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Nació en Aoiz el 15 de noviembre de 1792; era hijo de Don Joaquín Javier Bayona, natural de la villa de Aoiz, y e de Doña Gertrudis Lapeña, natural de Salvatierra.

Dio comienzo a su carrera militar como paje del Rey el 3 de enero de 1808, en cuya clase sirvió dos años, seis meses y veintisiete días.

El 31 de julio de 1810 pasó al primer Regimiento de Guardias Españolas en clase de Alférez y segundo Teniente. El día 5 de marzo de 1811 tomó parte en la batalla de Chiclana, como ayudante del General Lapeña; realizó también el servicio de las líneas de la isla de León.

El 27 de agosto de 1812 tomó parte en la ocupación de Sevilla, al evacuarla las tropas francesas. Los días 27, 28, 29 y 30 de julio de 1813 tomó parte en la batalla de Sorauren; en el bloqueo y rendición de Pamplona. Tomó parte también en las salidas que hicieron los enemigos el 9 de septiembre y el 10 de octubre, resultando herido el día 10 de octubre. El día 28 de agosto de 1813 fue ascendido a primer Teniente.

A lo largo del año 1814 tomó parte en las acciones siguientes: la entrada de las tropas españolas en Francia, en el bloqueo de Bayona y de su ciudadela; en las posiciones de Arcain y de los Puertos; y en el campamento de Bermonguerre, hasta que se firmó la paz.

Entre los años 1815 y 1819 los pasó de servicio ordinario. Permaneció desempeñando el cargo de primer Teniente del primer Regimiento de la G. R. de Infantería, hasta la disolución del mismo con motivo de los acontecimientos ocurridos el día 7 de julio de 1822, en los que él no tomó parte por encontrarse de licencia temporal en Navarra. Inmediatamente regresó a Madrid y se incorporó a los restos del cuerpo que no había tomado parte en aquel movimiento; como todos los demás Oficiales que estaban en la misma situación fueron declarados excedentes; no pudo incorporarse al Batallón Provisional que se formó porque por antigüedad no le correspondía. A finales del año 1822 fue nombrado Ayudante de Campo del Conde de Cartagena, que era General en Jefe del Ejército en Galicia. Con este General tomó parte en todas las operaciones que éste practicó; entre las cuales merece particular mención la persecución contra el General portugués Silveira, que con una fuerte división organizada contra el gobierno constitucional de su país y entró en nuestro territorio, el cual tuvo que abandonar como consecuencia de los movimientos combinados de las tropas españolas y una división portuguesa fiel a su gobierno. Teniendo el Conde de Cartagena, la necesidad de comunicar al Gobierno, cuando éste se encontraba en Sevilla, asuntos muy importantes, y estando el camino ocupado por tropas francesas, el Conde de Cartagena preguntó a Bayona si quería aceptar la comisión de pasar desde Astorga, donde se encontraba el Cuartel General, para pasar a Sevilla; aceptó el encargo y del día 10 al 11 de mayo de 1823 emprendió la marcha, logrando llegar a Sevilla y desempeñar la comisión con éxito. El Gobierno a su vez dispuso que con el resultado regresase al Cuartel General del Ejército de Galicia; lo que consiguió también de forma exitosa, llegando a Lugo el día 24 de junio del mismo año, al tiempo que el Conde de Cartagena se encontraba en negociaciones con el Conde de Barc que mandaba las tropas francesas destinadas a la invasión en aquella provincia: después Bayona recibió licencia indefinida para Aoiz.

Permaneció en su ciudad natal hasta que a finales del año de 1824, que en virtud de la Real Orden que disponía la internación de todos los Oficiales procedentes del ejército constitucional que se hallasen a cierta distancia de la frontera; Bayona fue confinado a Burgos, desde donde se le permitió regresar a Aoiz en febrero del año 1825.

