19/11/2024 04:45
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Que dice la barragana del antes «chepa» o «coleta», hoy apodado como «el marihuana«, apodo que no se refiere a si consume o no, aunque por la pinta del fulano, no sería de extrañar que no hiciera ascos a tal sustancia, sino que según el ingenio de la gente al gran Pablito ya se le conoce con este sobrenombre porque según parece bastante probado, «si le das dos buenas chupadas, te coloca» y aparte de la ocurrente y brillante conclusión, todas las mancebas que han hecho genuflexión delante de la bragueta del susodicho, han salido con puesto y sueldazo. Recuerdo, así a bote pronto, las dos últimas. A saber. A la morita de la tarjeta de móvil y a la escuálida pelirroja, hija de un desnortado político. Muchacha esta cuyas manifestaciones públicas augurando un mañana republicano en este estercolero, antes España, son el paradigma de exaltación y enardecimiento de masas. En fin. Pues como decía más arriba, la cajera y barragana del «marihuana» que no sabe hacer la o con un canuto y su único mérito para recibir de regalo un ministerio inventado ha sido su máster en «saltos de cama», entre, supongo yo, otras habilidades más elaboradas en la misma categoría. Pues que dice que el pastón que le han dado, aparte de repartir parte en asociaciones de maricones y bolleras, lo quiere emplear en potenciar las leyes LGTBI y TRANS entre la juventud. Es decir, inocular el virus del desastre moral en las mentes de nuestros hijos y ahora, además, aprueban su ley de «Sí, es sí». Ley anticonstitucional que demoniza a los hombres por el hecho de serlo. Un consejo. Sí es usted varón y le surge un ligue con posibilidad de «revolcón» antes de realizar el acto busque un notario para que, de fe por escrito del consentimiento de la fémina, no vaya a ser que con el natural calentón pase por alto el trámite y aparte de pagar el hotel termine usted en chirona. ¿Algo que decir al respecto? ¿Algo que hacer? Parece que no.
Que dice el ínclito, Arturo Pérez Reverte, desde ese púlpito personal llamado Zenda, que la educación en este país es un disparate sin parangón. Que se está empezando a crear una sociedad dividida en dos núcleos bien diferenciados. Uno, que será la mayoría compuesta por analfabetos con títulos que no valdrán una puta mierda y que colgados de la pared gritaran de asco y de impotencia, mientras que sus dueños se mueren de hambre y frustración. El otro núcleo será la elite. Los que mandaran a estos desdichados y que, estos sí, desde centros exclusivos de dentro y fuera del país, estudiaran en serio. Se formarán con máster y con todo tipo de ventajas porque son hijos de y, por tanto, miembros de la clase dominante. Todo muy bien dicho, Señor Reverte, pero ¿De verdad se ha dado cuenta ahora de la maldad de esta gentuza? Ya sé que de vez en cuando y dentro de una rebeldía, a mi entender estudiada, grita con fuerza en redes y demás zarandajas, pero su caída del caballo emulando a San Pablo me parece tan falsa como la mayoría de sus aplaudidos escritos y proclamas.
Que dice el sabio «Antonio» que no piensa hacer una crisis de gobierno a la ya cercana vuelta al cole después de unas vacaciones del gobierno y de todos los vagos que viven parasitándonos desde sus respectivos partidos y en sus cómodos escaños. Que no y que además está muy satisfecho con todos sus ministros. La culpa, dice «Antonio» la tiene la prensa en sus modalidades que a veces contamina… Oye sinvergüenza ¿De qué medios hablas? ¿De todas las televisiones que tienes compradas? ¿De todos los periódicos que sin ningún disimilo te sirven como asquerosos mamporreros? ¿Quizá las radios que, como el otro día desde tu Cadena SER, un hijo de puta pidió la voladura del Valle de los Caídos? De qué coño hablas, mamarracho.
Que dice el falso Feijoó que él jamás utilizará ni avión presidencial ni el helicóptero en tareas ajenas a las necesarias derivadas de su cargo. De la ley del aborto y de la eutanasia no ha dicho nada creíble. Tampoco ha opinado sobre la derogación de la ley de memoria democrática. El posible recambio es penoso. Y da mucho asco. Tiene pinta de un «Antonio 2», pero este, viejo y feo.
Esto es lo que hay y esto es lo que tenemos. No es un guion surrealista de una película de Buñuel. Esta basura que nos cerca y nos ahoga es el resultado de lo que una mayoría del sabio pueblo ha indicado con sus votos. Esto es lo que quiere el pueblo soberano.
Y que dice un conocido mío que ya se arreglará este quilombo. Que soy un pesimista…

Autor

Alejandro Descalzo
Alejandro Descalzo
Nace en Madrid en 1958. Estudia en Los Escolapios de San Antón. Falangista. Ha publicado 4 libros de relatos. Apasionado del cine y la lectura. Colaborar en este medio lo considera un honor.