08/05/2024 12:14

El pasado 28 de Enero se cumplía 10 años del fallecimiento de mi amigo don Blas Piñar.

¡SE NOS FUE LA EXCELENCIA!

D. Blas no está en la Historia, pues la Historia, la verdadera y gloriosa de la España fiel, católica y patriótica era él mismo.

De D. Blas con una cabeza ilustre y espléndidamente bien amueblada, con una memoria privilegiada, se puede decir de él que la Historia de España, toda ella, estaba dentro de su cerebro.

Un hombre que demostró ser el mejor orador del hemiciclo de la Cámara Baja. Admirado, reverenciado y despreciado por las ratas que salieron de la alcantarilla, en esa democracia que empezó con un bonito título pero que nunca fue tal.

Su oratoria nunca con “chuleta” porque en su inmensa capacidad mental y sabiduría no lo necesitaba.  Allí, en ese Congreso, D. Blas dejó su palabra escrita y fijada en cada rincón de la sala, estando su palabra imperecedera y dentro de cada sillón, aunque las posaderas del que lo ocupa sea un pobre diablo, pero malo y analfabeto

Blas Piñar – Sesión de investidura de Leopoldo Calvo Sotelo

Aún siendo el mayor seguidor de la ingente Obra de Franco, tuvo agallas para hacer un memorable escrito, un artículo excepcional, que colgó en el ABC, diario monárquico y con categoría hasta que fue vilipendiado por un tal Anson que le cambió su formato y le hizo “donjuanesco”, liberal y relativista, rozando la izquierda.

Pues bien, tuvo las agallas de escribir el maravilloso artículo contra los Gringos, esos asaltadores de caminos, regiones y naciones, que todo lo destruyen y que nada unen, salvo dejar la miseria a su alrededor. Con el Título de: “HIPÓCRITAS”.

Con fecha 19 de Enero de 1962, salía en el hoy Abcanson, la fantástica verdad sobre los miserables Gringos:

Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía».

«Los que se amedrentan y atemorizan ante las explosiones termonucleares por vía de ensayo y no tuvieron escrúpulos para lanzar la primera bomba atómica sobre los seres indefensos de Hiroshima.

Los que condenaron al fuego hombres y ciudades y en Núremberg se erigieron en jueces de los criminales de guerra.

Los que hoy, pusilánimes y temblorosos, llaman la atención sobre el peligro comunista y se aliaron con el comunismo entregándole como botín patrias y culturas.

Los que alardean, vocingleros, de anticomunistas y en el fondo “buscan anhelantes una formula de coexistencia que, les permita vivir tranquilos, aunque millones de hombres continúen gimiendo como esclavos.

Los que firman, alcanzan y establecen bases estratégicas de carácter militar en países a los que llaman amigos y luego los abandonan indiferentes y mudos cuando estos países se encuentran en el momento difícil.

Los que incitan a la lucha por la libertad movilizando voluntades con espíritu de sacrificio y después, iniciada la lucha, permanecen impasibles ante la represión brutal del enemigo.

Los que hicieron su historia y su grandeza volando buques y atribuyendo culpas para justificar la intervención armada en beneficio propio y ahora se escandalizan de sus mejores discípulos.

Los que hablan de libertad de pensamiento y de libertad de prensa y de un modo sistemático y con arreglo a prejuicios irreformables ahogan ciertas noticias, las desfiguran o las inventan y en vez de una censura inspirada, aunque cometa errores, en el bien común, crean tantas censuras solapadas y clandestinas, como intereses sectarios o grupos de presión económica y política.

Los que presumen de anticolonialistas y al exigir la independencia y la autodeterminación de los pueblos subdesarrollados, pretenden uncirlos al yugo de una total dependencia económica.

Los que quisieron o toleraron la división de Berlín, de Alemania, de Corea y del Vietnam y se rasgan las vestiduras y atropellan el derecho por la división del Congo.

Los que facilitaron armas, brindaron aliento y proporcionaron la mayor propaganda gratuita a Fidel Castro y se estremecen ante los horrores del sistema y, lo que es más grave, ante su enorme fuerza de contagio.

Los que mantienen relaciones diplomáticas con las naciones ocultas tras el telón de acero o el telón de “bambú” y patalean si otros gobiernos de la órbita occidental aspiran a seguir su ejemplo.

Los que juegan a mantener gobiernos liberales sin apoyo popular autentico y sin obra social entre las manos, a sabiendas de su enorme debilidad para oponerse al marxismo.

Los que ofrecen millones en concepto de ayuda generosa y abonan precios de hambre por la riqueza obtenida en los países a los cuales la ayuda se ofrece.

Los que predicaron los derechos del hombre y, sin embargo, le arrancan el derecho a la vida al impedir los movimientos migratorios, condenar al hambre a millones de ciudadanos y estimular sin preocupaciones morales el control de los nacimientos y el aborto (más de un millón y medio de abortos provocados en las clínicas oficiales del Japón en 1.960).

