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Continuando nuestro relato en esta segunda parte de la redacción, con motivo del belén expuesto en el panteón donde descansa el Generalísimo Franco, continuaremos conociendo y penetrando mediante la propia reflexión en la historia del Nacimiento de nuestro Señor Jesucristo.

Pero antes entrar de lleno en ello me permito la licencia para hablar un poco de la grandeza interior de Franco, conocedor, por otro lado, como es lógico, de las grandes enseñanzas de San Ignacio, y por lo tanto de su modo de meditación que aquí intento exponer, para que cada uno, por sí mismo, se enriquezca en el Señor. Pues, como dice el Señor a Santa Maravillas de Jesús: España se salvará por la oración. Y este es un método, entre otros, que nos ayuda a mejor orar, mejor conocer al Señor, para mejor amarle y servirle. No hay duda, como lo demuestran sus actos, que «ese gran hombre», amaba intensamente al Señor. Que encontraba en el Santísimo su consuelo, su fortaleza, sus inspiraciones, su refugio, su paz. Que incluso, anteponiendo la honra de Dios a los respetos humanos, daba orden, ante una gran necesidad, de cancelar lo programado y se expusiese el Santísimo para orar ante Él, en la Capilla del Pardo. Esta práctica de acudir ante el Santísimo ya desde su juventud lo practicaba, incluso siendo Capitán, cuando estando asediado Melilla por los moros, tendría 21 años, su confianza estaba en el Señor. Y se iba a orar ante Él, ante el Santísimo, respondiendo incluso al ser preguntado que «que iba a ser de nosotros», cuando le veían tan sereno allí orando: «estando aquí en Señor (señalando con la mano al Santísimo) que podemos temer». Relato que se puede leer en el libro de «Franco cristiano ejemplar». Testimonios hay de sus ministros, clérigos, familiares y allegados de esta vida ejemplar cristiana. ¿Qué gobernantes contemporáneos, y actuales obraba como él obraba? Ahí queda la pregunta. No hay duda que toda esta maquinación intentando tergiversar su legado y sus obras es movido por sus enemigos, que son los de Dios y de España, la verdadera Católica e inmortal. Que tenía presente en sus actos la presencia de Dios a quien sabía habría de rendirle cuentas al fin de su vida. Y que tenía por gran orgullo servir y honrar a Cristo como así nos lo dejó escrito en el primer párrafo de su Testamento:

Españoles:

Al llegar para mí la hora de rendir la vida ante el Altísimo y comparecer ante Su inapelable Juicio, pido a Dios que me acoja benigno a Su presencia, pues quise vivir y morir como católico. En el nombre de Cristo me honro y ha sido mi voluntad constante ser hijo fiel de la Iglesia, en cuyo seno voy a morir.

Aquí dejo un interesante testimonio que nos habla de la grandeza espiritual de Franco

Una vez hecho este testimonio de justicia para desagraviar y desengañar las astucias y calumnias del «enemigo y del traidor», adentrémonos ahora de lleno a llenarnos de Cristo, como él, y conociendo, como él conocía, lo que San Ignacio de Loyola nos declara en sus ejercicios espirituales sobre cómo ha de ser el texto que nos sirva para meditar o profundizar en su contenido. Concretamente en su segunda anotación nos dice:

La segunda es que la persona que da a otro modo y orden para meditar o contemplar debe narrar fielmente la historia de la tal contemplación o meditación, discurriendo solamente, con breve o sumaria declaración, por que la persona que contempla, tomando el fundamento de la verdadera historia, discurriendo y raciocinando (reflexionando) por sí mismo, y hallando alguna cosa que haga un poco más declarar o sentir la historia, quier (quién) por la raciocinación propia, quier sea en cuanto el entendimiento es ilucidado (iluminado) por la virtud divina, es de más gusto y fruto espiritual que si el que da los ejercicios hubiese mucho declarado y ampliado el sentido de la historia. Porque no el mucho saber harta y satisface al ánima, mas el sentir y gustar las cosas internamente.

Así pues, pasemos al relato fiel de la historia y aprendamos a reflexionar y profundizar en el mismo para mejor entenderla y sacar nuestras propias conclusiones.

