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En los peores tiempos de la farsa covid, los que nos negábamos a creer las patrañas que difundían todos los políticos y periodistas de cualquier plumaje, junto con médicos y científicos apesebrados, sabíamos que no estábamos solos ni locos gracias a unos pocos científicos, abogados y divulgadores españoles, tan escasos como meritorios, y de otros pocos extranjeros que conseguían burlar la férrea censura impuesta a nivel global.
Entre estos últimos destacaba como pocos el doctor Rashid Buttar, que nos aportaba el aplomo de un veterano militar y la ciencia de un médico no vendido a las Farmafias.
De padres paquistaníes y nacido en Londres, vivió en EEUU desde los 9 años y tenía nacionalidad yanqui. Ejerció como cirujano en el ejército y luego, como médico, discrepó profundamente de las tesis médicas oficiales. A causa de estas discrepancias fue perseguido por la FDA (administración de alimentos y medicamentos) y por los colegios de médicos. Lo natural cuando un médico dice verdades como puños en un sistema corrupto hasta el tuétano.
Los vídeos que se filtraron en aquella época, en los que Rashid desmentía con la ciencia en la mano la farsa que se nos hizo sufrir, ya no están disponibles en youtube. Han sido eliminados por “infringir las normas de la comunidad”. Mal rayo parta a esa “comunidad”.
Afortunadamente conservamos el último vídeo, de pocos días antes de su fallecimiento/asesinato diferido, en que nos advierte que lo peor está por llegar y puede adoptar muchas formas (la farsa climática, moneda mundial, emergencias diversas, etcétera).
Pero lo más importante de su mensaje es que la victoria de la verdad y la libertad es segura, y los días del sistema psicopático genocida que gobierna el mundo están contados.
Un rayo de luz y esperanza para los que deseamos el fin de este mundo inmundo y el advenimiento de la nueva humanidad.
Tras una vida de lucha por la verdad y la libertad, Rashid se ha ganado el derecho a descansar en paz. Ahora forma en la “guardia de luceros”, codo con codo con Andreas Noack, el médico alemán asesinado por difundir la forma en que las “vacunas covid” matan a los inoculados (1), y John Magufuli, el biólogo y presidente de Tanzania, asesinado por destapar la farsa de las PCRs, que dieron positivo a papayas, cabras y aceite de motor (2). Craso error de los globalistas, asesinar a estas figuras señeras de la insurgencia, porque nada estimula más a los valientes y acongoja a los cobardes, que el ejemplo de los mártires. Por cada baja en las filas de los defensores de la humanidad, se alista una cohorte entera a cubrir el hueco. Mal negocio para los globalistas.
¡Muchas gracias, Rashid!
- https://gloria.tv/post/FY3c7yYxHHkz1htrTQ3J6Z8YW
- https://www.facebook.com/redgigavision/videos/presidente-de-tanzania-expulsa-a-oms-de-ese-pais-denuncia-error-pruebas-positiva/1430408093813000/?locale=es_LA
Autor
- Guerrillero insurgente. El sistema lo describe como negacionista, conspiranoico, anticientífico, egoísta e insolidario. Él se cisca en el sistema y no ceja esfuerzos para derribarlo. No usa trabuco, pero a su ordenador lo llama “La MG-42”.
En primer lugar, siento mucho su fallecimiento «repentino».
¿Podemos saber de qué murió?
Gracias anticipàdas.
Las muertes «repentinas», sobre todo de personal contrarias a la plandemia, o a gobiernos dictatoriales, siempre dan que pensar…
Y nada bueno.
El propio Rashid, en el último vídeo que grabó, dice haber sido envenenado, aprovechando un ingreso hospitalario. Como en España, los hospitales no son lugares seguros.
Un cordial saludo