01/11/2024 02:21

«Si no hay más dimisiones, ni pide perdón la ultraizquierda, me darán la razón respecto a que hay más vicio en el Congreso de los Diputados que en la Cañada Real de Madrid».

Consejos doy y para mí no tengo. Algo así debió decir el diputado ahora dimitido tras los acontecimientos de abuso y violencia sexual a una mujer que lo ha denunciado en la Policía y a otras, que de momento solo lo hacen en las redes sociales. El comunista “Milhouse” se ha pasado años sin reconocer la presunción de inocencia a Ayuso, a su hermano y a cuantos han pasado por delante de él, de ahí que no espere que la sociedad se lo reconozca, aunque la ley le ampare. La ciudadanía, viendo lo que ha visto durante la estancia de Errejón en las formaciones de ultraizquierda, no se lleva las manos a la cabeza. Cuando se hable de violación nos acordaremos de las manadas que han actuado con violencia contra las mujeres, pero también de los abusos sexuales de “patadón” Errejón, por la agresión en Madrid a un jubilado enfermo de cáncer.

Tras el daño y el desprecio que ha hecho a personas, medios de comunicación y formaciones políticas, no confiamos en que se le dé un trato exquisito. Este “diputero” ha perdido su crédito y ha hecho que el feminismo español vaya en retirada con su demostrado alto grado de hipocresía. Lleva el camino de ser líder de la mentira, la hipocresía, el postureo y la indignidad. Alberga todos los “pecados” que achacaba a los demás. Hay muchos periodistas y políticos que le deben material en forma de sentencia y humillación. Díaz Ayuso no debería callarse al respecto, por mucha educación y saber estar que tenga. ¿Y qué creen que deben hacer profesionales como Vito Quiles, de quien dijo que no debería estar acreditado en el Congreso? ¿Acaso hay algo más dañino y antidemocrático que consentir que la ultraizquierda acceda a las instituciones?

Íñigo ha difundido sus contradicciones hasta el infinito. Lo sucedido es bueno para que la ciudadanía despierte de las adormideras inoculadas por la izquierda visceral y homófoba con alta carga de hipocresía y falsedad. Estamos hartos de políticos “fake” y degenerados personajes que nos engañan desde el contenido de sus currículos hasta su forma de vivir el día a día. Y ahora lo hemos visto en el “diputero” Errejón, pero no olviden a otros que se amparan en el PSOE, incluso a ese diputado que se pasa la legislatura mirando el trasero de las diputadas desde la mesa presidencial.

¡Qué poca dignidad albergan algunos de nuestros políticos! Incumplen cuanto predican, pero cuando algo les afecta exigen su dosis de presunción. Sin duda, se lo reconoceremos al exdiputado, Íñigo Errejón, pero la sociedad ya le ha condenado; máxime, cuando él se ha declarado culpable tras confesarlo a sus compañeros de partido. Lo sabían en Unidas Podemos, lo ocultaban en Sumar, estaban al cabo de la calle en Más Madrid, se sabía entre ministros, periodistas, analistas… ¿Quiénes no lo sabían? Ni problemas de salud, ni delirios mentales, ni gaitas marineras…vicio mohoso, simple y abusivo vicio, falta de ética, machismo, xenofobia, complejos de inferioridad, hipocresía, rastrera educación, sexo sin control y no sé si sustancias varias y en no sé qué circunstancia, como chacó el ministro ‘Oscargután’ a M.A. Rodríguez, aplicación viciosa que debió hacerla a María Jesús Montero, en vez de al jefe de gabinete de Díaz Ayuso.