Entre los textos más acordes a tal fin expondré uno sobre el cual trabajaremos, que por una parte es breve y por otro lado es un compendio que incluyen estudios bíblicos, textos evangélicos e introducen revelaciones místicos-proféticas no contenidas en las Sagradas Escrituras.

Antes de proceder al relato, según estudiosos del tema, sitúan que el Nacimiento del Señor fue un 25 de Diciembre. Y según el calendario bíblico calculado por los años que vivieron Adán y Eva y patriarcas antediluvianos, etc., sitúan que Cristo nació en el año 5199 de la Creación del mundo. Es de tener en cuenta que el calendario se rigen según las culturas de ciertas civilizaciones o pueblos, por lo que varían de unos a otros. Y así tenemos el calendario judío, distinto al cristiano, que tiene este último como referencia el Nacimiento de Cristo.

Aquí abajo dejo unas referencias si se quiere más profundizar en el tema.

Es de tener en cuenta que la Creación inicial de Dios, que después está la continuada, todo salió de sus Manos en un mismo y único instante de tiempo humano según costa en el Libro del Eclesiástico que nos dice «El que vive eternamente creó todas las cosas simultáneamente». Es decir, si sumamos 5199 años, la fecha en que nació Cristo, 2023 años contando desde su Nacimiento hasta el año presente, obtenemos que actualmente estamos en el año 7.222 de la Creación del mundo.

Aclarado este inciso expondremos el texto novedoso redactado por estudiosos de la Sagradas Escrituras.

Se recuerda, que si bien se irá tratando cada párrafo por separado, el primer contacto con el texto es la lectura íntegra de todo el capítulo. Es decir, se ha de leer primero completo todo. Y después se tratará párrafo por párrafo, de lo cual a medida que se vaya exponiendo se irá tratando.

EL NACIMIENTO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

Por aquellos días del año 5199, se promulgó un edicto de César Augusto mandando empadronar a todos los súbditos del imperio romano. Este empadronamiento fue distinto al que se realizó más tarde por Quirino, gobernador de Siria. E iban todos los judíos residentes en la tierra de Israel a empadronarse, cada uno a la ciudad de su estirpe. De esta manera se cumplió lo vaticinado por el Profeta Jeremías, cuando dice: un rey foráneo, sin saberlo, hará nacer al Cristo de Dios en Belén de Judá».

Ejercicio:

Aquí cada uno, por su propia reflexión, hará el trabajo de exponer de qué trata este párrafo. Qué información nos da. Qué idea nos quiere transmitir.

Una vez que uno haya hecho esto trabajo, sucederá varias cosas:

  1. Le mueve la curiosidad y el deseo a indagar en el tema. A hacerse preguntas. A moverse a conocer más. E incluso querer visitarlo. Empieza a sentirla y vivirla.
  2. No recibe luz e inspiraciones. Pero lo bueno al menos es que está ejercitando las potencias del alma y eso a nivel cognitivo es muy beneficioso.

A nivel personal, basándome en mi propia reflexión diría de que trata lo siguiente:

    1. Nos da información del año según el calendario de la Creación. Y viene la curiosidad cual sería el calendario romano de aquel tiempo, por el que se regía el imperio gobernado por César Augusto; o quién era César Augusto.
    2. El evangelista intenta situar el nacimiento en un contexto histórico, según el mundo y calendario romano que era el que se regía en el imperio, y no el judío, que era más bien propio del pueblo de Israel. Lo cual es muy curioso.
    3. También entra la curiosidad de cómo se promulgaría el edicto en aquellos días.
    4. Así que indagando se encontró esto.

El censo de Augusto – Dialnet (unirioja.es)

  1. Nos da información de cómo el pueblo de Israel acepta el mandato imperial de empadronarse. Lo que puede darse a entender que obtendría a cambio algún beneficio además de pagar impuestos. Por ejemplo, el viajar por todo el imperio sin impedimentos al ser persona legalmente jurídica.

Segundo párrafo.

José, pues, como era de la casa y familia de David, fue con su esposa María, que estaba encinta, desde Nazaret, ciudad de Galilea, a la ciudad de David llamada Belén, en Judea, para empadronarse. Y estando en Belén, aconteció que se cumplió la hora del parto. Y, no habiendo lugar para Ellos en la posada, ni en casa alguna, tuvieron que refugiarse en una gruta dedicada a animales.

