La Convención de los ex. Por Julio Merino

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Bueno, así llamo yo a lo que el PP se ha inventado para relanzar la imagen del cobardica Casado en Valencia. Hay otros, como he podido leer, que le llaman «La Convención del caché», porque –dicen– a la misma sólo han podido venir Personajes de «caché» bajo (sería interesante saber cuál es el «caché» de los «Ex» que sí han aceptado asistir y la lista de los que no han aceptado por no poder pagar Génova el suyo) y hay otros que lo han bautizado como «El chiringuito de Don Teo»… o sea, el festorro que le ha montado al «Jefe» el fullero compravotos de Murcia, a mayor gloria del Fuhrer. (también sería curioso saber cuánto ha costado poner en la plaza de toros de Valencia el cartel de «No hay billetes», pues al menos a los 8.000 aplaudidores contratados habrá que pagarles el viaje y algunos gastillos, más la nómina del mes en curso, claro).
Pero, yo le llamo «La Convención de los EX», porque leyendo los nombres de los invitados nacionales e internacionales que ha dado el propio PP salta a la vista que todos ellos (o casi) fueron, pero ya no son, mandaron pero ya no mandan, tuvieron Poder pero ya no tienen.

«La Convención Nacional del PP –escribía Juanma Lamet en «El Mundo» el pasado día 24– no contará con ninguno de los grandes líderes políticos mundiales en el cargo. Al menos, a tener de los nombres que reveló ayer el propio Partido, ya que Pablo Casado sigue negociando la presencia de más dirigentes. Entre los anunciados sólo hay un Presidente Nacional en el cargo, el Canciller de Austria, Sebastian Kurz, que cerrará junto a Pablo Casado la cita. También estará el Vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinás, la mayor autoridad europea que acudirá al encuentro. El resto de invitados ilustres serán todos EX.mandatarios».

O sea, que son invitados de «caché bajo», a los que les importa bien poco el señor Casado, el PP e incluso España. Vienen con viaje y gastos pagados, cobran su «caché» y aquí paz y después gloria, al Dios que más pague. Y en estos enjuagues dicen que el Teo es un lince.
¿Y qué podemos decir de los invitados de ese Centro-Derecha que la pareja (Don Casado y Don Teo) pretendían reunificar?. Anuncian a bombo y platillo que en la Convención van a estar Juan Carlos Girauta, para hacer creer a los incautos que está representado el Cs, y a Alejo Vidal.Quadras, para disimular que está VOX. ¡El timo del toco-mocho al cubo!… Y Doña Inés y Don Santiago, aplaudiendo la gran inteligencia de los de Génova.
¿Puede hablarse de REUNIFICACIÓN del Centro-Derecha sin estar presentes en la Convención los líderes del Cs y de VOX?.¿Puede hablar el autor del miserable discurso del día de la Moción de Censura con quien encima ha nombrado «persona non grata»?… ¿Y puede creerse el cobardica Casado que va a llegar a la Moncloa sin los votos de su amigo Santiago Abascal?… O sea, que encima, ciegos y tontos.
Miren ustedes, pero ¿de qué están hablando estos señores?
¿De una Convención seria para concretar la batalla de las ideas que hay que dar a la Izquierda si se quiere recuperar el Poder perdido?. No, de eso nada de nada, y si no que dejen hablar a Doña Cayetana Álvarez de Toledo.
La Convención de Valencia es más bien el último intento de levantar la hundida imagen de Don Casado y que los 4 millones que votaron a VOX y otros tantos de los suyos de antaño que no le han perdonado sus cobardías en el tema del Valle de los Caídos o su bajada de pantalones con Cataluña y con la LGTBI+ y le esperan en las urnas con con la foto de Colón por delante. Buscan resucitar, cueste lo que cueste, a un muerto electoral.¡Un milagro!
«El tirón electoral de Casado –escribía un lector de «El Mundo» comentando un buen artículo de Paloma Esteban– es nulo, los votos le llegan sin ilusión, son votos a la contra, con tal de que no gobierne Sánchez. Ayuso se llevaría los dos, el de la ilusión y el del harto de Sánchez. Sin duda la mejor candidata del PP»
Y otro lector, éste de «VOZpopuli», decía: «Resumiendo. Casado es un inútil como Jefe de la Oposición y o los que lo mantienen y le respaldan espabilan y lo quitan o nos quedan otros 4 años de Sánchez».
Y otro, directo, cruel, tal vez: » A Pablo Casado no lo quiere nadie. En las elecciones de Galicia Feijoo le dijo que no apareciera. En el País Vasco, un fiasco. En Cataluña, la hecatombe. En Madrid AYUSO y en Andalucía ni le nombran».

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Entonces ¿qué puede salir del «chiringuito» del Don Teo de Valencia?
Pues, algunos lo tenemos claro, quizás porque intuímos lo que el fullero compravotos va a pagar:
* Que Don Pablo Casado es un líder de masas.
* Que Don Pablo Casado es el más inteligente y el mejor orador de los políticos de hoy.

* Que Don Pablo Casado será el mejor Presidente de la Democracia.
* Que Don Pablo Casado acabará definitivamente con la corrupción.
* Que Don Pablo Casado recuperará el hundido prestigio de España en el mundo.
y que Don Pablo Casado tiene ya el Mejor Equipo de Gobierno de la Historia (naturalmente con el genio de los genios, Don Teodoro García Egea al frente).
Pero, la realidad dejará las cosas en su sitio y los españolitos se darán cuenta de que Don Pablo Casado es un político mediocre y un líder sin carisma alguno Que si Don Pedro Casado es el cartel electoral en las próximas elecciones el PP se hundirá como la UCD de Suárez… y que al PP no le queda otra salida que relevar a Don Pablo y jugar a caballo ganador… y en el Partido de Génova sólo hay al día de hoy un caballo ganador: DOÑA ISABEL DÍAZ AYUSO… y más si forma «ticket» con Doña Cayetana Álvarez de Toledo. Al tiempo.

Autor

Julio Merino: Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.