El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en el Pleno del Congreso de los Diputados, a 24 de enero de 2023, en Madrid (España). Sánchez ha informado hoy de los Consejos Europeos celebrados los días 20 y 21 de octubre y 15 de diciembre de 2022, así como de las medidas anticrisis. Estas comparecencias no se incluyeron en los últimos plenos de diciembre y habían quedado pendientes. Sánchez comparece después de los debates del decreto-ley que prorroga algunas de las medidas puestas en marcha tras la guerra de Ucrania para paliar los efectos de la subida precios y el de la nueva prestación para artistas. Alberto Ortega / Europa Press (Foto de ARCHIVO) 24/1/2023
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“Yolanda Sánchez for president”. Este es el título de un artículo publicado en un medio de comunicación nacional y que me dejó perpleja en un principio.
La perplejidad dio paso a la comprobación de la veracidad de este enunciado pues son muchos los paralelismos entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.
La egolatría y el narcisismo son algunos de los rasgos comunes entre ellos, pero entre todos, me gustaría destacar sus “cambios de opinión”.
En el año 2021, Yolanda Díaz aseguraba que no le gustaría ser presidenta del Gobierno aunque reconocía querer crear una plataforma para las próximas elecciones y así iniciar un “proceso de escucha” entre la ciudadanía.
En abril de 2023, Yolanda lanzaba su candidatura afirmando querer ser “la primera presidenta de España”.
Recordemos que, en un principio, Yolanda tampoco quería ser ministra ni vicepresidenta del Gobierno pero acabó aceptando los cargos aupada por Pablo Iglesias.
Sánchez también reconoce “cambios de opinión” y cambios de posición política. En 2019 quiso mostrarnos el “respeto y acatamiento” por parte del Gobierno a la sentencia del procés, descartando un posible indulto a los líderes independentistas.
Tardó un par de años en cambiar de opinión y el resultado fue la concesión de indultos a los nueve condenados que permanecían en prisión.
Otro destacado “cambio de opinión” fue decidir formar un Gobierno de coalición con Unidas Podemos cuando anteriormente este hecho no le hubiera dejado dormir.
Renunciar a una postura y asimilar un pensamiento o idea contraria a la inicial no es un proceso fácil. Cuando las ideas se confrontan, nuestro cerebro tiende a reaccionar de la misma manera que si recibiese una señal de amenaza.
El caso de Pedro Sánchez es una excepción pues plantearse “cambios de opinión” ha sido un “orgasmo” para su cerebro: ha conseguido seguir en el poder.
En el caso de Yolanda, el “cambio de opinión” también tiene el mismo fin: conseguir el poder.
Decía Mark Twain ques es más fácil engañar a alguien que convencerle de que ha sido engañado.
Y he aquí la pregunta: ¿“Cambios de opinión” o mentiras?
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Despues de ver que tios como ZP, Rajoy o Sanchez llegaban a Presidente del gobierno del Reino de España uno se cree cualquier cosa.