Ejercicio:

Siguiendo la técnica se buscará, usando la propia reflexión, de qué trata. Una vez hecho ese trabajo podrá mirar las opiniones y reflexiones ajenas.

En este caso la reflexión personal sería:

  1. Nos da información sobre José y María: Casa o Tribu a la que pertenecía José y dónde le tocaba empadronarse; cómo estaba María en cuanto a los meses de gestación; el motivo del viaje: se hizo para cumplir lo mandado por la Ley civil del imperio; y lo que aconteció estando en Belén: se cumplía la hora del parto, el apuro y el sufrimiento de María y José que querían un lugar digno para que el Niño Jesús naciese y ver que no podía encontrar un lugar donde quedarse; y cómo el Señor, permitiendo esas contrariedades, los forzaba a salir de la ciudad e irse a las afueras; y cómo llegaron a la Cueva de la Natividad, cómo adecentaron el lugar; cómo era el pesebre: de madera, de piedra tallada en la roca o no; etc.;
  1. Puede ser que aquí, después de reflexionar sobre la información que nos da, no recibamos ninguna inspiración que nos haga sentir más la historia. Ya que eso es una gracia. Podríamos llamar a ese estado sequedad espiritual. Los motivos podrían ser varios: falta de fidelidad, probar su constancia en el ejercicio sin tanto regalo interior. Pero, por otro, otros sí reciben inspiraciones que les mueve a la curiosidad, de saber más, a comprender y sentir más la historia. Eso que San Ignacio llama consolación espiritual. Y así, esa alma consolada por Dios en que el Señor se acerca a ella tocándole con su gracia, les mueve a ser mas curiosas, a buscar más información, a ayudarle a mejor sentir y vivir la historia; a darle mayor entendimiento para mejor comprender cómo se sentiría sus personajes, a empatizar con ellos, etc.

Y así se nos ocurrirá preguntarnos:

Cómo realizó el viaje: solos, acompañados de otros grupos para que fuese más seguro el viaje para protegerse de los ataques de bandidos, etc.

En un carruaje del tiempo, con un asno o simplemente a pie.

Distancia que hay entre ambas ciudades, días que tardaron, dónde se quedaban.

Al llegar a Jerusalén, si visitaron el Templo, a parientes y a amigos y se quedaron con ellos: a su prima Santa Isabel o la familia de Lázaro. Seguramente visitarían la casa de Santa Isabel y se quedaría algún día, en la actual ciudad llamada Ain Karen, en aquel tiempo Judá de Judea, en su camino hacia Belén.

  • Cuándo llegaron a Belén, cómo cumplió el empadronamiento, motivo del viaje.
  • Cómo se sentirían María y José al ser rechazados y ver que Jesús, el Verbo Encarnado, no podían darle un lugar digno para nacer. Aquí para más sentir la historia o lo que padecieron se hará un símil situando el caso si lo sufriese una persona allegada y conocida: una madre que esta embarazada y para dar a luz. Y se ve forzada a dar a su hijo en la calle o en un lugar no muy digno. Y no recibe apoyo y ayuda cercana. Se siente abandonada.
  • Cómo el auxilio Divino sale en su ayuda inspirando a donde debían dirigirse.
  • Y que gracias a que fueron allí, a medio y largo plazo vieron que fue lo conveniente para mayor protección de ellos y cumplir con los planes Divino. Y alabarán al Señor por haber permitido esas contrariedades, el haber tenido esos obstáculos en quedarse en la ciudad. ¡Que poco conveniente hubiese sido! ¡Cómo se manifestó en ellos las Sabiduría y el Amor de Dios escribiendo derecho con renglones torcidos!
  • Favorecerían la protección y apoyo de los pastores hacia la Sagrada Familia, que fue uno de los motivos por el que se les apareció el Arcángel San Gabriel a ellos, de tal manera que además de anunciarles el Nacimiento y ser portadores de la Buena Nueva entre sus conciudadanos, llegando incluso los rumores hasta Jerusalén… les proveyeron de todo lo que necesitasen durante toda su estancia en la gruta, para que nada les faltase: comida, abrigo, leña para el fuego, vigilancia para estar atentos a sus necesidades. Le manifestaron el mayor tesoro que tenían: lealtad, cariño, desprendimientos de sus bienes para servirles… Les dieron su corazón…
  • También de haberse quedado en Belén, más que ayuda hubiese sido un obstáculo en el Nacimiento, por los favores celestiales que se prodigaron, y convenía que se realizase en el recogimiento.
  • Favorecerían la visita de su Pueblo que venían a adorarle tras la propagación del acontecimiento por los pastores.
  • Favorecería la visita de los Reyes de Oriente, y su acampada a sus alrededores, prestando y blindando la protección de la Sagrada familia hasta que se cumpliese el rito legal de la Purificación de la Santísima Virgen María y Presentación del Niño Jesús en el Templo. Aquí entraría la curiosidad en cómo se realizaría esos dos ritos…
  • Favorecer la marcha de los Reyes sin pasar a despedirse de Herodes siguiendo el aviso del Arcángel San Gabriel. Seguramente habría mandado prenderlos y matarlos.
  • Y ya finalmente favorecer la huida a Egipto, y cómo se manifestó la lealtad de los pastores que avisaron del peligro que corrían el quedarse en la gruta, cómo le llevaron a otra más segura (la gruta de la leche). Y ya como sabemos, cómo fue San José avisado en sueños por el Arcángel San Gabriel; cómo tomó al Niño y a su madre y huyeron a Egipto.
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Como vemos en tan pocas palabras, se encuentra mucha materia que tratar, indagar en la medida que el deseo y curiosidad le impulse.