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Es cierto que todos en la ultraizquierda lo sabían. Su permanente hipocresía y falsedad los ha dilatado. Esa superioridad moral de la izquierda, que nunca se reconoció a la ultraizquierda, se ha vuelto a resquebrajar y ya nadie cree en estupideces de ese calibre. Mucha ley del “SÍ es SÍ” para acabar demostrando que, para quienes lo defendían, el “NO, también es SÍ”. ¡Con la cantidad de sandeces que tuvimos que escuchar a la zurda de Montero, Iglesias, Belarra, Errejón, doña Yolanda “Tucán” y toda una rehala de paranoicos y fraudulentos! Sí, esos, los mismos que venían a acabar con los políticos corruptos y con el heteropatriarcado visceral.

¿Comprueban cómo se ha desviado la atención de la corrupción del Gobierno y otros asuntos mil que le acorralan? EL Gobierno respira unos días, pero la UCO no descansa. Con Sánchez ya no cuenta la UE ni para sacar chimpancés a orinar. La izquierda ya lo ha conseguido. Errejón ha sido el chivo expiatorio para calmar las aguas de la corrupción del Gobierno. Eso sí, no contaban con la declaración notarial del empresario que ha constatado que él sí llevó bolsas con 90.000€ a la sede de Ferraz. Cerdán ya no tiene escapatoria, si no quiere quedar como cerdón.

El ridículo y despreciado fiscal general del Estado tiene que demostrar que vale para algo, aunque ya sepamos que no es así. Quiero saber si va a actuar de oficio y con la misma contundencia que tuvo en el caso Rubiales. La moralidad de la izquierda está destrozada e irreparable. Resulta que no existía. El feminismo de batucada y chiringuito subvencionado se ha desmoronado y está más atrofiado que la actuación de la masterada en la Complutense. Como decía un usuario de las redes sociales: «Eso os pasa por votar a lobos disfrazados de corderos. Yo siempre voy con los que dice la SER que son los malos; con los ogros a los que apunta La Sexta y con esos a quienes dispara la prensa tóxica de Lo País. Y siempre acierto seguro».

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Las acusaciones sobre el comportamiento machista y de violencia sexual, así como de acoso sexual permanente de Errejón, no pueden quedar impunes. Los agresores sexuales deben tener una sentencia ejemplar y el cumplimiento íntegros de las penas. Bien es cierto que luego llegará el Gobierno socialista para aplicar indultos y amnistías. ¿Apostamos a que no actúan como con Rubiales? La defensa de las víctimas de agresiones sexuales es prioritaria, así como la clarificación de los hechos, cueste el tiempo que cueste y caiga quien tenga que caer.

Si no se actúan en este caso con prontitud y rigor, estaremos cometiendo fraude. ¿Alguien duda de que las formaciones de ultraizquierda son las que más machismo tienen en sus filas? Echen un vistazo a la hemeroteca. La formación de Errejón defiende casos en los que no cree. Su actuación es solo parasitaria y mentirosa con el objetivo de mantenerse en el sillón. «Si con Rubiales, la ley actuó con severidad, esperemos que con Iñigo Errejón la ley sea contundente por las acusaciones que hemos conocido y por su propia declaración», dice otro usuario de la red.

Hay que exigir a Más Madrid, Sumar y Podemos que pidan perdón, una vez sepamos que taparon la existencia de los hechos viciosos y violentos de Errejón. Al fin y al cabo, es lo que ellos hicieron con la Iglesia. No le toquéis los “errejones” a Íñigo. Sabe mucho de sumar, Podemos y Más Madrid.

Me parece grave lo de este «señor», pero ha dimitido al reconocer su error tal vez delictivo. ¿Y con todo lo que tiene encima el gobierno, no dimite nadie? ¡Ay señorías, señorías, deberíamos llamarlos de otra manera!

 Si no hay más dimisiones, ni pide perdón la ultraizquierda, me estarán dando la razón respecto a que hay más vicio en el Congreso de los Diputados que en la Cañada Real de Madrid. ¿Cómo es posible que Errejón haya llegado a ser portavoz de Sumar?

Jesús Salamanca Alonso / Analista político / Editor de Análisis en Clave Liberal

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Jesús Salamanca Alonso
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