Getting your Trinity Audio player ready...
|
La alianza de Inteligencia Five Eyes puso de manifiesto que el gobierno de Xi Jinping silenció a los médicos, eliminó pruebas de laboratorio y se negó a dar muestras vivas a los científicos internacionales
Las advertencias se silenciaron y no se comunicaron a otros países hasta que John Mackenzie, un cargo del Comité de Emergencia de la Organización Mundial de la Salud, ofreció esta información después de que las autoridades de Pekín hubiesen ocultado los datos hasta el 11 de enero del 2020.
https://www.ft.com/content/8ede7e92-4749-11ea-aeb3-955839e06441
la OMS difundió idénticas consignas a las lanzadas por China y apeló, en palabras de Tedros Adhanom, al compromiso y la transparencia mientras colaboraban en la omisión de datos.
Son numerosos los informes que apuntan en esa dirección.
Uno de los más llamativos es el realizado por la alianza de inteligencia Five Eyes, en la que participan países como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda y Australia. Este documento puso de manifiesto que el gobierno de Xi Jinping silenció a los médicos, eliminó pruebas de laboratorio y se negó a dar muestras vivas a los científicos internacionales.
La OMS ha generado mucha incertidumbre en la búsqueda de soluciones poco o nada atinadas.
David Nabarro, el responsable de la OMS en Europa, animó a los gobiernos a no recurrir al tan criticado confinamiento como método principal para controlar la transmisión del virus, alegando que, con esa medida, lo único que se consigue es que la gente pobre sea mucho más pobre. Son declaraciones que contradicen, una vez más y en líneas generales, lo dictado por la OMS.
A base de contradicciones en exceso actúa la OMS.
La OMS ha demostrado muy poca transparencia y errores de cálculo en su gestión.
La OMS pide revisar, como preparación para futuras pandemias, el papel y el impacto de las restricciones, así como la coordinación de este tipo de medidas.
https://www.who.int/es/news/item/15-09-2022-who-responds-to-the-lancet-covid-19-commission
Por otra parte, el cáncer mata a muchas más personas cada año en los países occidentales que el covid-19 en su apogeo, la tuberculosis mata a 1,6 millones de personas cada año (mucho más jóvenes que el covid-19) y la malaria mata a más de medio millón de niños al año (apenas afectadas por el covid-19.
Cada dos minutos, la malaria mata a un niño menor de cinco años.
Sin embargo, dado que la OMS define las pandemias de manera poco rigurosa, no es díficil suponer que una gran burocracia que depende de las pandemias para justificar su propia existencia, y que invirtió mucho en la vigilancia de nuevas cepas de virus, haya encontrado razones para declarar muchas más pandemias en el futuro.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3127275/
La OMS lo que busca es el liderazgo en la gobernanza, y para ello requiere del financiamiento y de herramientas que lo hagan posible.
Pero este tratado, las convenciones y acuerdos sólo entrarán en vigor si los estados y España deciden aceptarlo.
El informe3 del Grupo de Trabajo sobre Financiamiento Sostenible (WGSF) de la OMS presentado a la declaración política de la tercera reunión de alto nivel de la Asamblea General sobre la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles WHA75 establece recomendaciones adicionales para mejorar el modelo de financiación de la OMS, incluida la exploración de fuentes de financiación nuevas, ágiles e infrautilizadas, como las del sector privado, de acuerdo con el Marco de compromiso con los agentes no estatales (FENSA) con independencia del grado de madurez de nuestro sistema de salud y del desarrollo económico.
Lo que de forma irrefutable indica que multimillonarios, inversores en el sector salud en los mercados, pueden incidir de forma directa en las decisiones de la OMS e influir en las medidas que los ciudadanos deben cumplir. Y a estos multimillonarios inversores privados, nadie los ha votado.
Por lo que es evidente que la mejor forma que un gran inversor privado puede encontrar en este mundo para obtener un gran retorno en el sector salud, es influir en las decisiones que pueda adoptar la OMS, poniendo su propio dinero en una apariencia de filantrofía ficticia.