Si quieres saber más, satisfacer más tu curiosidad para mejor conocer lo que sufrieron y gozaron la Sagrada Familia en su camino hacia Belén, puedes mirar las revelaciones místicos-proféticas que nos enseñan estas cosas, incluidas las discrepancias entre ellas.

Revelaciones a Videntes del Viaje de María y José a Belén [antes de la natividad] – Un Paso al Día (unpasoaldia.com)

Sobre las revelaciones de Santa Catalina Emmerick en el viaje que la Sagrada Familia hace desde Nazaret a Belén, nos da datos muy interesantes, que da respuesta a muchas curiosidades e interrogantes y nos hace conocer mejor la historia, para apreciarla más.

Catalina Emmerich Ve el Viaje a Belén, previo al Nacimiento de Jesús: el Comienzo de la Travesía – Foros de la Virgen María

Aquí debajo podrás ver las revelaciones cuando llegó a Belén; cómo se presentó en el lugar del censo; y cómo hallaron la cueva de Belén que José conocía desde su juventud y sabía que por aquella fechas no era utilizado por los pastores.

Narración de Catalina Emmerich sobre la Llegada de María y José a Belén y la Búsqueda de Refugio – Foros de la Virgen María

Es decir, teniendo en cuenta todas estas informaciones que nos proporcionan las revelaciones místicos-proféticas y los Evangelios, estudiosos bíblicos narran así el acontecimiento de la llegada de Jesús a Belén y el motivo del rechazo de muchos de sus moradores de recibir a la Sagrada Familia:

El día 24 de diciembre del año 5199, la Sagrada Familia entró en la ciudad de Belén por la tarde, y buscaron una casa de posada para alojarse; y no hallando sitio para ellos, discurrieron por las calles de la ciudad buscando a sus familiares, como también a sus conocidos, sin que nadie les admitiera. En este penoso recorrido, hallaron el edificio del registro del censo, cumpliendo ellos con este requisito legal.

Satanás, receloso de que el Fruto del vientre de María pudiese ser el Mesías Prometido, instigó a muchos de los moradores de Belén para que rechazasen a la Sagrada Familia, tratando de impedir que el Redentor naciese en la Ciudad de David como estaba profetizado. Los Santísimos Esposos ejercieron las virtudes de la humildad y de la mansedumbre, alabando y glorificando a Dios, que les hacía dignos de sufrir y merecer en beneficio de la humanidad. Como ya estaba muy entrada la noche y era llegada la hora en que María iba dar a luz a su Divino Hijo, su esposo José, con amarguísimo dolor y desgarro de su corazón, se vio obligado a buscar cobijo para su Celestial Esposa en una humilde cueva, dedicada a establo de animales, situada en Belén hacia las afueras de la ciudad, en donde nacería el Niño Dios Salvador del mundo.