Los que hablan de democracia, de sufragio universal y de un hombre, un voto, y después condicionan el voto al pago de un impuesto para evitar el voto de los negros pobres o al conocimiento del inglés para evitar el voto de los ciudadanos de raíz cultural distinta.

Les que exigen el respeto a las minorías y ahogan con hábil y paciente terquedad a las que existen dentro de las propias fronteras.

Los que mientras favorecen las llamadas reivindicaciones territoriales de otras naciones, mantienen con orgullo colonias inútiles en países soberanos.

Los que hacen del pacifismo y de la no violencia adagio y norma de conducta y usan la fuerza cuando así lo consideran oportuno.

Los que a un tiempo atropellan al débil y observan una actitud de cobarde respeto frente al vecino poderoso que los ofende.

Los que se dicen defensores ardientes del mundo occidental y abren, negociando a espaldas de Occidente, un portillo por el cual un rio de divisas occidentales contribuye a aumentar la fuerza del comunismo.

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Los que nos ofrecen su amistad y a estas alturas y refiriéndose al descubrimiento de América se atreven a escribir con carácter oficial: “It was no accident that the voyages which led to the discovery of America were led by an Italian. Italian seamanship was supreme. The exploration of the Western Hemisphere was a direct result of the inquiring mind of 15th century Italy“, desconociendo y despreciando así la obra de España.

Los que eluden el vocablo Hispanoamérica y no estarían dispuestos a consentir que se hablase de África latina.

Los que lisonjean al llamado catolicismo liberal y progresista y buscando su colaboración y ayuda “bajo el lema de comprensión, dialogo y caridad, acaban, cuando triunfan, persiguiendo y aniquilando a la Iglesia de Cristo.

Pero, nada es tan oculto que no se haya de manifestar, ni tan secreto que al fin no se sepa. (San Lucas XII, 2). En estos años hemos aprendido muchas cosas, tantas y tan graves que a nuestros hermanos podemos repetir aquello de Cristo: “guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía».

Sin duda y para mí, con el máximo convencimiento y seguridad en lo que digo, fuel el hombre ilustre más importante del siglo XX. Un Caballero que unía los lazos entre el mártir de José Antonio y Francisco Franco.

Era la unión entre los Joseantonianos y los Franquistas. Pues a ambos admiraba, respetaba y alababa.

Don Blas, siempre don Blas, así es como todo el mundo lo llamaba y definía. Hay pocos hombres, a los que a pesar de la amistad, siempre se les ponga el “Don”, delante. Es inevitable, llamarle con ese tratamiento, pues su categoría en la excelencia y en la humildad, junto con la sabiduría, lo exigían.

Don Blas, hizo de todo y fue de todo. Fue el mejor Notario de España, ubicada su Notaria en Madrid. Pero ante todo, fue el mejor católico, el mejor patriota.

Blas Piñar López (Toledo, 22 de noviembre de 1918-Madrid, 28 de enero de 2014) fue: Notario, político, editor y escritor español, cuya trayectoria política y vida pública se identificó con el nacionalsindicalismo. Defendió el catolicismo político (fue miembro de la Asociación Católica de Propagandistas) y militó en Acción Católica. Fue consejero nacional en las Cortes franquistas durante diecinueve años. Durante la Transición española fundó el partido Fuerza Nueva, constituido sobre la base de la línea editorial de la revista homónima, y se destacó por sus discursos del 20N en la madrileña plaza de Oriente contrario al cambio a la democracia parlamentaria. En 1979 obtuvo un escaño en el Congreso de los Diputados con la coalición Unión Nacional. En sus últimos años fue presidente de honor del partido Alternativa Española (AES). Su última incursión política tuvo lugar, ya con noventa y dos años de edad, con su presencia simbólica como número 25 en la candidatura que AES presentó en Toledo para las elecciones municipales del 22 de mayo de 2011.

Blas Piñar era hijo de Blas Piñar Arnedo, comandante de infantería, que se encerró junto al coronel José Moscardó en el alcázar de Toledo durante su asedio en la guerra civil. Pasó su infancia en Cartagena, regresando posteriormente a Toledo. Allí su padre fue sorprendido por el golpe de Estado de julio de 1936, Blas Piñar y su madre tuvieron que escapar a Madrid hasta el final de la guerra.

Terminada la guerra, se doctoró en Leyes en la Universidad Central de Madrid y en 1944 obtuvo por oposición una plaza de notario. Ejerció en Cieza y Murcia, trasladándose posteriormente a Madrid.

Contrajo matrimonio con Carmen Gutiérrez Duque, siempre su mano derecha, siempre a su lado​ y fueron padres de ocho hijos ​siendo uno de ellos el general Blas Piñar Gutiérrez

Ingresó en la Asociación Católica Nacional de Propagandistas y su labor política comenzó en la Federación de Estudiantes Católicos de Alicante y posteriormente en la Juventud de Acción Católica de Toledo. También fue vocal de propaganda de Acción Católica en Murcia.

Entre 1957 y 1962, ocupó la Dirección General del Instituto de Cultura Hispánica. Cargo éste del que fue destituido, por decir lo que dijo en ese histórico artículo sobre la maldad de esos Gringos, a los que los españoles quitaron el taparrabos y les vestimos con traje, camisa y corbata.

