22/11/2024 04:56
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Voy a seguir con el tema de los emperadores romanos pues este serbio es un personaje muy interesante.  Como he dicho nació en Serbia en una humilde familia arrendataria de un tal Aurelio, quien le dio el nombre a la familia. Así pues pertenece a la serie de emperadores ilíricos que salvaron al Imperio de la crisis del siglo III y que se conocen como los emperadores soldados.
 
A los 20 años entra en el ejército y sirve bajo el emperador Galieno. Aquí tuvo una carrera meteórica hasta mandar la caballería de una legión. Combatió a los bárbaros que habían cruzado el Danubio y asomaban el norte de Italia. Galieno y Aureliano los vencieron en una batalla gracias a que la caballeria romana se impuso a la goda. 
 
Pero a Galieno le surgió un usurpador y este tuvo que ocuparse de él. Lo venció y lo cercó en Milan y durante este cerco fue asesinado el emperador y subió al poder , aclamado por las tropas, el comandante de caballería Claudio II el Gótico. 
 
Claudio II heredó numerosos problemas del anterior emperador. Los bárbaros seguían cruzando las fronteras y el Imperio Galo se había independizado de Roma. Al mismo tiempo en el Este se independizan a su vez el Imperio de Palmira. Ante este caos, el emperador recuperó Hispania para el Imperio del imperio Galo. Y fue a combatir a los godos, a quienes expulsó del imperio recibiendo por ello el sobrenombre de el Gótico. Aureliano fue ascendido en estas campañas a comandante de la caballería, pero los bárbaros volvieron a cruzar el Danubio y a asolar Tracia esta vez mientras a Claudio le surgió un nuevo usurpador. Claudio envió a Tracia a Aureliano que se desempeñó bien hostigando a los godos en espera de las tropas de Claudio. Cuando este llegó vencieron en una batalla y hostigaron a los bárbaros en su retirada pero una peste diezmó a romanos y Godos. Cuando Claudio se dirigía a occidente a dar cuenta del usurpador le entraron las fiebres y murió.
 
El senado nombró a un romano emperador pero las legiones proclamaron César a Aureliano. Este pues heredó los problemas de Claudio II. Usurpadores, invasiones bárbaras y un imperio dividido en tres partes.  Decidió hacerse fuerte en su territorio primero. Así pues fue a Roma y venció al emperador senatorial y este se suicidó en Roma. Luego se dedicó a expulsar a alemanes, godos y sármatas de su porción del imperio. Brillantemente lo consiguió y recibió el título de Goticus. Pasó luego a reafirmar su poder embelleciendo Roma, reorganizando la economía y reformando la administración.  Persiguió con severidad a los corruptos y cuando hubo impuesto un poco de orden pasó a reunificar el imperio.
 
En los cinco increíbles años que siguieron volvió a rechazar otra invasión danubiana por lo que recibió el título de Goticus máximos, tuvo una refriega con los persas y a continuación invadió el imperio de Palmira en el 472.
 
En una doble cuña por el norte y por el sur fue conquistando ciudades. A quien se le resistía lo arrasaba hasta que en un sueño se le apareció el filósofo Apolonio y le recomendó que fuera compasivo. Así pues perdonó a las siguientes ciudades conquistadas y las demás se fueron rindiendo a su benevolencia.  Tres batallas más ganadas con facilidad y el reino de Palmira dejó de existir y su reina y su hijo apresados cuando intentaban huir. 
 
Y luego se dirigió a Occidente.  Venció fácilmente al emperador galo Tétrico y el senado le concedió el título de restitutor orbis, el restaurador del mundo.
 
Hizo una parada triunfal en Roma donde  Zenobia la reina de Palmira fue exhibida y Tétrico también. Pero al poco el jefe de la ceca de Roma se levantó en armas. Aureliano quería estabilizar el valor de la moneda y prohibió que los funcionarios de la ceca se quedaran con la plata y emitiesen moneda falsa. Al mando de Felicisimus y otros senadores  que habían sido partidarios del usurpador más otros romanos descontentos por falta de suministro de trigo plantearon batalla en una colina pero Aureliano los derrotó y mandó matar a los insurrectos, incluidos los senadores.  Así reafirmó su poder y organizó las finanzas.
 
Tras dejar bien gobernada Roma se dirigió de nuevo al Este. Arrasó Palmira por haberse sublevado de nuevo y se enteró que un soberano débil regía Persia ahora.
 
Quiso imitar a Alejandro y se dispuso a invadir Persia. Pero antes ordenó amurallar Roma con la nueva muralla Aureliana. En Tracia, cuando reunía las legiones para la invasión se corrió el rumor de que pensaba castigar a unos funcionarios corruptos y estos le asesinaron.
 
El sueño de Alejandro fue truncado pero sobrevivió su legado. Había impuesto la adoración al sol invictus como religión oficial del Imperio según la máxima un imperio, un dios. Coloco a este dios por encima de los dioses locales y se anticipó al monoteísmo de Constantino. Pero a su vez fue tolerante con los dioses paganos e incluso los cristianos le pidieron que juzgase en sus disputas teológicas. 
 
Tras la muerte de Alejandro Severo vino la crisis del siglo III con 40 emperadores en 80 años, división del imperio, crisis económicas, invasiones bárbaras, hambrunas y pandemias. Nuestro héroe acabó con todo aquello y puso los cimientos para que veinte años después Diocleciano se hiciera divus et dominus y asegurase la pervivencia del imperio romano de Occidente por dos siglos más y el de Oriente por mil años más.
 
Y esta es la historia y el legado de este hombre que recibió un imperio en ruinas y lo reconstruyó de nuevo. Una pena que fuese asesinado y no hubiese reinado veinte años más. Fue conquistador, organizador y filántropo. Embelleció Roma, impulso políticas sociales con el dinero ganado en Oriente y persiguió la corrupción y el fraude funcionarial. También fue un rígido director de sus soldados y de las componentes de la administración. Reactivó al fin el comercio y la agricultura cuando estos estaban destrozados.
 
Y en estos tiempos de crisis en que vivimos. Ante espectáculos como el que vimos ayer en París. Con fuerzas centrífugas en los países. Con corrupción, pandemias y decadencia, cuanta falta nos hace un Aureliano que en diez años ponga orden en esta Europa desvalida y en esta España colapsada.
 
Un hombre de orígenes humildes, no muy conocido en nuestros días pero que llegó a ostentar un título tan bonito como el de Restitutor Orbis. Seguramente la providencia nos lo envió.
 
Ante la amenaza islamista, los problemas con Rusia y China y la mala deriva americana, que bien nos vendría un Aureliano que restaurase el mundo en pocos años.
 
Y ya les dejo por hoy. Hoy es Domingo y me merezco café, copa y puro. Por este artículo que creo que me ha quedado bien y por mi trabajo en el huerto y en los campos. Espero tener tiempo de aquí en adelante para seguir mandando artículos sobre curiosidades romanas. Por que creo que los problemas del imperio romano en descomposición son exactamente los mismos que tenemos en nuestras decadentes España y Europa.  Baja natalidad, jóvenes que no quieren servir en el ejército, invasiones bárbaras, pandemias, crisis económicas, crisis en el comercio y en el campo, etc, etc, etc.
 
Por eso les dejo aquí la historia de estos grandes hombres. Para que vean cómo afrontaron estos problemas y los trabajos que tuvieron que desarrollar.  Ojalá que nuestros gobernantes futuros estén a esa inmensa altura.

Autor

REDACCIÓN