25/10/2025 08:22

Tras desayunar en la histórica Plaza del Gran Mercado, con vistas a la Catedral, a la emblemática “Fuente de Brabo”[1], y al edificio del Ayuntamiento –en cuya fachada advertimos un enorme escudo imperial de Carlos V–, nos dirigimos por la Hodgstraat hasta la cercana, recoleta y tranquila plaza de Vrijdagmarkt, donde se encuentra la entrada del Museo Plantin-Moretus. Un espacio no muy conocido ni visitado, pero, ciertamente, uno de los más interesantes de Amberes, no sólo por su valor histórico, sino por su especial encanto.

Este edificio fue el taller, biblioteca y vivienda del impresor Christoffel Plantin, y, por suerte, y merced al cuidado del Ayuntamiento de Amberes, se ha preservado magníficamente hasta la actualidad. En la planta baja se exhibe el retrato de Christoffel (1520-1589) y el de su mujer Jeanne Rivière[2], junto a una pintura alegórica (de Theodor Boeyermans) representando su lema: “Labore et Constantia”[3]. Sin duda, guía y fuente del éxito del taller y referente inspirador para sus herederos, retratados en el gran salón: Jan Moretus (1543-1610) –yerno y heredero de Christoffel Plantin– y su mujer Martina Plantin (1550-1616) –segunda hija de Christoffel–; Jan II Moretus (1576-1618) y su mujer María de Sweert (1580-1640)t; Balthasar I Moretus (1574-1641); Balthasar II (1641-1674) y su mujer Anna Goos (1627-1691); Balthasar III (1676-1696) y su esposa Anna-Maria de Neuf (1654-1714); Jacobus Moretus (1690-1757) y su mujer Theresia Mechtildis Schilders (1696-1729); Franciscus Joannes Moretus (1717-1768) y su esposa Maria Theresia Borrekens (1728-1797) [4]… hasta Eduardus Josephus Hyacinthus Moretus (1804–1880), quien cerró la imprenta en 1876, donándola a la ciudad.

Junto a ellos, pueden contemplarse también los de algunos sabios vinculados a la imprenta como el humanista flamenco Justus Lipsius[5] (1547-1606), o el erudito español Benito Arias Montano[6] (1527-1598) –pintados por el maestro Pedro Pablo Rubens–, o los del polígrafo Erycius Puteanus (1574-1646) y el jurista y filólogo Gaspar Gevartius[7] (1593-1666), inmortalizados por Thomas Willeboirts Bosschaert (1613-1654).

Dicho esto, los grandes protagonistas del Museo Plantin-Moretus son los libros; los libros de anatomía del palentino Valverde de Amusco y Andrés Vesalio, el Theatro Orbis Terrarum de Abraham Ortelius; la Historia de las Plantas o de las Especies Vegetales (1576-81) del médico y botánico Mathias Lobelius; el Herbario (1554) del botánico de Rembert Dodoens, y, por supuesto, la magna Biblia Políglota Regia (en hebreo, arameo, griego y latín); ambicioso proyecto de Felipe II, que, tras un esfuerzo de cuatro años, vio la luz en ocho volúmenes en 1572. Ejemplares originales de todos ellos y muchos más pueden verse recorriendo las distintas bibliotecas del museo, y un buen número, digitalizado, puede consultarse allí mismo en un espacio destinado a tal fin. Entre tanto, es imposible pasear por aquellas estancias sin sentirse embriagado por el suave crujido de sus suelos de madera, la calidez de los altos zócalos de roble y de los paneles de cuero repujado de Córdoba forrando hasta el techo las paredes de los aposentos privados de Christoffel Plantin. Contra lo que pueda imaginarse, su dormitorio es llamativamente pequeño y acogedor, ocupado por una cama cubierta con dosel y un escaño con una cruz y una biblia.

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Recorremos salas repletas de volúmenes bellamente ilustrados[8], descubriendo impresionantes grabados de Paulus Pontius (1603-1658) a partir de dibujos anatómicos del propio Rubens… en el centro de una fantástica biblioteca, y coronando sus estanterías, bustos en madera de los apóstoles y de los santos Norberto de Xanten, Gregorio Magno, Ambrosio de Milán, Domingo de Guzmán y Tomás de Aquino. Algunos son de autoría conocida, como el del apóstol Judas Tadeo, obra del escultor flamenco Lodewijk Willemsens (1630-1700)[9].

Subiendo unas escaleras, damos con un pequeño taller donde se elaboraban los moldes de cada tipo de letra. Escrutamos las ordenadas mesas de trabajo, entreteniéndonos en identificar las herramientas, piezas e instrumentos allí dispuestos… y su función; las cajas para hacer moldes a la arena; un sólido ladrón con doble anclaje a la mesa y el suelo; las diferentes limas colgadas en la pared; yunques diminutos, pequeños crisoles… todo un oficio, en fin, fascinante en cada uno de sus aspectos.

