Nunca una moción de censura que no ha prosperado, ha sido tan válida y útil, como la de Vox. Por Javier García Isac

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Hemos asistido a otro gran esperpento que nos deja la política española. No es nada extraño, nada nuevo, que el parlamento español nos ofrezca espectáculos poco edificantes, poco gratificantes. Aceptamos como normal aquello que debería escandalizarnos. Llevamos dos días debatiendo sobre la moción de censura propuesta por Vox, y con el resultado esperado de que esta no saliera adelante. Es tiempo de hacer balance y valoraciones de lo que hemos escuchado y visto.

El gran triunfador de la moción de censura, a pesar de que esta no prosperara, es, sin lugar a dudas, Vox. La formación que lidera Santiago Abascal ha mostrado contundencia en el discurso y ser una alternativa muy sólida al gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Un gobierno desquiciado, un gobierno que no lo pondrá nada fácil, un gobierno que seguirá adelante con el golpe institucional que han puesto en marcha y cuyo objetivo final es el de perpetuarse en el poder. Vox se convierte en el triunfador moral del debate y el que, sin lugar a dudas, mas rédito político saca. El ciudadano medio percibe que solo Vox planta cara al gobierno social comunista, mientras otros van a rebufo, pensando en una hipotética vuelta al bipartidismo.

Si hablamos de triunfadores, tenemos también que referirnos a los grandes perdedores de la moción de censura. Sin lugar a dudas, Partido Popular y Ciudadanos, con su «cobardía» y su puesta de «perfil», sin ellos ser conscientes, son los perdedores del debate. Mucho discurso brillante, muchas críticas al gobierno, mucha queja, para al final no apoyar la propuesta de Vox. Su estrategia es equivocada pensando única y exclusivamente en sacar rédito de todo lo que hacen, y debieron entender que apoyar a Vox, no les reportaba nada a ellos, y ese es el grave error que cometieron. Todos teníamos claro que la moción no prosperaría, pero la importancia de la misma radicaba en conocer las posiciones de Ciudadanos y ,muy especialmente, del Partido Popular. La jugada les ha salido mal. La gente empieza a estar muy harta de las dudas de Casado, de su inacción, de sus brillantes e ineficaces discursos, donde dice una cosa y luego hace lo contrario. Vox es percibido como la única y verdadera oposición, frente a un Partido Popular desnortado y carente de liderazgo, perdido en luchas internas y maniatado en lo ideológico, con una mal entendida centralidad, que les hace ser una fuerza inoperante, frente al rodillo social comunista del gobierno. La gente busca y necesita contundencia frente a Sánchez y Pablo Iglesias, una contundencia y una respuesta que el Partido Popular ni puede ni sabe dar.

Los «otros» perdedores del debate fueron el gobierno y sus socios. Vox consiguió evidenciar el peligro que para la democracia, la libertad y la propia existencia de España, suponen el gobierno social comunista del dúo Sánchez e iglesias. El gobierno de España se pone fuera de la ley, al utilizar al CNI como herramienta partidista y como excusa para atacar a rivales políticos. El Partido Socialista y sus aliados quieren destrozar la democracia y a España, con la complicidad del Partido Popular que, de una forma ingenua o malvada, sigue pensando que nada de lo que pasa tiene que ver con ellos, siguen pensando en resucitar el cadáver del bipartidismo. Ahora resulta más necesaria que nunca dar la batalla ideológica y cultural que nunca se dio, es más necesaria que nunca la resistencia política en la calle, y es más necesario que nunca romper los esquemas políticos que hasta ahora teníamos. Con la muerte del bipartidismo, ha muerto también la creencia en un voto útil, que solo lo era para el que lo recibía, pero nunca para el que lo daba. Un voto útil que se ha demostrado era el mas inútil de todos los votos. Un voto útil que nunca supuso cambio alguno, más que en cuestiones muy secundarias y casi me atrevería a decir que anecdóticas.

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Pocas veces una moción de censura que no ha prosperado, ha sido tan válida y útil, como la que Vox ha planteado estos días en el congreso de los diputados, una moción que ha servido para que todos sepamos y conozcamos quién es cada cual.