Sentido de la vida. Por Gil De la Pisa Antolín

España durante la “odiada Dictadura”, como consecuencia de haber sido la nación  católica por antonomasia, apenas conocía los suicidios… (consecuencia natural de la  Fe es que el hombre tiene “sentido de la vida”). Luego trataré de recordar en qué  consiste. 

Sin embargo, ahora, como ya somos “un país” pero, sobre todo, un “país  progresista”, nos hemos puesto –o nos estamos poniendo– a la cabeza de las naciones con más gente que se ahorca, se tira al tren o se pega un tiro. Y es que, el  progreso, resulta ser la autopista que lleva más rápida y directamente al infierno. 

Los “analfabetos” de otros tiempos esperaban a la señora de la guadaña,  generalmente, con más paz y mayor claridad de ideas y la esperaban después de haber  recibido los “últimos sacramentos”. Pero de verdad, no como ahora que se los  administran en las esquelas, –no los sacerdotes en la cama– y mueren como los  animales, sin acordase de que les espera el Juez Supremo. Por otra parte dudo que  muchos sepan ya lo que es el “Viatico” y la “extremaunción”, Ésta, según el  magisterio de la Iglesia, anterior al Vaticano II, se administraba exclusivamente a los  “moribundos”, nunca a quienes tienen muchos años, por el hecho de ser viejos y estás  sanísimos. 

¿Qué es “el sentido de la vida” de la que tanto se habla? La explicación es muy  sencilla. Una persona tiene sentido de la vida, y es inteligente, cuando conoce la razón  por la que vive, y sabe cuál es su principal y verdadero objetivo de los años que pasa  sobre la Tierra. Y en eso se diferencia de los necios que ignoran –como se dice  vulgarmente–“¡qué pinta en este mundo!”. La clasificación de los hombres consta  de dos únicas clases: “sabios” y “necios”. Se fundamenta la diferencia en esta  realidad inamovible: unos saben por qué y para que los creó Dios y, los otros, lo ignoran. 

Y es de tal importancia que el mismo divino Maestro subraya su vital trascendencia.  Lo podemos comprobar cuando pregunta a sus oyentes: “¿De qué le sirve al hombre  ganar el mundo entero si pierde su alma?” 

Una de las grandes ventajas de los astronómicos adelantos en materia de información  y comunicación es que nos ponen al alcance de la mano tal cantidad de conocimientos que no damos abasto a utilizarlos todos. Pero a pesar de nuestras limitaciones  podemos disponer de lo que necesitamos para tomar decisiones acertadas y, al mismo  tiempo nos facilitan ayudar al prójimo a hacer eso mismo. 

He publicado solo tres libros de los que he redactado y todos con una finalidad: abrir los ojos de los lectores para que tomen decisiones razonables sobre cimientos sólidos.  Me encanta la buena literatura pero mi objetivo no es solo decir las cosas de una 

forma lo más hermosa que sepa, sino ayudar a pensar lo más acertada e inteligentemente posible, lo que quiere decir hacerlo “con sentido de la vida”,  ayudando a ir por rutas que nos lleven al buen destino.  

Para hablar a mis coetáneos del “sentido de la vida”, escribí hace ocho o nueve años el  libro “ESTO VIR”. Fue el primero publicado y me ha proporcionado muchas alegrías  porque –como solemos decir cuando acertamos– “di en el clavo”. Lo sé porque he  recibido muchos testimonios en el sentido deseado y ninguna queja. Me cuentan que  se han confesado, después de muchos años de olvido, que han ido a hacer Ejercicios espirituales, que les han aclarado las ideas… y, otros, que en la tanda Ejercicios a la  que fueron, el padre que los dirigía, les habló y cito trozos de ESTO VIR… que lo  han pasado a los amigos y han reaccionado bien, etc.  

Aclaro que la parte de mérito que Dios deja al trabajo de los hombres, no es mío  pues me he limitado a glosar en mi libro el método genial que María santísima,  inspiró a Ignacio de Loyola y que todos los papas – “todos”, desde que S.S. Pablo III  los aprobó, han considerado y alabado los Ejercicios Espirituales –en retiro y en  silencio absoluto– como el mejor modo de entender y vivir luego la vida “con  sentido”; y conseguir el objetivo marcado por el Creador.  

El antiguo capitán herido en Pamplona, coloca la columna vertebral de semejante  acierto en el “PRINCIPIO Y FUNDAMENTO” que él resume así: “El hombre es  creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios Nuestro Señor y mediante esto  salvar su alma”. 

Garantizo al lector que si llega a profundizar en toda la hondura de este “principio y  fundamento” conseguirá dos cosas: la primera, hallar la felicidad en esta vida y, la  segunda, dar sentido a su propia vida en este mundo de dolor y lágrimas. Espero que  “ESTO VIR” siga sirviendo para ayudar a muchos.

Autor

Gil De la Pisa

GIL DE LA PISA ANTOLÍN. Se trasladó a Cuba con 17 años (set. 1945), en el primer viaje trasatlántico comercial tras la 2ª Guerra mundial. Allí vivió 14 años, bajo Grau, Prío, Batista y Fidel. Se doctoró en Filosofía y Letras, Universidad Villanueva, Primer Expediente. En 1959 regresó a España, para evitar la cárcel de Fidel. Durante 35 años fue: Ejecutivo, Director Gerente y empresario. Jubilado en 1992. Escritor. Conferenciante. Tres libros editados. Centenares de artículos publicados. Propagandista católico, Colaboró con el P. Piulachs en la O.E. P. Impulsor de los Ejercicios Espirituales ignacianos. Durante los primeros años de la Transición estuvo con Blas Piñar y F. N., desde la primera hora. Primer Secretario Nacional.

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