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La idea de la creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue elaborada en la declaración emitida en la Conferencia de Yalta celebrada por los aliados del 4 al 11 de febrero de 1945. En ella, Roosevelt, Stalin y Churchill, a fin de mantener la paz y seguridad internacionales, fomentar relaciones de amistad entre las naciones y promover el progreso social, la mejora del nivel de vida, al tiempo que se reemplazaba a la Sociedad de Naciones, fundada en 1919, ya que dicha organización había fracasado en su propósito de evitar otro conflicto internacional.

    Después de ciertos avatares entre los distintos Estados miembros, el 25 de abril de 1945 se celebró la Conferencia de San Francisco sobre su organización internacional y el 25 de junio de 1945 se firmó la carta de las Naciones Unidas, entrando en vigor el 24 de octubre de ese mismo año.

     Esos eran los propósitos razonables y plausibles que se expusieron a la opinión pública, para tres años después la Asamblea General, principal órgano deliberativo de la ONU tomase las decisiones sobre cuestiones consideradas importantes, como, por ejemplo, las recomendaciones relativas a la paz y la seguridad, la admisión de nuevos miembros y las cuestiones presupuestarias, requiendo una mayoría de dos tercios. Las decisiones sobre otras cuestiones se deciden por mayoría simple. Y así, el 10 de diciembre de 1948 proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos, desde entonces el 10 de diciembre se conmemora el Día Internacional de los Derechos Humanos. Primer gol del trio de la bencina o representantes del contubernio judeo-masónico-comunista, formado por los personajes representativos de Yalta:

     El Presidente de la Estados Unidos Franklin D. Roosevelt, era un masón de total convicción; al respecto, se cuenta que después de haber tomado posesión como Presidente de los Estados Unidos, y vistiendo el traje que utilizó en la ceremonia de toma de posesión, concurrió a Logia Architec Lodge # 519, en la cual uno de sus hijos fue promovido al grado de Maestro Masón. A esta logia pertenecieron también otros dos de sus hijos, James y Franklin Jr.

     Churchill fue iniciado en la masonería en 1903 en la logia masónica United Studholme 101 de Londres. No hay duda de que comprendía el mundo esotérico (Todo el desarrollo de su jardín en Westerham, realizado por él mismo en sus años de exilio político, es esotérico), entre sus amigos íntimos se contaban el vizconde Frederick Leathers y el conde de Selborne, miembros del Priorato de Sión.

    El Comunista Joseph Stalin cuyo nombre era Iosif David Vissarionovich Dzhugashvili, (significa, en georgiano, hijo de israelita; «shvili», hijo, y «Djuga», israelita), era descendientes de leñadores judíos, sus padres era judíos nacidos en Tskhinvali (ahora Stalinessere). Judío que, paradójicamente, practico el antisemitismo.  

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     El primer fruto refleja, sin lugar a dudas, su procedencia y su futuro, en el artículo 1 de la Declaración de los Derechos Humanos que dice así: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.

     De hecho, el lema “Libertad, Igualdad, Fraternidad”, propio de los masones, es algo insólito, ya que de su libertad es igual a cero, puesto que están atados a la logia, de fraternidad, ídem de ídem, pues solo se practica son sus “hermanos”, y, por último, en cuanto a la igualdad, que se sepa, solamente tienen 33 grados diferentes.  

    Precisamente, haciendo gala de esta trilogía deberían haber publicado ese mismo día las correspondientes Obligaciones Humanas. Porque su desconocimiento y desprecio a estas obligaciones y responsabilidades,  han acarreado enemistad y desunión, ya que siendo como son, inherentes al comportamiento de todos los seres humanos, su omisión, ha originado constantemente actos de injusticia entre los miembros de la sociedad, que han alterado la convivencia pacífica, y fomentado el odio y el rencor de unos contra otros, estimulando la violencia y poniendo en peligro la paz que debe presidir siempre las relaciones humanas.

    Hemos de tener en cuenta que es esencial para la convivencia, que las obligaciones humanas sean fomentadas a todos los niveles en un régimen de Derecho y que se basen en el respeto mutuo a la persona, y a su intrínseca dignidad.

     Cuando no existe el respeto entre las personas individualmente consideradas, como entre las agrupaciones políticas, económicas, culturales y religiosas, es necesario promoverle obligatoriamente. Igualmente deben existir entre los pueblos y las naciones para fomentar su respeto en el seno de sus relaciones internacionales en las Naciones Unidas y en todos los foros de la Comunidad internacional.

    Amén de que todas las personas están obligadas a respetar la vida ajena, desde el mismo instante de su concepción en el que el ser humano comienza a ser persona en gestación y desarrollo, científicamente hablando, hasta su muerte natural. No hacerlo así, es contrario a Derecho.

     Pues bien, yendo al meollo, a pesar de que en la mayoría de los países del continente el aborto es legal, el Parlamento Europeo ha sentenciado un informe para instar a los países miembros a eliminar cualquier obstáculo en el acceso al aborto, y considerarlo como un “derecho humano” (que más bien es un derecho femenino, porque al padre no tiene derecho a opinar). El denominado “Proyecto Matic” (1) sobre “la situación de la salud y los derechos sexuales y reproductivos en la Unión Europea, en el marco de la salud de la mujer” pretende además que esta práctica sea garantizada por la sanidad pública de los países miembros, aunque ello suponga menoscabar el derecho a la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios.

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     ¡He ahí el nuevo derecho humano! Reconociendo, el perverso liberalismo político, unos logros positivos, pretendiendo que el sistema democrático del consenso mayoritario, sea la fuente de la verdad, cuando es un totalitarismo relativista.

      Es tal el confusionismo existente entre derechos humanos positivos que protegen a la mujer contra la esterilización y aborto forzoso, la mutilación genital, los efectos dañinos de algunos anticonceptivos, la violación, etc., y los derechos humanos adulterados al aborto, a la anticoncepción, a la libre opción sexual, etc.

     Hay que tener en cuenta que este “derecho humano” socava la dignidad y la singularidad de las mujeres como madres. En lugar de ofrecer verdaderas opcionales a las mujeres que están embarazas, e informarlas objetiva y debidamente, tal y como se espera en cualquier ámbito sanitario, las ofrece, como opción única o preferente, el asesinato de su propio hijo, que lleva en su vientre. Esto, como vemos, atenta directamente contra la dignidad de la mujer en su maternidad y también afecta el derecho a la objeción de conciencia, proponiendo la anticoncepción y el aborto o infanticidio en lugar de la maternidad. Amén de que nunca ha sido reconocido por ningún tribunal internacional como derecho humano

    La Unión Europea, siguiendo este procedimiento de incluir derechos espúeos y contra natura, posiblemente en el próximo aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos (10-12-21) aprueben como derecho humano el matrimonio gay, la salud sexual y reproductiva, la ideología de género, el amancebamiento, la eutanasia obligatoria para ciertas edades, o cualquier aberración que propongan los hijos de la viuda y sus dirigidos.

 

Predrag Fred Matić, autor de este proyecto, (nacido el 2 de junio de 1962) es croata socialista, miembro del Parlamento Europeo por Croacia desde 2019. Anteriormente se desempeñó como Ministro de Asuntos de los Veteranos de 2011 a 2016, en el Gabinete de Zoran Milanović.

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REDACCIÓN