El 16 de mayo de 1826 fue purificado, obteniendo su licencia ilimitada y permaneciendo en Aoiz hasta que el 30 de enero de 1833 fue nombrado primer Comandante del primer Batallón del cuarto Regimiento de la G. R. con este Batallón salió el 8 de octubre contra los carlistas, tomando parte el 11de noviembre en el ataque de Cervera de Río Pisuerga, donde fue deshecha completamente la facción de Villalobos; tomó parte también el día 25 en la ocupación de Bilbao; el día 10 de diciembre atacó con una columna de 120 hombres a las órdenes de su Coronel, el Barón de Meer, a las fuerzas carlistas de Zabala, que con 800 hombres ocupaba las acciones de Narbanez, a los cuales batieron completamente. El día 13 del mismo mes tomó parte en el ataque a la Rabesúa y al monte de Santa Cruz de Vizcarre.

Del 17 al 21 de febrero de 1834 tomó parte en los diferentes ataques lanzados por las facciones vizcaína y alavesa sobre el pueblo de Guernica. Defendió el punto avanzado de Luno y la altura de Gurruchaga el día 19 con cuatro compañías de su Batallón, que había sido atacado `por la facción vizcaína que mandaba Don Simón de la Torre, la rechazó varias veces y la persiguió en el último ataque hasta sus posiciones; por cuya acción se le ascendió al empleo de Coronel efectivo el día 21 de febrero.

Participó también en la salida de Guernica del día 22 y en la sorpresa Mendaza y en el ataque de Bermeo, ocurridos en la misma noche del 22; en el ataque de Bermeo hizo prisionero al Comandante del Batallón, que se encontraba pernoctando en ese lugar. El día 22 de marzo tomó parte en el ataque de Oñate, donde fueron totalmente derrotados y dispersos 2.000 carlistas. Participo también el día 22 de abril en la acción de Alsasua y en la retirada de Villafranca, en las cuales con la brigada de reserva resistió y rechazó los ataques de fuerzas muy superiores que estaban al mando de Zumalacárregui. Asistió también al ataque dado por él mismo con seis batallones al pueblo de Muez. El 25 de junio tomó parte también en la acción de Olazagostia; y el 30 de dicho mes a la de Cortaza; y el 28 de septiembre asistió también a la acción de Abarzuza o Mocoleusburo. Por Real Orden de 24de octubre se le nombró Gobernador militar y político de las Cinco Villas de Aragón.

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Desempeñó el cargo de Gobernador político y militar de las cinco villas de Aragón hasta el día 25 de diciembre de 1835, fecha en la que fue destinado al ejército del Norte.

Se incorporó a mediados del mes de febrero de 1836 al Cuartel general del ejército del Norte y fue nombrado Jefe de la P. M. G., cargo que ostentó hasta el 18 de abril, en el que fue nombrado Jefe de la P. M. del virreinato y tropas de Navarra. En este cargo tomó parte en la acción de las alturas de la meseta de Guendulain, línea de Zubiri y en otras de menor consideración.

El 27 de enero de 1837 fue comisionado por el virrey en cargos de Navarra para pasar una revista de inspección a todos los cuerpos existentes en la provincia. El día 6 de junio, por orden del General en jefe, tomó el mando en comisión del Regimiento de infantería de Zaragoza,  mando que obtuvo en propiedad en el mes de junio siguiente. Con el Regimiento de Infantería de Zaragozano tomó parte el día 14 de septiembre en la acción Allo; el 3 de octubre tomó parte en la acción llevada a cabo en las cercanías de Alcanadre, en la que fue herido de lanza. Tomó parte también en el ataque y toma a viva fuerza del fuerte cerrado que cubría la cabeza del puente de Peralta el día 15; y en la rendición del fuerte de Capuchinos de la misma villa el día 16; donde por su distinguido comportamiento fue condecorado con la cruz de primera clase de San Fernando.

La acción de Barasoain, que debe llamarse del Carrascal, ocurrida el día 2 de enero de 1838, es uno de los hechos que más destacan del Regimiento de Infantería de Zaragoza por los hechos que se detalla a continuación.

