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La Nota de Prensa, del pasado 17 de agosto corriente, del Departamento de Comunicación del BANCO DE ESPAÑA, me ha dado por acudir a la memoria histórica, pero la real. Según indica dicha Nota, la deuda de las Administraciones Públicas ascendió a 1.475 miles de millones de euros (un billón y medio de euros), situándose la ratio deuda/PIB (Procurador Interior Bruto) en el 116,8%, en junio de 2022. El saldo de la deuda del Estado se elevó a 1.295 miles de millones de euros, con un incremento del 4,8%; la deuda de la Seguridad Social se incrementó un 8% más que un año antes, situándose en 99 miles de millones de euros. La deuda de las Comunidades Autónomas creció hasta los 317 miles de millones de euros, y la de los ayuntamientos se situó en 23 miles de millones de euros.
No es necesario ser un experto economista para darse cuenta que la situación española es de auténtico desastre. Desastre al que gobierno tras gobierno nos ha llevado desde el mismo año 1976, siendo que en 1980 la deuda ya era de 15.997 millones de euros, esto es, un 16,58% del PIB, y cuando ya cada español debía 425 €, frente a los 30.090 € que cada español debe ya en 2022.
Esta situación no parece que lleve al gobierno capital-comunista actual a ponerle remedio, y cuando, paradójicamente, aquél recauda más.
Si acudimos a los datos del año 1975 (último año de la Dictadura) los ingresos públicos en porcentaje de PIB fue del 24,9%, y los gastos públicos en porcentaje de PIB fue también del 24,9%, por lo que NO HUBO DÉFICIT, esto es, el déficit público fue cero. Pero a partir de 1976 si el porcentaje del PIB con relación a los ingresos fue del 25,9%, ya el gasto fue del 26,2%, con lo que el déficit público ascendió a un 0,3.
Cuando llega Felipe González con el PSOE al gobierno ya se dispara el déficit al 5,6%, y cuando lo abandona en 1996 la deuda que deja es del 64,50% del PIB, o lo que es lo mismo, deja a cada español una deuda personal de 8.005 €. Cuando termina el gobierno Aznar la deuda que deja a cada español es de 9.005 €. Rodríguez Zapatero deja la deuda al 69,90% y a cada español la obligación de asumir personalmente 15.871 €. Cuando Rajoy abandona en 2018 deja una deuda del 100,50%, y a cada español la obligación de 25.755 €.
La comparación de cifras nos revela que la Dictadura franquista no gastaba más de lo que ingresaba, y no dejó al español de turno ninguna deuda personal. Resulta que con la democracia, entró la irresponsabilidad y como algún ministro dijo que el dinero del Estado no era de nadie, los políticos a partir de 1976 nos están llevando a una ciénaga en la que no podemos decir que nos vamos a hundir, dado que estamos completamente hundidos.
Esta deuda que cada español tiene este año 2022 de 30.090 € y que cree que no es suya, la ha contraído -aun cuando físicamente no haya firmado documento alguno- a través de cada papeleta que deposita en la urna. Estos políticos demócratas conforman una verdadera autocracia al pensar que lo pueden hacer todo, y es verdad que lo hacen, y sin responsabilidad alguna. Y lo pueden hacer porque el gobierno de partidos que rige hoy en España se alimenta, en su mayor parte de las arcas públicas. Pese a la caída de afiliados el PSOE ha tenido subvenciones públicas por 46,24 millones de euros, el Partido Popular 27,7 millones, PODEMOS 10,59 millones y VOX 11,2 millones. Como vemos, ningún partido se financia con las cuotas de sus afiliados, con lo que todos y cada uno de los españoles financiamos a todos y cada uno de dichos partidos, seamos afiliados, simpatizantes o identificados ideológicamente con uno de ellos.
Seguimos con el despilfarro y con el engaño de una falsa democracia en la que el ciudadano de a pie no pinta nada, y al que si no paga su hipoteca, impuestos, tasas o deudas, se le apremia y se le embargan sus bienes, y seguimos dejando que estos políticos endeuden al resto de españoles sin que luego se les exija responsabilidad cuando finalizan su gobernanza. ¡Esto ha de terminarse! Exijamos que no haya dinero para subvenciones de partidos, sindicatos, asociaciones de todo tipo, y exijamos una Ley de Responsabilidades Políticas, que además, sea retroactiva a partir de 1975 para que estos políticos de la democracia paguen de su bolsillo la deuda que han conseguido para los españoles. Mientras quien acceda al Senado y al Congreso, a cada Comunidad Autónoma y a cada Ayuntamiento no tenga claro que al final de su mandato ha de responder con su propio patrimonio, el derroche y la irresponsabilidad no terminará.
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