20/09/2024 17:45
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Cuando inicié, hace mes y medio, mi humilde colaboración con este gran periódico solamente pensé en aportar mis puntos de vista, y experiencias personales, sobre asuntos, más o menos, de actualidad. Sin embargo,  leer, frecuentemente, prensa digital me «obliga» a atender fuegos más cercanos. 
 
Escribía el Sr. Coleto, colaborador como yo de este mismo medio, el pasado martes 25 de agosto, un artículo sobre los escraches, u hostilidad, a la que se ven expuestos el hipócrita del Iglesias,  su pareja y sus retoños. Y como el análisis de su artículo daba para más de un mero comentario, me he decidido a escribir esta Carta. 
 
El Sr. Coleto aludía a principios religiosos y civicos para sustantivar el postulado de que el supuesto hostigamiento que «sufre» la familia Iglesias – Montero (o viceversa, no vaya a ser que me denuncien por tener un lenguaje poco inclusivo) es excesivo y criminalmente injustificado (lo llega a equiparar al terrorismo). Difiero radicalmente de semejante hipótesis, por los siguientes motivos :
 
1. En primer lugar denigra a sus referencias históricas ya que nada tienen en común esa parejita de La Navata con los grandes, y probos, Hombres a cuyas obras acude. Del primero, San Pablo, sólo el hecho de que conoció a nuestro Señor Jesucristo,  son ya palabras mayores, y supone, en sí mismo, una experiencia vital trascendental como así le ocurrió a él. Y de Socrates baste manifestar su sobresaliente dignidad e integridad personal, algo diametralmente opuesto al modus operandi de estos tipejos. 
 
2. Por otro lado, hacer referencias bíblicas es un asunto peliagudo porque las hay en todos los sentidos, y si se aceptan unas también deben considerarse las otras. Me viene a la memoria, eso que aprendí de pequeño cuando Jesús dijo aquello de «ama a tu Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo» (Mt, 23, 37). Como España es un Estado aconfesional, y no laico como proclaman muchos descerebrados, no entraré a valorar las creencias religiosas de la parejita, sin embargo creo que tiene plena utilidad el concepto del segundo de los mandamientos.
 
Porque acaso estos sacamantecas bolivarianos se preocupan porque los sufridos contribuyentes dispongan de una vivienda de superlujo como ellos; o de la disponibilidad de una compañía de la Guardia Civil, como seguridad privada para custodiar los inmuebles de este país y las calles públicas adyacentes (medida, por cierto, con la que se conseguiría erradicar esa lacra ocasionada por los malnacidos de los okupas que invaden y destrozan los hogares del resto de mortales); o conseguir una renta pública superior a los 15.000 € mensuales (y sus pagas extraordinarias), con el agravante de que ni siquiera se lo ganan porque son unos inútiles redomados.  
 
No, desde luego que ese predicamento hacia el prójimo no lo aplican la parejita de marras. 
 
3. Se acuerdan ahora, de sus hijos pero poca consideración tuvieron hacia los hijos de sus víctimas por el calvario que les hicieron pasar a alguno, o ambos, progenitores. Que vengan ahora con cuestiones moralistas quienes han sido los que han violado toda norma de civismo y respeto es sencillamente repulsivo. Baste ver a la pandilla de energúmenos que agredió a Cristina Cifuentes para observar la enorme disparidad entre dicho tratamiento y el que «sufren» la parejita podemita y su prole por parte de esos «agresivos» contribuyentes «armados» con la bandera de España y cuyo máximo exabrupto bucal es tararear el himno nacional (no ya sólo guardando la distancia de seguridad, sino sometidos a un alejamiento descomunal, amén de represivo) 
 
4. Si te dan una hostia, puedes poner la otra mejilla (la doctrina cristiana así  lo indica), pero ¿qué ocurre cuando te abofetean también la otra? Estos carnuzos socialpodemitas han dado tantas hostias, y brindado por las que han dado otros tan malos como ellos, que han perdido la cuenta. Son seres amorales y sin dignidad que han aplicado, y aplaudido, el uso de la violencia sin restricciones y sin rubor. Que me expliquen la indulgencia y el amor cristiano que merecen estos asaltacapillas que han dedicado toda su vida a justificar, y ejecutar en numerosas ocasiones con criminal saña, la violencia.
 
Estos socialpodemitas se han acostumbrado, de tal manera, a la impunidad de sus actos que resulta indigno que se quieran acoger ahora a una legalidad que ellos jamás han respetado y cuando, ni siquiera, la naturaleza de los hechos reclamados por ellos da para ello. 
 
Esta claro que los nobles valores comentados en su artículo por mi compañero no nacieron para que fueran prostituidos por quienes sólo se acuerdan de ellos en beneficio propio, pero que nunca los brindarán a los demás. 
 
Se molestan por una agradable brisa primaveral cuando ellos han sembrado huracanes. 
 
5. Y respeto a la dignidad personal, éstos garramantas no se tomarían la cicuta, como Socrates, ni en un estado de embriaguez mayúsculo. Eso sí carecen de reparos en aplicarsela al resto de la población a través de saqueadores impuestos, destrucción del tejido productivo del país y su horrible secuela en materia de desempleo, y en la fijación de unas estúpidas, represivas y arbitrarias medidas sanitarias para cubrir su inutilidad y negligencia criminal. 
 
6. En otrora los objetivos de estos matones eran personas del melifluo PP, o independientes como Rosa Díez (viendo la política de componendas y filoglobalista de Cifuentes y de esa encarnación satánica que es Soraya Saenz de Santamaria no se en que estaban pensando para tales actitudes hostiles hacia ellas), ahora si tienen un objetivo que puede considerarse caza mayor,  VOX. Porque en ese partido si existe coherencia entre los principios y sus acciones y desde su aparición han conseguido ser el centro de las irás de estas sanguijuelas y, colateralmente, que ya haya dejado de existir animadversión hacia el PP (las sonrisas cómplices entre Teodoro «lanzaolivas» y el hipócrita de Iglesias, en el Congreso, sellaron ese pacto de «no agresión»). Dudo que haya pasado desapercibido, a los avezados lectores de este medio, que cuando les sucede algún incidente a estas víboras esquilmadoras las dos primeras palabras que pronuncian son VOX y fascista. La primitivez de su pensamiento no da para más, ni la de su vocabulario tampoco. 
 
7. Qué profundamente defraudados se sentirán sus educadores y progenitores (si han sido personas de bien) por el fúnebre resultado obtenido con estas acemilas socialpodemitas. Porque observar la hipocresía y desvergüenza de su comportamiento, amén de la inquina con que aplican la ley del embudo solo puede ser causa de bochorno y humillación. 
 
Mi opinión sobre el trato que se les debe dar se sustenta en el principio de que «para hablar con serpientes hace falta arrastrarse».  
 
Seguro que, si alguna vez, estos sacamentas dictatoriales se acuerden, para bien, de los Hijos de los demás, tendrán la consideración que merecen los suyos. 

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REDACCIÓN