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Leo con atención el artículo de don Eugenio Fernández Barallobre, de fecha 20 de agosto 2023, publicado en este medio, y no puedo por menos que decir algunas cosas.
La primera y principal, que nombrar a José Antonio por un triunfo deportivo no tiene un pase. Sobre todo, y a mi entender, porque una de las manifestaciones de nuestra decadencia como nación es la obsesión enfermiza por ser los mejores en cualquier disciplina deportiva, como gran escaparate mediático que es hoy el deporte en general. Recurso de quienes no pueden ser mejores en cosas más importantes como en investigación y desarrollo, producción, nivel de vida, etcétera.
Una obsesión enfermiza con enfermos declarados como Ricky Rubio, entre otros, que declaraba que toda su vida deportiva la ha vivido con un grado de ansiedad grande por estar permanentemente al más alto nivel. Sin descartar a quienes la enfermedad ya les apunta, como es el caso de Carlos Alcaraz, obsesionado por estar en todos los frentes, que en una entrevista de hace unos días declaraba: “no recuerdo nada en mi vida que no sea el tenis”. Sin descartar a los enfermos camuflados como serían esas dos “joyas” de España para muchos: Nadal o Carlos Sainz (padre).
Hablamos de una obsesión decadente que nos lleva a ser el país que más extranjeros importamos para que nos representen en distintas disciplinas deportivas… Africanos subsaharianos, sudamericanos, etíopes y marroquíes representando a España, sin que sus triunfos despierten mayor ilusión. Gentes que han venido en busca de la bolsa y la vida.
Por no hablar del deporte rey, ahora también reina, aunque sea reina roja, el fútbol, en el que nuestros equipos son quienes más extranjeros fichan, al margen de sus posibilidades en los diferentes campeonatos que se celebran. Siendo muy significativo que cualquier equipo de Tercera División tiene en su plantilla extranjeros, y en los equipos punteros de Primera División (Real Madrid y Barcelona CF) apenas hay españoles. Por no hablar de los equipos cuyos dueños son extranjeros, que cada vez son más: Granada CF, Jerez CD, Málaga CF, Real Racing Club de Santander, Real Oviedo, Alcorcón, Valencia CF, RCD Mallorca, RCD Español, Albacete Balompié, Real Valladolid CF… El fútbol ha sido prostituido por los Florentinos, Gaspares, Laportas, Bartomeus, Gilis, Nidos, Loperas….
Por eso, más allá de entusiasmarse por los triunfos que consiga el deporte español, la seriedad obliga hacernos la siguiente pregunta: ¿qué se ha hecho del deporte como disciplina lúdica y educativa?
Dice José Antonio en el momento más grave y trascendental de su vida… “Me asombra que, aún, después de tres años, la inmensa mayoría de nuestros compatriotas persistan en juzgarnos sin haber empezado ni por asomo a entendernos, y hasta sin haber procurado ni aceptado la más mínima información”.
Y aunque ese asombro está referido a quienes no había comprendido lo que era la Falange, a la que combatían “entre la saña de un lado y la antipatía del otro”. Entiendo que este mismo asombro se puede aplicar a quienes admiradores de él, le juzgan sin la debida atención, no le han entendido suficientemente ni se preocupan en aceptar la más mínima información.
Se han afincado a lo fácil, a lo meramente aparente. De ahí, la frase estúpidamente manida de “inasequibles al desaliento”, que casi siempre se la he oído a los más desalentados. Frente a la frase menos conocida, que debería ser norma y guía de todo joseantonianista, que no otra que “recorrer la vida por el amargo camino de la crítica, aunque siempre sea amargo el criticar”. Y la crítica, no como afán de salir a todos los encuentros vengan de donde vengan, sino como juicio que responda al análisis de los argumentos e ideas con los que hay que lidiar.
Señor Eugenio Fernández Barallobre, la empresa nacional que propone José Antonio no está en los triunfos deportivos, por más entusiasmo que a usted y a la esposa de Felipe VI les haya causado el triunfo deportivo de unas chicas a las que les ha dado por jugar al fútbol… España no volverá a ser grande porque ganemos muchos campeonatos deportivos. Más bien al contrario.
Don Eugenio Fernández Barallobre, la Selección Nacional de Fútbol femenino, campeona del mundo, no es parte de la empresa para que España vuelva a ser grande como en sus mejores tiempos.
Sinceramente, y con todo respeto, creo que se ha pasado… Su emoción no contenida le ha jugada una mala pasada. Al margen de esto, le leo con interés.
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Bueno, la politica feminista y bruta de lo politicamente correcto ha terminado con la alegria de tener un equipo de futbol campeon de mundo sustituyendolo por un miserable ataque contra un imbecil calvo que ha sido utlizado como ariiete para opacar el triunfo de las señoritas futboleras