Preguntas para la contestación, respuestas para la revuelta. Por Pablo Gasco de la Rocha

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Al comenzar un año nuevo, sin grandes disertaciones y evitando alinearnos en las simplezas, conformémonos con resolver lo que se pregunta para propiciar un cambio de dirección:

-¿Es lícito que el Estado conceda legitimidad política a quienes ejercieron el terrorismo?

-¿Puede un hombre, por más que sea el presidente del Gobierno, arruinar una nación?

-¿Es lógico que a los extranjeros se les otorgue el derecho a votar, determinando de esa forma la política del país de acogida, gracias al cual comen y tienen derechos? En este sentido, ¿es lo mismo ciudadanía que nacionalidad?

-¿Podemos hablar de justicia cuando los jueces son nombrados por los políticos y el fiscal general del Estado por el Gobierno?

-Si las Fuerzas Armadas no dicen nada de los peligros que afectan a la unidad, integridad y la paz de España, que están en sus funciones constitucionales, ¿sería conveniente plantearnos la disolución de las mismas y aceptar ampararnos bajo el paraguas defensivo de la OTAN?

-¿Es admisible que tres “taradas” impongan la política feminista?

-¿Qué dicen, más allá de lo que comenten en sus casas, los ilustres señores de la Real Academia de la Historia, respecto de la Ley de “Memoria Histórica Socialista”?

-¿Cómo aceptar que lo que antes era malo (la participación del Estado en las empresas estratégicas y la limitación a la inmigración) hoy se diga que es bueno (participación del Estado en Telefónica y el Pacto de Emigración y Asilo que ha acordado la UE)?

-A tenor de la escalada criminal en España, que según estudios nacionales e internacionales aumentará más que en cualquier otro país de la UE, ¿para cuándo el derecho del pueblo a poseer y portar armas de fuego?

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-¿A quiénes imputamos el resultado del informe de la Comisión de Investigación Europea sobre la inmersión lingüística en Cataluña (se han quedado horrorizados de la violencia contra las familias)?

¿Es moral aceptar no hacer nada, porque vengan así los tiempos?

Y sobre la Corona… ¿Qué hacemos?