Este entramado de inversores particulares, sociedad civil, organizaciones privadas que en un futuro pretenden interactuar con mayor fuerza legal con la OMS, han oscurecido la posibilidad de distinguir claramente la utilización de los recursos económicos de forma realmente efectiva en términos de salud.
También la OMS debería de haber sido susceptible de ser enseñada y de aprender en lugar de propiciar la censura de todo médico o científico que cuestione medidas y lo haga con fundamento en la ciencia real y efectiva.
La OMS tiene tendencia a no gestionar correctamente sus recursos.
Las medidas mínimas necesarias nunca son suficientes para la OMS, no simplifica los procesos, ni los racionaliza para evitar el despilfarro.
Agrede los principios y valores de la salud comunitaria, limitándose a agregar costos de todo tipo, sin que sus estrategias hayan tenido éxito.
Las metas de la OMS no están asociadas a ningún indicador que no sea una previsión matemática sobre una posible pandemia de la que se desconoce todo, obviando siempre que la especie humana tiene una inmunidad natural forjada durante millones de años.
La OMS no ha querido tener en cuenta este tipo de factores fundamentales en sus previsiones para materializar sus decisiones, censurando las informaciones relativas a inmunidad natural u otras, como hemos visto a partir de 2020.
Sus soluciones han sido siempre inconexas.
El hecho de disponer de recursos no ha implicado que se hayan obtenido resultados ni en la cantidad ni con la calidad necesaria.
Muy al contrario las medidas propuestas durante el primer año y medio causaron la pobreza de cientos de millones personas y como consecuencia enfermedades colaterales y daños graves a la salud en mucho mayor grado de las que hubiera causado la Covid en personas menores de 70 años.
La OMS jamás ha tomado en cuenta los resultados no deseados, que no sólo consumieron recursos sino que no contribuyen a unos resultados de mejora de la salud.
Ahora pretenden aumentar los costos pasando de los 3 mil quinientos millones actuales hasta los 10 mil quinientos millones anuales.
En términos de servicios de salud las soluciones que ha propuesto la OMS no han sido eficientes y ahora pretende reforzar ese mismo sistema ineficiente con promesas para obtener más financiación, siempre al amparo de situaciones de extrema crisis que demandan medidas urgentes, pero que en la realidad ellos mismos crean de forma artificiosa, aumentando las enfermedades de forma colateral por causa de las medidas que imponen.
La OMS no maneja los recursos bajo una óptica científicamente fundamentada.
Aceptó el estudio de Corman y Drosten sobre las PCR en menos de 24 horas, sin que hubiera tiempo para que fuera revisado y con más de 10 fallas científicas revisadas por pares.
https://www.who.int/docs/default-source/coronaviruse/protocol-v2-1.pd
No está clara la petición de un aumento hasta los 10 mil quinientos millones anuales que pretende la OMS, dinero que demandan en base a futuribles que de forma artificiosa fomentan.
La OMS siempre habla de mejora en la eficiencia operativa pero únicamente aplica medidas que aumentan los despilfarros.
Jamás han intentado reducir el gasto sanitario.
Si un medicamento era barato aunque formara parte de los medicamentos esenciales como por ejemplo la Ivermectina, había que ejercer la censura sobre su uso, en cambio si costaba miles de euros como por ejemplo el remdesivir, más de 2000 euros por paciente, lo fomentaban.
La OMS nunca ha utilizado los recursos económicos de manera eficiente. Los números reales no aportan ninguna evidencia de que con más dinero vayan a proporcionarnos una mejor salud. Y ahora la OMS quiere un tratado y una modificación del reglamento sanitario internacional como base, para solicitar un aumento de hasta 10 mil quinientos millones, para su financiación.
La totalidad de las recomendaciones hechas por la OMS han sido hechas por personas no necesariamente expertas en los temas, censurando a médicos, científicos y catedráticos de la mejores universidades del mundo.
La corrupción tiene un nivel más alto de sofisticación en los países con más desarrollo, al contrario de lo que se pensaba hace solo una pocas décadas.
La corrupción como hemos visto en los países más desarrollados tiene su amparo en documentos legales, en la complicidad de personas con poder y personajes con alto nivel económico o con mucha preparación pero con pocos escrúpulos.