Tercer párrafo:

Y a la hora de medianoche, cuando entraba el día del domingo 25 de diciembre del año 5199 de la Creación, la Divina María, gloriosamente transfigurada, dio a luz a Jesús, su Hijo Unigénito, en la Gruta de Belén. En el mismo instante que el Divino Niño brotaba fragante del vientre virginal de su Divina Madre, Ella lo acogió dulcemente en su regazo, rindiéndole profunda adoración en unión al Santísimo José, su Virginal Esposo. San José, viendo al Niño Jesús en el regazo de la Virgen María, al mismo tiempo que le adoraba, le pidió que adelantara la obra salvífica de la Reparación y Redención. Luego, la Divina María, envolvió a Jesús en pañales, y lo recostó en el pesebre de la Gruta de Belén. Aquí estuvo acompañado del asno que trajo San José, y de un buey que, hallándose paciendo en el campo, entró en la Gruta movido por Dios.

Ejercicio:

Como en las anteriores ocasiones primero por uno mismo tratará se ver de qué trata el párrafo, si le viene alguna idea, algún sentimiento que le ayude a comprender mejor la historia. A sentirla, a vivirla, a emocionarse con ella. A recibir esa «agua viva», que es la Gracia de Dios, que toque su corazón y suscite en ella un mayor amor al Señor al ver lo que hizo por nosotros. Y por otro lado cómo corresponderle.

Vayamos pues a reflexionar primero uno personalmente. Antes de acudir a otras fuentes que nos haga sentir más la historia.

En cuanto a la propia reflexión estas son las conclusiones personales:

Nos da información del momento exacto, hora y día, en que Jesús salía del Vientre Virginal de María.

Nos da información de cómo la Divina María estaba rodeada de una luz celestial, gloriosamente transfigurada. Y cómo el Niño al nacer despedía un buen olor (brotaba fragante).

Cómo acogió María a Jesús en sus brazos y la adoración que recibió tanto de Ella como el de San José.

Lo que pedía San José viéndole en brazos de María.

Como antes de recostarlo en el pesebre lo envolvió en pañales.

Y los animales que le acompañaban: el asno que trajo desde Nazaret y el buey que entró.

Así que, deseando saber más detalles que nos haga sentir y entender más la historia acudimos a otras fuentes que nos de algo más de detalles ya que no nos habla mucho de los ángeles que le rendían adoración, del gozo de Dios Padre al ver a su Divino Hijo nacido que por Obra y Gracia del Espíritu Santo se Encarnó. Para ayudarnos a entenderlo, ya que no se recibe mociones especiales podremos hacer el símil cómo se siente una madre al conocer el fruto de su vientre. Y el amor que siente al recibirlo en sus brazos.

Con todo podemos considerar lo que Cristo hizo por nosotros: quiso venir a este mundo para darnos su compañía, para cumplir su Obra Reparadora y Redentora. Y así considerando lo que hizo por nosotros como corresponder a ese Amor…

Hasta aquí es donde podemos llegar. Con todo nos viene a la mente el buscar más detalles del suceso. Y así, encontramos esta otra redacción más completa que recoge no solo lo contado en los Evangelios sino también las revelaciones místicos-profética. Vamos a ver si nos hace sentir más la historia. Ya que, tal vez, esta sea la inspiración de Dios, viendo nuestro interés. Quiere que acudamos a otras fuentes. Pues vamos a ver, que estamos muy secos y necesitamos un poco del rocío celestial:

El Domingo día 25 de diciembre del año 5199, la Santísima Virgen María dio a luz a Jesús, su Hijo Unigénito. María Santísima, en su divino parto, estaba puesta de rodillas en el pesebre, los ojos levantados al cielo, las manos juntas y llegadas al pecho, el espíritu elevado en la Divinidad y toda Ella deificada. Y con esta disposición, en Divino éxtasis, la Eminentísima Señora dio al mundo al Unigénito del Padre y suyo, nuestro Salvador Jesús, verdadero Dios y verdadero Hombre. Nació de Ella el Sol de Justicia, el Hijo del Eterno Padre y suyo, limpio, hermosísimo, refulgente y puro, manifestando las majestuosas cualidades de su Cuerpo Glorioso, dejando a su Divina Madre en su virginal entereza y pureza más divinizada y consagrada; porque no dividió, sino que penetró el virginal claustro, como los rayos del sol, que sin herir la vidriera cristalina, la penetra y deja más hermosa y refulgente. La Divina María dio a luz al Redentor del mundo, manifestando Ella, también, las esplendorosas cualidades gloriosas propias de sus Virginales Cuerpos, en virtud de la visión beatífica. También San José fue agraciado, en esos momentos, con resplandores gloriosos, mientras contemplaba el Nacimiento de su Hijo Jesús.