A lo largo del recorrido nos llama especialmente la atención la cantidad y calidad de los cuadros que decoran las estancias. De Rubens, por ejemplo, descubrimos una versión reducida y seguramente previa de la extraordinaria “La caza del león” (c. 1628) conservada en la Alte pinakothek de Múnich; y otra de “Los cuatro filósofos” (1611) [10] sita en el Palazzo Pitti de Florencia… Pero no sólo: también un “Retrato de Séneca antes de morir” (h.1613-14) o un “Rey etíope”[11] (h. 1631) … junto a otros óleos interesantísimos por su relación directa con la Historia de la imprenta. Así, “La invención de la imprenta” (h.1840-50), de Corneille Seghers (1814-1869); “Plantin muestra un ejemplar de la Biblia Regia a Arias Montanus” (h.1850-60), de Joseph Bellemans (1810-1888); o “Abraham Ortelius trabajando en su despacho” (1887), del excelente Edouard De Jans (1855-1919).

Al final de nuestro periplo, podemos ver el precioso jardín interior y, por último, la gran sala de impresión, presidida por una imagen de terracota de la Virgen con el Niño, y abarrotada con antiquísimas prensas y tórculos, y unas mesas enormes con mil y un tipos de letras, de infinidad de fuentes y tamaños.

Así que si usted, amable lector, decide en algún momento pasarse por Amberes, aparte de la Catedral, no olvide acercarse al Museo Plantin-Moretus. Una visita ineludible que seguro le dejará un grato recuerdo.

 

[1] Según la leyenda, el gigante Druon Antígono cortaba la mano de todos los capitanes que amarraban sus barcos en el río Escalda y no le pagaban el peaje. La fuente de bronce representa al capitán romano Silvius Brabo después de matar al gigante, arrojando al río una de sus enormes manos. “Antwerpen” significa literalmente “lanzar la mano”, de “hand” (mano) y “werpen” (lanzar). La estatua fue ejecutada por el escultor Jef Lambeaux entre 1886 y 1887.

[2] El retrato de Christoffel fue pintado por Rubens en 1616 –veintisiete años después de la muerte del primero–, por lo que hubo de tomar como referencia otro pintado en vida del impresor. Se desconoce el autor del retrato de Jeanne. El museo alberga también un busto en piedra de Christoffel realizado en 1621 por Johannes van Mildert (1588-1638).

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[3] Este motivo protagoniza también otra pintura del museo, obra de Erasmus Quellinus II (1607-1688).

[4] Respecto a la autoría de dichos retratos, los de Jan Moretus y su mujer Martina fueron realizados por Rubens. Curiosamente, el de Balthasar I no fue pintado por el ilustre artista flamenco, pese a ser amigos de infancia, sino por Bosschaert. Los de Balthasar II, su mujer Anna Goos y Balthasar III son obra de Jacob Van Reesbroeck (1620-1704); el de Theresia Mechtildis Schilders (1696-1729), de Jan Van Helmont (1650-h.1730); y los de Franciscus Joannes Moretus y Maria Theresia Borrekens, de Philip Joseph Tassaert (1732-1803). Por otra parte, cabe destacar también un excelente busto en piedra de Jan II, realizado en 1644 por el reputado escultor Artus Quellinus el Viejo (1609-1688). De los retratados en piedra que figuran sobre los muros que dan al jardín interior, algunos son obra de Johannes van Mildert.

[5] Principal representante del “neoestoicismo”, escribió De constantia (1584), Manductio ad stoicam philosophiam (Introducción a la filosofía estoica, 1604), Physiologia stoicorum (Fisiología del estoicismo, 1604-10) y De croce libri tres ad sacram, profanamque historiam utiles (Tres libros sobre la Cruz, útiles para la historia sagrada y profana, 1609).

El Museo conserva también un busto de piedra de Justus Lipsius, obra de Johannes Van Mildert (1588-1638), en uno de los muros del patio interior.

[6] Autor de los Humanae salutis monumenta (Ejemplos para la salud del Hombre, 1571) o la Naturae Historia (1594).

[7] Muy similar al retrato de Rubens (c. 1628) expuesto en el Museo Real de Bellas Artes de Amberes.

[8] Los pintores-grabadores más destacados en la ilustración de ediciones de Christoffel Plantinus y sucesores fueron Crispin van den Broeck (1523-1591) y Pieter van der Borcht (1545-1608).

[9] Autor igualmente de otras tallas en madera como los confesionarios de la iglesia de San Andrés de Amberes (decorados con ángeles representando virtudes), y otras figuras alegóricas para el púlpito de la iglesia de Santiago, también en Amberes. En mármol realizó el excelente retrato del gobernador de los Países Bajos Juan Domingo de Zúñiga y Fonseca (1640-1716), expuesto en el Real Museo de Bellas Artes de Amberes.

[10] De izquierda a derecha, Rubens, su hermano Philipp, Justus Lipsius y su alumno Johannes Wouwerius.

[11] Los cuadros de Melchor y Gaspar están actualmente en los Estados Unidos. Fueron adquiridos en 1881.

 

Autor

Santiago Prieto
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