteo Salvini y Silvio Berlusconi aventaja en 20 puntos al Partito Democratico de Enrico Letta y sus socios.

Para intentar evitar la catástrofe electoral de la izquierda, de los “populistas antisistema” del Movimento 5 Stelle y de la escisión de Luigi Di Maio, el fantasma de la vuelta del “fascismo y la extrema derecha” al gobierno ya no resulta tan efectivo como lo fue en algún momento. Ahora la estrategia de desprestigio y demonización pasa por acusar a Meloni, Salvini y Berlusconi de “agentes de Rusia”, “putinistas” y “antieuropeos”. Es decir, usar el “comodín de Putin” para intentar ganar una partida que parece perdida. Insultos, acusaciones, mentiras, provocaciones e incluso amenazas de muerte a los candidatos del centrodestra han conseguido enrarecer el clima político a pocas semanas del voto ciudadano.

Un ejemplo de la campaña de desprestigio son las declaraciones del actual ministro de exteriores, y ex grillino, Luigi Di Maio. Acusó a Salvini y Meloni de trabajar para Moscú hablando de “sombras rusas”. En una entrevista publicada en el diario Repubblica, Di Maio afirmó que “Los intentos de injerencia rusa son evidentes. Tenemos al ex presidente Medvédev dando indicaciones de voto, a Razov halagando al partido de Conte (su ex presidente) y a Salvini cobrando en rublos para ir a Moscú”. Di Maio planteó además que Meloni llevaría a Italia “a los brazos de Orban” y que Salvini “tiene un pacto con Rusia Unida y nos dejará en los brazos de Putin” si la centroderecha llega al gobierno.

El candidato progresista Enrico Letta, optó por el mismo camino sinuoso que el ministro Di Maio. Afirmó en entrevista a El periódico de España, que “Meloni y Salvini, quieren a Italia al lado de Polonia y Hungría, países hoy dirigidos por gobiernos que han sido sancionados por la Unión Europea por muchas cuestiones ligadas a las libertades fundamentales”. Y agregó “Rusia ha entrado en esta campaña electoral. Hay una fuerte injerencia de Rusia para favorecer a la derecha, porque el Gobierno ruso sabe que nuestra posición seguirá en la línea de la postura contraria a Putin que ha mantenido el Gobierno italiano hasta ahora, mientras que Salvini y Berlusconi son dos amigos de Rusia. Esto se ha visto también recientemente reflejado en las palabras de Dmitri Medvedev”.

¿La alianza de los tres partidos de la derecha es realmente filo-rusas, anti-OTAN y anti-europeas como afirma la izquierda?

Según una carta de Silvio Berlusconi publicada en Il Giornale, “Nuestras raíces están en las fuerzas políticas de centro, que eligieron la Alianza Atlántica y Europa, una vez más contra la izquierda. Nosotros, a propósito del europeísmo, de los valores de mercado de Occidente, no aceptamos lecciones de nadie, y menos del Partito Democratico, que aún hoy se alía precisamente con la extrema izquierda que, hace apenas unos días, se oponía en el Parlamento a la ampliación de la OTAN a Suecia y Finlandia. También en este caso hemos tenido que soportar una campaña de mistificación, que es realmente inaceptable. Hemos adoptado una posición muy clara, en todos los foros oficiales, y ante todo en el Parlamento, sobre la crisis de Ucrania. Nuestra posición es ese modelo de mercado italiano, de Europa, y que apoyé personalmente en el Parlamento Europeo, en el de los Estados Unidos y en el de la OTAN”. Il Cavaliere no da lugar a duda acerca de dónde está posicionada su fuerza política al respecto.

En el caso de la Lega de Salvini, en su programa de gobierno -un documento de más de doscientas páginas- puede leerse: “Italia debe convertirse en el puente hacia terceros países en nombre de la OTAN y de Europa, asumiendo el papel de uno de los principales interlocutores Occidente y, en determinadas situaciones de conflicto, cooperar con la ONU para trabajar en crisis regionales y mundiales”. El posicionamiento del partido es claro. Por si cabe alguna duda, Lorenzo Fontana, ex ministro para Asuntos Europeos y ministro para la Familia, mano derecha de Salvini, afirmó en entrevista para Il Foglio que la Lega está “sin ninguna posibilidad de malentendidos a favor de la Alianza Atlántica y que cualquier decisión que tome la OTAN en este frente será inevitablemente también la decisión que tome la Lega”. En palabras del número dos del partido, queda claro que la Liga es atlantista, incluso sobre las sanciones contra Rusia, como también aseveró en la misma entrevista.