En el mismo instante en que el Divino Niño brotaba fragante del Huerto Virginal de su Divina Madre, Ella lo acogió dulcemente en su regazo, rindiéndole profunda adoración en unión al Santísimo José, que lo recibió poco después de manos de su Virginal Esposa. La Divina María envolvió al Niño Jesús en pañales, y lo colocó en el pesebre, mientras los coros angélicos entonaban gloriosos cantos y lo adoraban como a su Dios y Señor. Santa Ana y San Joaquín tuvieron el especialísimo privilegio de hacerse presentes, bajo apariencia corpórea, en la Cueva de Belén durante el felicísimo Nacimiento de su Divino Nieto, rindiéndole adoración. También los moradores del Seno de Abrahán así como los del Purgatorio, al serles revelado este misterio por los Ángeles, sintiéronse inundados de un gozo sublime, adorando en espíritu al Redentor del mundo. Santa Isabel y San Zacarías, admiraron desde su casa de Judá, hoy día Ain Karen, el feliz acontecimiento mediante una visión, emprendiendo aprisa viaje a Belén para visitar y adorar al Dios Humanado. La creación entera se conmovió entera de júbilo, y algunos de los habitantes de los planetas, como San Elías, San Enoc y San Moisés, fueron agraciados, también, con la contemplación de estos sagrados misterios.

Nota: Es de recordar cómo está profetizado que antes de la segunda Venida de Cristo San Elías vendría a predicar la penitencia en tiempos del Anticristo y dar fortaleza a los fieles cristianos. Y por decreto divino que todo hombre debe morir, sería martirizado. Ya se sabe no murió al ser arrebatado en un «carro de fuego» (entiéndase ángeles bajo esa forma). Por lo que indirectamente indica que realmente no estamos solos en el Universo y participan, mediante los enviados de Dios, de la Gracia de la Redención. Y es de recordar las palabras que el Señor dirigió a San Pedro preguntando este por Juan… Y este le respondió: «Si quiero que él quede así hasta que Yo venga, ¿a ti qué te va? Tú sígueme. Es decir, las Sagradas Escrituras confirman el sentir común de los científicos e investigadores que no estamos solos en el Universo.

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Los infiernos se estremecieron con ruidoso estrépito, pues el Hijo de Dios recién nacido, dando prueba de su Omnipotencia, desarmó a Satanás y sus secuaces durante un breve tiempo, dejándoles impotentes en su actuar sobre los hombres y en la más confusa desorientación.

Bueno, bueno. Parece que esto es otra cosa. Aquí nos da muchos más detalles del suceso. Espero que al igual que otros, en su lectura, hayas recibido «más rocío interior», hayas recibido mas emoción, más compresión, más admiración a conocer detalles de la historia que desconocías y que enriquece muchos más la misma: la gloria que envolvían los Cuerpos de la Sagrada Familia, la contemplación del Padre al ver su Divino Hijo, el gozo del Señor al verse en el mundo; la mutua contemplación entre Jesús, María y José gozándose al verse; la efusiva alegría; estar ya en este mundo para culminar la Redención del género humano mediante la Reparación al Padre; las visitas de familiares y entre ellos del niño San Juan, junto a sus padres Zacarías e Isabel; la alegría de los Ángeles con sus cánticos que amenizaban al Niño Dios, los cuales, anunciaron la Buena Nueva a los Pastores para que, entre otros fines, fuesen instrumentos de la Providencia Divina y no le faltase de nada la Sagrada Familia. Pues, si Dios, que es providente con todas sus criaturas, y las mantiene y alimentan, ¿Cómo iba a dejar a su Hijo más Amado, en quien tiene puesta todas sus complacencias, sin su asistencia?. Y de aquí podemos sacar la enseñanza de cómo Dios, a los que les son fieles guardando su Ley, no los abandona. Y cuando falta la ayuda material mueve a otros corazones para ser instrumentos de su Providencia y Misericordia.