Se encontraba este regimiento en la villa de Barasoain, cuando su Coronel tuvo conocimiento de que los carlistas con seis batallones y 80 caballos habían atacado en el Carrascal al Batallón Provincial de Málaga, que con un cuadro de la Guardia había salido de Pamplona para Tafalla; este Regimiento viéndose atacado por una fuerza muy superior se desvió del camino real y se hizo fuerte en el pueblo de Unzúe. Inmediatamente salió Bayona con su Regimiento hacia el pueblo atacado; los carlistas cargaron con todas sus fuerzas sobre él, obligándole a replegarse por escalones y sufriendo cargas de caballería, que eran rechazadas constantemente, hasta que las tropas carlistas tuvieron que separarse para salir al encuentro de las de la Reina que venían desde Pamplona también en auxilio del Batallón provincial de Málaga. Bayona atacó de nuevo a las tropas carlistas que le hacían frente y las obligó a retirarse, avanzando hasta cerca de Unzúe, donde se le incorporaron el Batallón Provincial de Málaga y el cuadro de la Guardia, yendo todos a pernoctar a Barasoain. La acción como se ve no tuvo lugar en Barasoain sino en el Carrascal, según consta en los oficios del General Don Diego León que mandaba la división de la Ribera y del General en Jefe por conducto del virrey de Navarra, en los cuales manifestaban ambos su satisfacción por el buen comportamiento del Coronel Bayona y de su tropa. El día 15 del mismo enero se dirigió Bayona a las alturas de Vinrrum y Tiebas; a la toma del puente de Belascoain y del fuerte de Ziriza los días 28, 29 y 30 de enero, por cuyas acciones le fue concedido el empleo de Brigadier el día 30 de enero. Tomó parte también en las acciones de Bargota, e inmediaciones del pueblo de Sirias los días 9 y 26 de febrero. Tomó parte también en la expedición al alto Aragón y en la destrucción de las tropas carlistas mandadas por Tarragual, en la acción de Angües el día 7 de abril, en la cual persiguió los restos de dichas fuerzas hasta que entraron en Navarra; por cuya brillante jornada le fue concedida la cruz de tercera clase de San Fernando. Finalmente tomó parte el día 19 de septiembre en las alturas de Belascoain y frente de Legarda, en la que fue gravemente herido por bala de fusil.

Tomó parte nuevamente los días 29 y 30 de abril, 1 y 2 de mayo de 1839 en el ataque y toma del puente y fuerte de Belascoain y reducto de Ziriza, por el mérito contraído en dichas acciones fue nombrado Comendador de Isabel la Católica. Participó también en las acciones de Aiz, Peña de Anchori y meseta de Guendulain; en la expedición a la Borunda y en la acción sobre las alturas de Sarasa y puerto de Alzaburu que tuvieron lugar los días 16,   27 y 30 de julio; en la quema del pueblo y fuerte de Dicastillo los días 18 y 19 de agosto; tomó parte asimismo en la acción de las alturas de Oteiza e inmediaciones de Cirauqui y Mañeru el 23 y 24 del mismo mes, donde su brigada rechazó al enemigo, siendo por su bravura nombrado por segunda vez Comendador de Isabel la Católica; el 13 de septiembre tomó parte en la acción del puerto de Belate. En este mismo mes al llegar con su regimiento al valle del Bastan, el General en Jefe de concedió a Bayona el mando del primer distrito de Navarra, cargo que conservó hasta el año siguiente.