Escándalos, licitaciones sin publicidad, irregulares de urgencia, y oportunistas que obtenían millones por su intermediación en la compra de material sanitario han sido muestras del nivel de corrupción.
La corrupción se ha implantado a nivel mundial causando sufrimiento, dolor y muerte a millones de personas.
Las personas no tuvieron acceso a los diagnósticos y tratamientos oportunos, censurando cualquier investigación o aplicación de tratamiento temprano. Quedaron en casa obligadas y casi abandonadas.
Para evitar este tipo de situaciones la OMS debería haber implantado la educación de la transparencia y en su lugar pretende reforzar la censura. De nuevo artificiosamente propone una lucha contra la infodemia y la llama desinformación, aún cuando esa información la genere un Premio Nobel.
Al censurar informaciones sobre compras masivas de equipos o medicamentos, o sobre fraudes detectados, hace que los ciudadanos no tengan canales para denunciar tales violaciones-
La mayor gobernanza que quiere la OMS se traduce en poderes absolutos que permiten el abuso de derecho mediante la permisividad por parte de los estados.
No podemos afirmar que el tratado y la reforma del reglamento Sanitario Internacional tengan su fundamento en necesidades reales y beneficios probados, ya que no lo han demostrado en el pasado.
La gestión que ha venido haciendo la OMS del dinero no ha incrementado la salud y hemos podido comprobar que no iban encaminados en esa dirección, por mucho que lo aparenten.
¿En caso de una ‘pandemia’, el tratado de la OMS reemplazaría la constitución de cada país?
No
De acuerdo con lo establecido en el artículo 79 de la Constitución de la OMS, España es parte de la Constitución de la OMS.
España depositó el instrumento de Ratificación de la Constitución de la OMS ante el Secretario general de las Naciones Unidas en Nueva York el día 28 de mayo de 1951.
España aceptó las enmiendas a los artículos 24 y 25 de la Constitución de la OMS el 4 de noviembre de 1959. Dichos artículos modificaron los miembros del Consejo siendo 24 personas en lugar de 18 y España aceptó asimismo que se cambiaran los períodos de elección.
El hecho relevante es que al haber sido publicado en el BOE con la finalidad de hacerlo público para conocimiento general en Madrid, el 25 de abril de 1973, dicha constitución de la OMS pasa a tener los mismos efectos que la normativa interna.
La OMS podría imponer bloqueos, regímenes de prueba, hacer cumplir las intervenciones médicas y dictar todas las prácticas de salud pública.
En el artículo 2 inciso S) de la constitución de la OMS, ésta se atribuye la competencia de establecer y revisar, según sea necesario, la nomenclatura internacional de las enfermedades, de causas de muerte y de las prácticas de salubridad pública;
En el inciso T) de este mismo artículo 2 se atribuyó la competencia de establecer normas uniformes de diagnóstico, según sea necesario.
Las competencias que se atribuye la OMS que obligan a los médicos a practicar actos no éticos, desborda las posibilidades de honestidad de esta institución.
Además la OMS emitió la guía sobre el uso de ventiladores mecánicos para los países socios, que hizo que más del 97 % de las personas mayores de 65 años que recibieron ventilación mecánica de acuerdo con esta guía murieran. Fue John Ioannidis quien mediante un estudio sobre la tasa de mortalidad por Covid, que consiguió publicar en el boletín oficial de la OMS acusaba de que si no se hubieran dado estas intubaciones tempranas, la tasa de mortalidad se habría reducido.
Firmar el Tratado de Pandemia, significaría la aprobación para orquestar cambios notables en los derechos humanos, que únicamente beneficiaría a los pseudo filántropos. Para ello el tratado busca aumentar la burocracia internacional poniendo mayor énfasis en las vacunas, a las que han tenido que cambiar la definición, porque no son atenuadas y tampoco inmunizan. EL tratado pretende dar más derechos al director general de la OMS, para declarar emergencias internacionales, aun cuando no revistieran gravedad. Ya que el concepto de pandemia ya no depende de la gravedad de las enfermedades, sino de la propagación sobre todo de las enfermedades respiratorias.
