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Mal le pese al PP, VOX es el único partido que está siendo leal a sus seguidores y a los postulados por la defensa de la Constitución, inflexible y congruente en su compromiso por el bienestar de los ciudadanos. Al contrario que con Feijóo. Los votantes del PP, aun perplejos por la deriva de sus dirigentes, pueden estar obligados a reflexionar sobre los últimos movimientos que apuntan a utilizar los votos para entregar ciudades y autonomías a la corrupción socialista. Feijóo demuestra así cómo usar torticeramente la voluntad de su potencial electorado que si fuese digno e inteligente no se prestaría a esa estafa que se pergeña desde Génova.
Da asco el nacionalista camuflado, de hecho su cara es una mueca permanente de repugnancia y refleja la detestable fisonomía de un traidor a su partido y a sus votantes. Un histórico traidor que como tal se describirá para la Historia. Es un submarino nacionalista partidario del estado plurinacional con que eufemísticamente Sánchez pretende romper la unidad histórica. Un parásito complaciente de la rendición ante Sánchez dispuesto a pactar con ETA y empatizar con el independentismo, amigo de relaciones con narcodictaduras y enmascarado con disfraz de liberalismo que cada vez le incomoda más hasta el punto de despojarse de él previas las elecciones Municipales y Autonómicas. Su rol de centroderecha está amortizado y no oculta más sus intenciones de repartirse con el PSOE el podrido pastel institucional. No hace ascos a la corrupción ni a la compra de votos, no tiene escrúpulo ninguno siendo un miserable que ha engañado sin reservas con la excusa de no aliarse con VOX. El amigo de narcos que apestaba a ultra en Galicia y trajo su hedor a la política nacional, es el mejor aliado del criminal Sánchez en el peor momento para España. Los pactos de la vergüenza ya están firmados y rubricados como fue la entrega del Tribunal Constitucional a la ultraizquierda togada. El proceso está encauzado desde hace tiempo y se acelera para ser el tonto útil del sanchismo.
El aldeanista devenido de la autonomía gallega , donde impuso el bilingüismo en detrimento del castellano, se desmarca de las previsibles políticas liberales para mimetizarse con las radicales socialcomunistas, asumiendo las ideológicas sectarias y las que arriesgan el propio orden constitucional. Votar a esa mueca de asco andante que es Feijóo es votar a perpetuidad la ultraizquierda tramposa y criminal que saquea España, con todo tipo de artimañas, desde hace cinco años.
Sin ningún escrúpulo aflora la fetidez de Núñez Feijóo cuyas maniobras sin disimulo apuntan a la complicidad por la destrucción institucional, social y económica que podría acelerarse con los compromisos de cesión del repugnante candidato. La excusa es evitar que la «ultraderecha» tome influencia con un VOX pujante en defensa del verdadero liberalismo y de los equilibrados valores en defensa de 40 años de democracia y de cuanto supone el hito histórico de un progreso y una convivencia ejemplares a pesar de sus sombras. Feijóo hace suya la excusa del traidor que toma como propia la demonización del adversario democrático, para practicar el juego sucio de la ultraizquierda contra la participación normalizada de millones de ciudadanos tildados falazmente de fascistas con el fin de justificar las agresiones que no se han condenado. Ante la violencia, permanece callado como un muerto.
Feijóo es todo lo detestable que parece ser por cuanto más se sabe de sus estrategias preelectorales, negociando cambalaches con los enemigos de España en el gobierno, y por lo que aún no se conoce llevando en la atravesada mirada el reflejo de una traición que podría sumir a España en los más negros presagios de sus pasadas e históricas sombras.
Votar al PP es votar al PSOE, quieran o no quieran entenderlo los que piensan dar a Feijóo un voto para la desastrosa continuidad de los destrozos socialcomunistas.
Autor
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Editor de ÑTV ESPAÑA. Ensayista, novelista y poeta con quince libros publicados y cuatro más en ciernes. Crítico literario y pintor artístico de carácter profesional entre otras actividades. Ecléctico pero centrado. Prolífico columnista con miles de aportaciones en el campo sociopolítico que desarrolló en El Imparcial, Tribuna de España, Rambla Libre, DiarioAlicante, Levante, Informaciones, etc.
Dotado de una gran intuición analítica, es un damnificado directo de la tragedia del coronavirus al perder a su padre por eutanasia protocolaria sin poder velarlo y enterrado en soledad durante un confinamiento ilegal. En menos de un mes fue su mujer quien pasó por el mismo trance. Lleva pues consigo una inspiración crítica que abrasa las entrañas.
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La deriva del PP les ha llevado a derroteros que ni siquiera ellos conocen ; sus dirigentes harían bien en ser honestos y cambiar las siglas del partido ó crear un nuevo partido , ya que lo que no es admisible es que se aprovechen de unas siglas que ya no reflejan lo que de facto están haciendo.