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La Galería de Colecciones Reales se lleva el gato al agua ante los Reales Sitios.
Y llegó el día de la inauguración, no el día de su apertura, que, a la sazón, ya se había producido con antelación debido a causas electorales que no permitían o aconsejaban la asistencia del señor Sánchez y no hubiera quedado muy bien o un poco pobre con la sola asistencia de SSMM los reyes de España, si se hubiese inaugurado antes de su apertura, razón por la que se retrasó la misma.Y “a mayor gloria del Presidente en funciones” con discurso político de Gloria y esplendor. Con su “inauguramos hoy” se coloca a la altura de los Reyes para dejar su impronta en este 2023, en el que no hacía falta su co-inauguración. Ya ha dejado su marca en la vida de todos los españoles, imborrable sin duda.
Se ha hablado de “cofre que contiene las joyas de la corona” en su definición de la misma, pero podrían haber bajado a la altura del pueblo definiéndolo como caja de los zapatos, donde lo importante es el contenido ya que normalmente, el pueblo llano, no guarda las cajas, no tiene sitio para las mismas, sus casas no son tan grandes y el precio de las mismas no viene, normalmente, a superar el precio de su contenido.
Caja muy cara para tanto zapato,175 millones de euros que en una época de inflación y deterioro económico hace de su inauguración una muestra de dispendio, para mayor gloria de unas obras de arte que llegan de distintas comunidades autónomas para concentrarse en la capital, como anteriormente se hizo con el museo del Prado, en época de Fernando VII, llamado entonces Museo de Colecciones Reales (curioso) y en contra de la concepción museística actual en la que el entorno de la obra de arte hace de la misma algo singular, que el visitante debe ir a la obra de arte, no la obra de arte al visitante. (arte griego, egipcio, mesopotámico en los grandes museos).
Las piezas que contiene esta Real caja son de primer orden, lo mejor de cada Sitio, 650 obras procedentes de palacios y monasterios realizados por Herrera, Mora, Juvarra, Sabatini, sitios que eran los lugares que alhajaban, decoraban y acomodaban esas 650 piezas, que muestran quienes los habían habitado, sus gustos por los muebles para su uso en ese lugar, por los pintores que colgaron sus obras en sus paredes, pero que por criterios de la dirección de Patrimonio Nacional formaban “ un conjunto disperso por Palacios y Monasterios,… divergentes de lo que es un museo moderno”. Así Tuñón y Moreno crean una nueva dimensión entre los museos de Patrimonio Nacional que pasa a componerse de Palacios, Monasterios y Museos modernos y se colocan a la altura, como hizo el Sr. Sánchez con los Reyes, de Herrera, Sabatini y el resto de las glorias de la arquitectura, cosa que el tiempo y la historia dirán.
Y al final la Galería tiene distinción entre el resto de los bienes que componen el Patrimonio Nacional, hasta ahora bastaba con mirar el edificio para saber dónde estabas, El Escorial, La Granja, Aranjuez, el Palacio Real de Madrid y por ello han tenido que crear un logo, distinto al general de Patrimonio Nacional,pero con un pequeño problema, no sabemos si es el del Gato al agua o el de La Galería de colecciones reales.
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