En las revelaciones de Catalina Emmerick nos da algún otro detalle cómo que no fue puesto directamente en el pesebre sino encima de un manto.

Una visión de catalina Emmerich: Los Maravillosos Acontecimientos en el Orbe cuando el Nacimiento de Jesús – Foros de la Virgen María

Reflexión final.

  • Hasta aquí nuestro esfuerzo en poner de nuestra parte. Y por otro lado la gracia de Dios que, según la disposición y deseo del alma y otros motivos que viere el Señor, le iluminará o le dará más o menos luz para entender mejor el pasaje evangélico y sacar mayor gusto y provecho de ello.
  • Una vez concluido este ejercicio espiritual, el último ejercicio será volver a cada párrafo para no ver ahora de lo qué trata cada uno de ellos, sino para ver las luces, palabras que nos han hecho mejor sentir la historia, ejemplos de cómo se comportaron en la adversidad, virtudes o hábitos que hemos notado para aplicarlo en nuestras vidas y ver en ellos nuestro modelo de imitar.

Y así en la propia reflexión sería:

Primer párrafo:

La curiosidad de cual sería, según el calendario romano de aquel tiempo, el día.

Cómo Dios usó de la obediencia a la Autoridad para hacer que naciese Jesús el Belén. Y el ejemplo de sumisión de la Sagrada Familia a la Autoridad del momento.

Cómo Dios inspira incluso a los gobernantes paganos leyes justas, usándolos, aunque instrumentos ilegítimos, en su Plan Universal del gobierno del mundo.

  • En el segundo párrafo.

La curiosidad de la distancia que hay entre Nazaret y Belén, camino que tomaron, dónde se quedaron.

Los apuros de María y José al no encontrar posada ni lugar donde quedarse. Y el dolor de no tener un sitio decente dónde dar a luz, y cómo todo estaba promovido por Satanás para que no naciese en Belén.

La enseñanza como siempre que el Señor quiere dar una gracia mayor, prueba primero la fidelidad y confianza de los suyos. Cómo permite obrar al enemigo primero pero después Él siempre vence.

Las virtudes de María y José a quienes no les faltó la confianza de ser ayudados e iluminados por el Creador en esa prueba. Ya se consideró los motivos por el que quiso nacer en la Cueva de Belén y el ser también enviados los pastores para que no les faltase de nada.

Tercer párrafo y más datos encontrados posteriormente:

La puntualidad y disciplina del Señor que señaló una hora y día. Y su fervor en cumplirlo. Al igual cuando Resucitó.

La sequedad del texto que, si bien daba datos interesantes no lograba emocionar. Se recibe idea de ir a otros textos más ilustrativos. Aquí se vio que Dios permitió la sequedad para buscar en otras fuentes.

Las riquezas de detalles que ya ameniza más la historia dando más detalles sobrenaturales del hecho acaecido y cómo tanto la Corte Celestial como la naturaleza toda se lleno de alegría manifestándolos a su modo.

Esta reflexión última, no deja de ser menos importante pues, incluso queriendo recordar o saborear de nuevo los frutos de «nuestro trabajo» podrá ser que reciba más ilustración no recibida antes.

Este ejercicio, el mismo San Ignacio nos aconseja que lo practiquemos. Y así nos dice en su quinta adición:

La quinta, después de acabado el ejercicio, por espacio de un cuarto de hora, quier asentado, quier paseándose, miraré como me ha ido en la contemplación o meditación; y si mal, miraré la causa donde procede, y así mirada, arrepentirse, para enmendar adelante; y si bien, dando gracias a Dios nuestro Señor; y haré otra vez de la misma manera.

