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Ese excelente entrevistador que es el periodista –y amigo– Javier Navascués y subdirector de este medio publica una entrevista al conocido intelectual y tertuliano Miguel Ángel Quintana Paz sobre el proyecto conocido como “ciudades 15 minutos”. Como todos los proyectos diabólicos, de entrada parecen una broma o un chiste de mal gusto, pero encierran siempre veneno letal. Quintana Paz con la penetración que conocemos nos hace ver toda la maldad que encierra. Y en mi provocado la decisión de tocar un tema que hace tiempo tenía pensado comentar y no es otro que la última explicación de cuanto ocurre en el mundo, es decir, de la Historia que sabemos echó a andar en el Paraíso Terrenal.
Aunque tengo explicado centenares de veces que la historia empieza como consecuencia de un “dialogo”: el de la astuta serpiente con la cándida mujer de Adán… Por otra parte, desde ese nada ha cambiado en la táctica satánica y ha demostrado ser…: “¡un enamorado del DIALOGO!”. (Amor y encandilamiento que infunde a sus fieles y leales servidores; les invito a recordar a aquel primer traidor a la Cruzada que sirvió a su amo, con la revista “Cuadernos para el diálogo”). No les extrañe pues considerar de interés iniciar el tema con el breve comentario precedente que nos ayudará a conocer mejor al “enemigo del hombre” como llama San Ignacia al ángel caído.
Antes de seguir adelante vamos a elegir una imagen que nos sirva para “situarnos” rápidamente. Y, de ese modo copio al autor de los Ejercicios Espirituales quien siempre aconseja que nos ayudemos en la meditación con una imagen que llama “composición de lugar”. En nuestro caso no parece complicada la elección y, el plan de Dios, lo vamos a representar mediante las “tablas de la Ley” y el plan de Satanás, con una foto del “Boletín Oficial del Estado” (el “BOE”). Dífilamente encontraremos nada mejor para mostrar la infinita distancia entre las pocas limitaciones divinas a la Libertad del hombre y las casi infinitas trabas que van inventando sin parar los hijos de Satanás. Imposible hallar mejores símbolos para, sin gran esfuerzo, intuir la esencia diferencial de los dos “planes”.
La infinita Sabiduría de Dios considera que con solo diez mandamientos tienen los hombres marcados los límites de lo permitido y el campo de su Libertad. Por el contrario, Satanás tiene muy claro que al hombre hay que “inmovilizarlo” con centenares de miles de “leyes” y “prohibiciones”. Él “odia la Libertad” que el Creador ha regalado a su criatura predilecta –el ser humano—y el objetivo final diabólico es hacer del hombre un “esclavo inmovilizado”.
Cuando uno llega a mi edad, –a cincuenta y ocho días de cumplir noventa y cinco años—ha tenido tiempo para aprender muchas cosas que únicamente enseña la vida. Y la más importantes es no perder “nunca” de vista la razón de ese regalo de Dios o sea, la existencia en sí misma, y su objetivo final. He aprendido también que tenemos la obligación de trasmitir ese conocimiento a todo el mundo y, en especial, a los más próximos.
Entremos ahora en el tema. No podemos ignorar la existencia de dos planes o proyectos para la propia existencia, porque sentimos en nuestra carne la presión de los mismos y nos invita a pensar en ello. San Pablo lo expresó muy bien cuando dijo que, en ocasiones, “hacía lo que no quería”. Experiencia que, seguramente, no nos es ajena y no hacemos lo que quisiéramos y, por el contrario, caemos en fallos no deseados.
Pero esos dos planes son totalmente diferentes en todo: en la finalidad, en los métodos, en los resultados para nosotros… El plan divino busca nuestra felicidad, siempre emplea la verdad para guiarnos y proporciona paz al alma y alegría de vivir. El demoniaco por el contrario busca nuestra desgracia, aquí y en el más allá, intenta engañarnos siempre y lleva la tristeza al alma, Son antagónicos en todo y lo comprobaremos si tomamos un tiempo para analizar su forma de actuar.
Bastará con toma como muestra la realidad que se esconde tras los símbolos que hemos elegido para representarlos… Es aleccionador el hecho de que la Sabiduría infinita de Dios nos dictó solo “diez leyes” para regir nuestras vidas y las conocemos como “los diez mandamientos”. Por otra parte, su Iglesia, sólo nos impuso otras cinco. En total, quince leyes por parte del Creador. Sin embargo el “príncipe de este mundo” –así llama Cristo al diablo– nos van imponiendo sin parar, no decenas sino millares de leyes de tal modo que los Parlamentos, los gobiernos nacionales, regionales y demás instituciones, tienen tal “diarrea legislativa” que no paran ni una semana de “engordar el Boletín Oficial del Estado” y no hay día que no se inventen un motivo para sacar una nueva prohibición de tal modo que ya no tenemos espacio para movernos, sin chocar con una “Ley”…
Pero lo más desalentador resulta comprobar que ante semejante forma de esclavizarnos el pueblo no parece enterarse de nada y consiente que lo esclavicen sin la menor protesta. Y aún más penosa resulta la forma de tratarnos a quienes intentamos abrirle los ojos a ese pueblo aborregado: Nos tildan de reaccionarios, bunker, medievales es decir “gente del pasado que no quiere progresar” es decir para ellos la esclavitud es el colmo del progreso.