En 1958 fundó en Toledo el Capítulo Hispanoamericano de Caballeros del Corpus Christi.

En 1962, y tras un viaje por Hispanoamérica y Filipinas, Blas Piñar escribió un artículo en la tercera del diario ABC, de Madrid, titulado «Hipócritas»,4​ que criticaba con dureza la política exterior de los Estados Unidos. Fue destituido por el ministro de Asuntos Exteriores debido a las buenas relaciones bilaterales que por aquel entonces mantenía España con los EE. UU. —de las cuales dependía en buena medida su reconocimiento internacional—.

En la concentración de Montejurra del 5 de mayo de 1963, organizada por la Comunión Tradicionalista, conoció a Manuel Fal Conde, antiguo jefe carlista. Durante el almuerzo, Blas Piñar tomó la palabra. Según relató él mismo en uno de sus libros, tras su discurso, el jefe delegado de la Comunión en aquel momento, José María Valiente, afirmó:​

Don Blas Piñar, invitado de honor, ha dicho que no es carlista. Pero se ha ganado las grandes ovaciones de los carlistas. Don Manuel Fal Conde, mientras hablaba don Blas Piñar, me ha escrito estas palabras en una servilleta del banquete: ‘Pensar así, sentir así, y expresarse así, es ser carlista’.

Durante la década de 1960 fue miembro de honor del Círculo Vázquez de Mella de Madrid.

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En 1963 pronunció el pregón de la Semana Santa de Valladolid.

Fue procurador en las Cortes Españolas y consejero nacional del Movimiento por designación libre y directa de Franco.

Fundador de la editorial Fuerza Nueva como una especie de «partido» en un régimen sin partidos, así como caja de resonancia estratégica de sus actos y movilizaciones por todo el territorio español, se opuso decididamente a la desfiguración interna del régimen y a su vaciamiento ideológico, manifestando su rechazo a la Ley Orgánica del Estado de 1967. El 17 de julio de 1969, en un discurso realizado en Barcelona anunció que ante la descomposición del Movimiento Nacional, desde Fuerza Nueva iban a propiciar una asociación política donde se integraran también sectores requetés y falangistas, porque si ante un enemigo organizado se permanecía desagrupados en infinitas asociaciones, podemos considerarnos derrotados.​ A partir de este momento poco a poco irá adquiriendo más protagonismo. Recorrió España dando conferencias y consolidándose como la principal figura de los inmovilistas frente a los dirigentes franquistas más aperturistas.

Después de la muerte de Franco, como procurador se opuso tanto al Proyecto de Ley de Asociaciones Políticas como a la Ley para la Reforma Política de junio de 1976. Consideraba que aquella operación no era de «reforma», sino de «ruptura», poniendo en grave situación de supervivencia política e institucional aspectos políticos que después soslayaría la Constitución de 1978 y coincidiendo en sus postulados con la corriente denominada El Búnker.

Fuerza Nueva se constituyó y articuló finalmente en partido político en octubre de 1976, defensor de los Principios Fundamentales del Estado del 18 de julio y cuyo lema era:

«Dios, Patria y Justicia».


Procurador en Cortes
por designación del Jefe del Estado

16 de mayo de 1958-30 de junio de 1977


Diputado en las Cortes Generales
por 
Madrid

17 de mayo de 1979-31 de agosto de 1982


Líder nacional de Fuerza Nueva

19 de octubre de 1976-20 de noviembre de 1982


Líder del Frente Nacional

1986-1993

Frente Español (España, 2002-2003)Líder del Frente Español

Información profesional

Ocupación

Políticonotario y escritor

Partido político

Miembro de

Distinciones

Firma

Fuente Wikipedia.

¡Qué pena me causa que el anterior Jefe de Estado hubiera pasado de esa Línea Dinástica, tan proclive a la traición y a la felonía, para que como supuesto Dictador hubiera nombrado a la Excelencia en la persona de Don Blas!

Si así lo hubiera hecho, otro gallo bien distinto le hubiera tocado a esta España desarbolada, por monarcas infieles y políticos menesterosos e inútiles.

Me siento afortunado, por haber sido siempre no solo admirador del Ilustre Don Blas, también mi amigo. Por haber asistido a sus inconmensurables mítines patrióticos y me siento feliz de haber sido su amigo y fiel servidor.

Pero hay algo más, mucho más, ya que mi casa llena de libros, quizás más de 15.000, hay una zona especial en mis librerías en la que están gran parte de sus libros escritos, esos libros, que me dedicó en su día y que para mí son las joyas más valiosas que poseo.

¡Don Blas, mi admirado amigo sigue descansando en la Paz eterna, junto al Altísimo y rodeado de esos buenos españoles y españolas, que lucharon en vida por Dios y la Patria!

Don Blas Piñar: ¡PRESENTE!

 

Autor

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Miguel Sánchez

Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún.  Aficionado a la escritura y a la historia de España.


Caballero Legionario que fue del  IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.


Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas


Luchador nato por el  Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.


Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de  sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.


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