Pero no solo se queda aquí la cosa. Acaso cuando un dulce o manjar gusta a uno, ¿no quiere volver a probarlo o saborearlo con más dedicación?. Así pues se puede uno recrear en la hora de las comidas recordando la meditación de la mañana o fruto de ella, para así elevar en esos momentos también el pensamiento, como dice Santa Teresa de Jesús, que nos enseña: Eleva el pensamiento, al cielo sube. Por nada te acongojes, nada te turbe. Y es más, cuando ya, en el rezo del Santo Rosario lo anuncies, procura detenerte en el misterio e intenta recordar lo que ya aprendiste de él, y así el Rosario no sea más aburrido sino más ameno. Y así imitarás en ese modo al Señor, a María y José en la vida contemplativa. ¿O crees que cuando la Virgen visitaba en vida los lugares Sagrados no rememoraba lo acaecido allí y «guardaba esas cosas en su Corazón?».

Aprendamos a orar de verdad, con corazón lleno de sencillez, de amor, de entrega pues,

ESPAÑA SE SALVARÁ POR LA ORACIÓN

Quisiera antes de terminar aconsejarte un libro, en que estás enseñanzas, que aquí ves reflejado, allí se incluyen, y muchas enseñanzas más, tomados y basados no solo de las grandes enseñanzas «del Capitán de Loyola», sino del gran espíritu militar español reflejado en sus Decálogos.

Pues como se dice: el verdadero español es mitad monje y mitad soldado. Este libro se titula «Las Reglas del soldado de Cristo» en sus dos versiones: la primera de 2022 y la segunda ampliada y corregida de 2023. De este libro se ha hecho un comentario crítico muy positivo en la revista «Publisher Weekly». Y así nos dice en la reseña aparecido en septiembre, en la página 90, de este año 2023:

LAS REGLAS DEL SOLDADO DE CRISTO.

Onésimo García nos brinda una perspicaz y detallada exploración de la lucha interna que cada individuo enfrenta en su búsqueda por la mejora espiritual y la reconciliación con la fe perdida. Con UNA rica amalgama de elementos inspirados por las enseñanzas de San Ignacio de Loyola, los decálogos militares y una visión profundamente arraigada en la misericordia divina. García crea un manual magistral que trasciende las fronteras de la literatura espiritual habitual. García estructura hábilmente su obra en diferentes secciones, cada una enfocada en aspectos cruciales del crecimiento espiritual y la recuperación de la creencia. A través de un enfoque paralelo entre la disciplina del soldado y la vida espiritual, el autor establece un vínculo inquebrantable entre la determinación del guerrero y la entrega devota al servicio de Cristo. Esta simbiosis esencial se manifiesta en la adaptación del Decálogo militar a la vida cristiana, una innovación notable que ilumina la manera en que cada uno de nosotros puede comprometerse plenamente con la causa divina, con coraje y compromiso. El discernimiento de los pensamientos y lucha contra los escrúpulos a través de las lentes de las enseñanzas de San Ignacio muestran una profunda erudición y compresión de la psicología humana y su relación con la espiritualidad. La presentación de reglas para conocer mejor a las personas y superar las impresiones superficiales demuestra la sofisticación analítica del autor y su capacidad para llevar conceptos abstractos a la vida cotidiana. La sección sobre la meditación de la Historia Sagrada revela la destreza de García al guiar a los lectores en un viaje de reflexión y contemplación admirables. Su método para extraer significado y provecho de pasajes bíblicos muestran un enfoque pragmático hacia la meditación, lo que facilita que los lectores se sumerjan en la narrativa sagrada y la apliquen en sus propias vidas. El autor logra tejer estos elementos en una trama coherente que educa, edifica y transforma. Su habilidad para presentar conceptos complejos de una manera accesible y comprensible demuestra una maestría en la comunicación. Las reglas del soldado de Cristo, a través de su análisis meticuloso y su enfoque exhaustivo, proporciona un Faro para aquellos que buscan un camino hacia la virtud y la conexión espiritual. Onésimo García a creado una obra original y destacable en el género de la literatura espiritual que es igualmente interesante para lectores de cualquier género.

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Os dejo aquí la película de San Francisco de Asís. Gracias a él podemos amenizar cada Navidad nuestros hogares con la representación del Belén, que fue idea original suya. Fue un ejemplo vivo de saber renunciar a todo por seguir a Cristo, a costa de sufrir la pobreza, la heroicidad en máximo grado. Tenía la confianza de que siendo fiel a Dios, Él le asistirá, le ayudará y como, la Sagrada Familia, recibirá ese apoyo providencial para que el buen obrar siga adelante.

Onésimo García

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