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Anda la presidenta madrileña enfrascada en cumplir los objetivos que, en su escalada a los cielos, le ha marcado Miguel Ángel Rodríguez y que acabará llevándole, antes o después, a liderar al PP y al sillón de La Moncloa.
A día de hoy Ayuso se ha convertido en imprescindible para Feijóo, aunque sea a su pesar; pero Feijóo es prescindible para una Ayuso que cada día tiene más vida propia. Lo que me temo va a intensificar los celos de Otelo, y, como en el caso de Casado, seguro que algunos han asumido el papel del ambicioso Yago.
La presidenta de la comunidad madrileña, tiene, como diría un castizo «ángel», algo muy inusual en política. Miguel Ángel Rodríguez ha olfateado su potencial y por ello la ha lanzado ir más allá de las comparecencias televisivas políticas. El perreo de Anita mostró esa faz e Isabel ha hecho cameos estelares en dos programas de alta audiencia que reúnen a generaciones diversas, lo que ha dejado muy preocupada a la «pistolera». El personaje Díaz Ayuso entra así en otra dimensión y vamos a ver cómo hasta mayo sigue jugando en ese campo, en el que además se siente muy cómoda. Isabel más que de campaña va a estar de paseo.
Para Feijóo no es más que el engaña votantes necesario para detraer votos de VOX, evitando pérdidas y recuperando antiguos votantes. Así Ayuso tiene libertad para hacer lo que más le gusta, enfrentarse a Sánchez y a veces marcar momentáneamente el discurso del partido. Es así porque Feijóo, en el fondo, busca la restauración de la entente bipartidista esperando un PSOE sin Sánchez, por lo que es remiso en muchos momentos a fijar posiciones abiertamente enfrentadas al presidente del gobierno y para eso tiene a Ayuso.
En la otra banda, en la que me temo que lo único que Sánchez ha leído es a Maquiavelo (ahí está su traslación particular de la doctrina del uso de la noción de la razón de estado por el príncipe a la hora de la aniquilación de los próximos), aman a Isabel Díaz Ayuso, aunque parezca lo contrario. Es su fascista favorita y necesaria.
Sánchez manda y Tezanos obedece: «cocíname una encuesta madrileña como si fuera un buen cocido», le ha dicho.
El resultado es la increíble encuesta del CIS que todos, por razones diversas, de puertas para afuera, no han querido leer en profundidad. Tezanos no es tonto y sabe que sus datos, más allá del chascarrillo, eran aprovechables para todos menos para VOX y, en menor medida, Más Madrid.
¿Cómo se hace esto posible? Sin conocer la valoración en la media de las preguntas realizadas usada y el valor que se le da al porcentaje de margen de error, es fácil percibir que lo que Tezanos ha querido transmitir para intentar influir en el cuerpo electoral.
La Asamblea de Madrid tiene 136 diputados, 69 son la mayoría absoluta. La cocina permite interpretar de un modo u otro como los votos se transforman en escaños y en el caso de Madrid es aún más complejo, cuando hasta 6 partidos pueden alcanzar escaños y 4 de ellos en proporción importante.
Me parece que en cocina se ha prescindido de interpretar correctamente los márgenes de error y juega con el factor abstención del modo más favorable a las intenciones y deseos del autor. En realidad, para no caer en el ridículo más absoluto, la encuesta confirma que Díaz Ayuso se mueve en márgenes próximos a la mayoría absoluta (la horquilla es lo increíble, de 55 a 67). Lo que sí hace Tezanos es inventar unos trasvase de votos un tanto quiméricos para que el PSOE crezca recuperando voto (quizás porque estime que habrá una movilización del voto socialista perdido ante Ayuso refugiado en la abstención y un mayor decantamiento del voto nuevo por efecto del posible voto comprado desde el BOE).
Así pues, la clave de la encuesta de Tezanos, que trasluce el pensamiento de Moncloa, está en su hipótesis sociológica: traslación al voto de la batería de cheques y propaganda que están omnipresentes en el discurso de Sánchez. En este sentido el voto de Madrid en mayo puede ser un interesante banco de pruebas de cara a las generales.
Lo que hace Tezanos en esta encuesta -incidirá en ello hasta mayo- es jugar a pitoniso, tan adelantado como interesado, retro alimentando el discurso de Sánchez. Para ello cuenta no con los escaños adjudicados sino con los escaños en disputa. Esos sobre los que actúa la posición de los actores secundarios. Ahí, por ejemplo, no es lo mismo que VOX siga siendo la tercera fuerza política que sea desplazado por la ultraizquierda neocomunista; no es lo mismo que Cs consiga el mínimo para tener representación que no. Algo en lo que el PP y sus súbditos mediáticos, obsesionados con sus mayorías, no reparan o no valoran correctamente.
Tezanos, que es un buen sociólogo y conoce el valor propaganda de la sucesión de encuestas, lo que hace es engordar la horquilla de escaños entre los que se movería el PSOE. Lo hace de tal modo que, además, venga bien también al PP.
Veamos lo que plantea para Madrid. Los resultados muestran el debate entre la realidad y la intención de dar una posibilidad a la izquierda. Asume que esa es la idea, el mensaje, que puede movilizar a los votantes; por debajo, en los mínimos, plantea una situación próxima a la distribución actual en la Asamblea. Así la izquierda podría quedarse en 62, lo que implicaría que el bloque de la derecha llegaría a los 74 y Ayuso volvería a tener más escaños que toda la izquierda junta. Pero si gana Ayuso tampoco es un problema porque la fascista favorita seguirá ahí.
A partir de esos mínimos, que se aproximarían al probable resultado real, plantea un amplio juego de horquillas que permitan las interpretaciones de todos conocidas.
La encuesta viene muy bien al PP, no se sorprendan. El PP ha asumido que su principal baza es el voto del miedo y el voto útil. Su campaña, como paso previo a las elecciones generales, es presentarse como el salvador de España frente a Sánchez y por ello solo se puede votar PP (repetición de las campañas contra González y Zapatero). Anunciar que la izquierda puede ganar en Madrid es un espaldarazo a su táctica para acabar con Cs y destrozar a VOX de cara a las generales. Un VOX que anda perdido en política desde antes del verano y que no sabe cómo afrontar la campaña autonómica en casi toda España (en Madrid podría perder hasta 6 escaños), que es lo que reflejan todas las encuestas y lo que cualquier analista político, salvo los ceo y coach de VOX, asume. A ello no es inmune Tezanos y lo traslada a sus valoraciones y es un factor importante en ese dar una posibilidad a la izquierda en algunos enclaves.
Por otro lado, Tezanos mueve el árbol en la izquierda para erigir al PSOE como líder frente a Mas Madrid, buscando polarizar el voto hacia la opción con mayores posibilidades que en la encuesta es el partido de Sánchez, jugando a la vez con los repartos. En los mínimos deja a PODEMOS y a Más Madrid en la misma situación que tienen, por lo que el PSOE es el motor del crecimiento por lo que con sus datos busca influir en los trasvases de voto o en la movilización desde la abstención por el efecto de repulsa a Sánchez en antiguos votantes socialistas.
Este es, más o menos, el recado que Tezanos, a las órdenes de su jefe, manda a todos. En este mensaje van a incidir sus futuras encuestas.
En este marco nadie puede ignorar que de las elecciones autonómicas, no tanto de las municipales en las que PP y PSOE sacarán pecho por número de votos y concejales, se extraerán muchas lecturas que no se deben despreciar.
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