EL Tratado que volverá a ser revisado y cuyo borrador se presentará en la asamblea general en el segundo trimestre de 2023, pretende atribuir competencias para:
-Recomendar o incluso exigir cierres de fronteras,
-Recomendar restricciones de viaje para individuos,
-Imponer medidas recomendadas por la OMS que, según la experiencia de Covid-19, que pueden incluir «confinamientos», cierre de negocios, interrupción de la vida familiar y viajes internos, máscaras y vacunas obligatorias.
-Imponer la censura mediante el control o la restricción de la información.
El control directo de la OMS sobre las pandemias cuentan con un fuerte respaldo de los financiadores del sector privado de la OMS-
Con el Tratado la pretensión es tener dos mecanismos de intervención; el Reglamento Sanitario Internacional y el Tratado.
Ell grupo de trabajo del G20, el Banco Mundial y la OMS sugieren que se requiere un presupuesto anual adicional de 10.500 millones de dólares para la preparación para una pandemia.
En la Salud, la calidad y la eficiencia deben ser los valores que se generan entre el contacto de los médicos y sanitarios con los pacientes, éstos deberían ser los valores que forjan la calidad del sistema, pero esta calidad es imposible conseguirla cuando desde Ginebra o Nueva York pretenden imponer un diagnóstico.
La buena medicina es individualizada.
Si la persona estaba enferm iba al médico, sin embargo en los últimos tiempos hemos pagado 10.500 millones anuales para que la OMS nos dijera que “cuando estés mal te quedes en casa”.
No existe para la OMS el concepto de que el paciente sea participativo, para la OMS el paciente es sometido.
Se prohíben los tratamientos con medicamentos conocidos que ya no ostentan derechos de patente y se reemplazan por otros de costes desorbitados cuyos resultados son pésimos.
La OMS no se ha centrado en las necesidades de los pacientes y mucho menos en los ciudadanos sanos, a los que ha tratado como enfermos.
La máxima “quédate en casa” ha impedido un mejor seguimiento y control de los pacientes, ha generado un incremento de depresiones, trastornos de ansiedad y suicidios y ha contribuido a crear una recesión económica y precariedad laboral, con los cierres de negocios.
España tiene mucho que perder con este tratado,en términos de autonomía, soberanía y derechos humanos y además se verá obligada a financiar pero también puede negarse a ratificar.
La negativa haría que el tratado sea inviable y que sea innecesaria la dependencia.
Como médicos no necesitamos que nos digan el diagnostico de nuestros pacientes, no necesitamos pagar por un servicio que no necesitamos, no necesitamos que desde Ginebra o Nueva York nos dicten las causas de muerte de los enfermos. Somos médicos.
España cree que está pagando por la prestación de un servicio, Pero puedo asegurar que nuestros sistemas de salud nacional externa e interna no requieren de pagar servicios internacionales que han demostrado que son fallidos a nivel científico y médico.
Es hora de reivindicar que somos médicos y no creemos que este tipo de regulaciones sesgadas por las interés privados y sus conflictos de intereses puedan beneficiar en lo mas mínimo la salud de nadie.
El significado real del Tratado de Pandemia es que su aprobación significaría una ratificación y aprobación de todo lo que el mundo ha vivido en los últimos dos años y medio durante el COVID-19. Bloqueos y confinamientos de cientos o miles de millones de personas. Un barniz al que dio su aprobación la OMS tras ser implementada por China unas medidas que jamás habían sido aplicadas en la historia de la medicina, encerrar a millones de personas sanas.
Autor
Últimas entradas
- Actualidad26/12/2023Reinventando la historia. Magnicidio frustrado. Por Fernando Infante
- Destacados15/08/2023Lepanto. ¿Salvó España a Europa? Por Laus Hispaniae
- Actualidad15/08/2023Entrevista a Lourdes Cabezón López, Presidente del Círculo Cultural Hispanista de Madrid
- Actualidad15/08/2023Grande Marlaska condecora a exdirectora de la Guardia Civil