Una conclusión absolutamente pesimista pues de muestra que la inteligencia humana es de una talla preocupante, ¿Me pueden decir si son muchos los que denuestan ser inteligentes y han captado lo que llevamos expuesto o, más bien, viven en un mundo despreocupado por lo que nos espera? Les aseguro que siendo yo persona de naturaleza optimista, no consigo encontrar motivos esperar que cambie el rumbo que lleva en mundo hacia la degeneración mientras avanza la técnica a velocidad de vértigo. Sólo encuentro una explicación y la pueden hallar en el evangelio, en la frase del divino Maestro: “Los hijos de las tinieblas son más sagaces que los hijos de la luz”
Autor
- GIL DE LA PISA ANTOLÍN. Se trasladó a Cuba con 17 años (set. 1945), en el primer viaje trasatlántico comercial tras la 2ª Guerra mundial. Allí vivió 14 años, bajo Grau, Prío, Batista y Fidel. Se doctoró en Filosofía y Letras, Universidad Villanueva, Primer Expediente. En 1959 regresó a España, para evitar la cárcel de Fidel. Durante 35 años fue: Ejecutivo, Director Gerente y empresario. Jubilado en 1992. Escritor. Conferenciante. Tres libros editados. Centenares de artículos publicados. Propagandista católico, Colaboró con el P. Piulachs en la O.E. P. Impulsor de los Ejercicios Espirituales ignacianos. Durante los primeros años de la Transición estuvo con Blas Piñar y F. N., desde la primera hora. Primer Secretario Nacional.
Si, son más sagaces. Pero en ello estará su castigo porque les ciega esa antigua soberbia, que siempre los ha perdido, por la que se atreven a lo más blasfemo : el intento de emular a Dios.
Y la diferencia de los dos Planes, el del Bien y el del Mal, es la diferencia entre el Amor que reconforta y el Odio que debilita, la Luz que ilumina y la Oscuridad que ensombrece, la Soledad, esa intemperie que esclaviza al mundo y la Compañía de todo un Dios que nos libera cuando reside en nuestro corazón y nos devuelve la dignidad de nuestro origen.
Es la diferencia entre lo sublime : el Bien, la Verdad, la Belleza y lo abominable.: el Mal, la Mentira, lo Monstruoso.
Debería ser obvia nuestra elección.
Si ud. fuera realmente cristiano sabría perfectamente que son muchos los que entran por la entrada ancha que lleva a la perdición (Mt 7, 13-14) y pocos los que entran por la estrecha de la salvación, luego la acción política democrática con voto a la derecha no va sino a consolidar el mal ya hecho, con esa mayoría camino de la perdición, de otro modo, ¿cómo iba a triunfar en las elecciones?. Si ud. fuera realmente cristiano entendería Mt 24, 22 perfectamente descriptivo de nuestros días, como 2 Tm 3, 1-9 (hoy sí se da lo descrito en ella, con intensidad generalizada, no como algo inusual). Si ud. fuera realmente cristiano entendería lo que el Apóstol San Juan escribió según el Espíritu Santo, el Espíritu de la Verdad, en Jn 21, 25 y, a pesar de ello, fueron inmensa mayoría los que gritaron ¡crucifícale! (Jn 19, 14-15). ¿Alguien mejor que el Señor? ¿Quién como Dios? ¿Un político conservador, como el divorciado (Lc 16, 18; 1 Co 6, 9-10 para los adúlteros) de VOX dando lecciones de «cristiandad» «pro vida»? ¿Quienes sino los políticos son la imagen de la bestia, la imagen de satanás, sean del signo que sean, seduciendo con mentiras refinadas a los que como Eva prefieren desconfiar del único que les puede salvar?.
Si ud. fuera realmente cristiano, entendería al mismo Apóstol amado que afirmó del Señor según Jn 15, 18-19. Pero dudo que lo entienda (y si lo entiende y escribe ese artículo, peor para ud. que ya no es un joven). El mundo está muy movilizado y politizado, ya hasta a los niños se les manipula políticamente. Ese es el problema, que hay poquísima confianza en Dios y mucha confianza en la política, tarea de satanás para llevar a abortistas, entre otros muchos votantes (idólatras), al infierno eterno. Hay mucha confianza en la mentira, el engaño, la manipulación, la hipocresía, la movilización, las macromanifestaciones como las de Rajoy, hay mucha confianza en el compromiso, en la acción social, en la participación política para quemarse eternamente en el infierno en el que incluso muchos ministros de Dios dicen que no existe (*), mucha confianza en el que miente sin descanso, en definitiva (Ap 21, 8 y Ap 22, 15), que es el mismo de la serpiente de Gn 3, 1-6, el falso profeta tipificado. Parece que eso de que al árbol se le conoce por sus frutos (Mt 7, 15-20) no se consolida ni en décadas de experiencia entre los que han sido cegados por la soberbia atea ya en grado irresoluble.