La que hoy está en el centro de la diana de la izquierda y sus múltiples aliados y afines de diverso cuño es Giorgia Meloni. La presidente de Fratelli d’Italia y del grupo de Conservadores y Reformistas en el Parlamento Europeo, es la que encabeza en porcentaje las preferencias dentro de la coalición de la centroderecha. En caso de victoria electoral de la alianza,  Meloni sería la que ocuparía la presidencia del Consejo de Ministros y de Italia, y ese es el motivo de su acoso y derribo para la izquierda. A pesar de los duros ataques políticos recibidos, sembrando dudas acerca de su posicionamiento y el de su partido, Meloni afirmó en el noticiario de la primera cadena de la televisión pública italiana: “Siempre hemos demostrado que sabemos de qué lado estamos. Recuerdo que, desde la oposición, con motivo de la agresión de Rusia a Ucrania, hicimos política exterior italiana. Al final se aprobó nuestra resolución, que fue más clara que la de la mayoría pendenciera que apoyó a Draghi. Fratelli d’Italia es el partido que más garantiza el atlantismo de Italia. Y lo hizo en tiempos insospechados, antes de la campaña electoral”. Los herederos del Movimento Sociale Italiano y Alleanza Nazionale son claros y contundentes al definirse sin complejo como atlantistas.

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Para despejar cualquier contubernio con la Rusia de Putin por parte de Giorgia Meloni y sus aliados, el diario Repubblica -nada sospechoso de tener simpatías con la derecha- publicó una información cuanto menos curiosa aparecida en Pravda.ru, un periódico online fundado en 1999 tras la escisión de parte de la redacción del diario impreso Pravda, todavía órgano del Partido Comunista de la Federación Rusa. Según la misma, Giorgia Meloni abraza la cruzada atlantista contra Rusia. Si gana las elecciones, “llevará a Italia a una crisis aún más profunda que la actual” y agregó: “La nueva primera ministra (sic) Giorgia Meloni ha elegido el camino del abismo expresando su apoyo a Kiev y a la OTAN, asegurando que el suyo será un gobierno atlantista sólido que apoyará a Ucrania en su lucha contra Rusia. Históricamente euroescéptica, ahora Meloni ya no tiene el valor de serlo y, por conveniencia, mantiene el silencio sobre su oposición a la inmigración y a lo que llamó el lobby LGTB”. Como afirmó el diputado Galeazzo Bignami “lo que se ha escrito hace aún más evidente la distancia de Fratelli d’Italia con el putinismo, con el que hemos demostrado desde el principio que no tenemos nada que ver”. “El violento ataque de Pravda dictado por el Kremlin a Giorgia Meloni”, dice Andrea Delmastro, jefe de grupo del partido en la Comisión de Asuntos Exteriores, “atestigua no sólo lo lejos que está Fratelli d’Italia de Putin y sus políticas, sino que increíblemente acerca el discurso del Kremlin al de la centroizquierda”.

Antonio Tajani, vicepresidente de Forza Italia, afirmó sobre las acusaciones de filias de las fuerzas aliadas: “Siempre hemos dicho que la invasión de Ucrania es una violación del derecho internacional, estamos del lado de Ucrania, de la libertad, de Europa y de la OTAN. ¿Nuestras relaciones con la Liga? Salvini dijo que no se tocan las decisiones de política exterior”.

Todo indica que a Italia le espera un gobierno conservador, patriótico e identitario que apuesta por la libertad sin complejos frente al fracasado discurso único de lo políticamente correcto. Un gobierno en defensa de los valores de Occidente. La izquierda italiana se teme el peor resultado en estas elecciones y apela a la desesperada a la “conexión rusa” para intentar evitar lo inevitable. El voto soberano del pueblo italiano tendrá la última palabra

Autor

José Papparelli