El 23 de enero de 1840 fue condecorado con la Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo. El 29 y 30 de abril participó en la persecución de los carlistas emigrados en Francia, cuando invadieron el territorio de las Cinco Villas y los valles de Santisteban de Lerín. Tomó parte también los días 26, 27 y 28 de junio en la derrota del jefe carlista Palacios, cuyas fuerzas ascendían a 2.000 infantes y 600 caballos, cogiéndoles 200 prisioneros y obligándoles a volver a entrar en Francia. El día 29 de junio fue ascendido al empleo de Mariscal de Campo, en premio a sus servicios, sobre todo por la persecución que hizo sufrir a Balmaceda hasta que se internó en Francia. Al mismo tiempo fue nombrado Comandante General de la División que formaban las tropas de Navarra; poco después fue nombrado Segundo Cabo de aquel distrito.

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El 16 de agosto de 1841 fue condecorado con la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo. Declarada en insurrección la ciudadela de Pamplona el día 1 de octubre, tomó parte en la defensa de la ciudad a las órdenes del General Ribero, sufriendo el bombardeo y cañoneo de los insurrectos. El 13 de octubre con motivo de haber sido trasladado el General Ribero al distrito de Valladolid, recayó el mando de la plaza en Bayona, que lo conservó hasta que la fuerza insurrecta se rindió el 26 del mismo mes de octubre; debiéndose esta rendición en su mayor parte a los reiterados esfuerzos del General Bayona, que logró que los ocupantes de la Ciudadela aceptasen sus intimaciones, ya que según el bando del General en Jefe Marqués de Rodil, que si no se rendían en el plazo de doce días salvando serían fusilados los Oficiales de dicho recinto. A principios del mes de noviembre fue relevado de aquel mando y destinado de cuartel a la ciudad de Burgos.

Permaneció de cuartel hasta el 14 de enero de 1843, en que el Regente del Reino le nombró Segundo Cabo del distrito de Valencia, cargo del que no pudo tomar posesión por encontrarse imposibilitado para emprender la marcha por habérsele abierto las heridas que recibió en campaña; así lo comunicó al Gobierno que admitió su renuncia. Continuaba de cuartel en Burgos cuando sobrevino el Alzamiento Nacional de 1843; en aquella ciudad se secundó también este movimiento y el Capitán General se retiró con la guarnición al castillo en la noche del 24 de junio, emprendiendo la marcha al día siguiente para Santoña. Después de la marcha del Capitán General al castillo, fue llamado Bayona por una comisión del ayuntamiento para que acudiese a las casas consistoriales; una vez allí le indicaron que encontrándose sin guarnición ni autoridades militares, aquella corporación esperaba del celo e interés con que Bayona había mirado siempre la ciudad de Burgos, que se pusiese al frente de la Milicia Nacional que ya le había proclamado su Comandante; aceptó este encargo y al día siguiente constituida la junta de Gobierno de la provincia, le nombró Capitán General de aquel distrito. Como tal Capitán General y con algunas fuerzas que llegaron de Álava y las que pudo reunir en la capital del distrito, salió para Madrid el 18 de julio, teniendo en Lozoyuela noticia de la acción de Torrejón de Ardoz, que sirvió de desenlace de aquella crisis. El Gobierno provisional de la nación le ratificó en el cargo de Capitán general de Burgos, expidiéndole el correspondiente título con la antigüedad de 3 de julio.

El día 1 de noviembre de 1844 le fue concedida la Gran Cruz de Isabel la Católica. El 13 de noviembre de ese año apareció Zurbano en Logroño hostilizando al Gobierno; Bayona a había previsto este movimiento y había tomadas las medidas para sofocarle. Apenas tuvo noticia de su llegada a Logroño, salió de Burgos con una columna, dirigiéndose a la sierra de aquella provincia; debido a este movimiento y a los que practicaron las demás tropas, hicieron que terminase aquella insurrección. El 30 de noviembre el Gobierno de S: M. le relevó de su cargo y le concedió cuartel para Madrid.

Estuvo de cuartel en Madrid hasta el 22 de abril de 1846, fecha en que volvió a ser nombrado Capitán General de Burgos; el 18 de agosto fue trasladado con el mismo cargo a Navarra. Por R.D. de 7 de noviembre es promovido al empleo de Teniente General.

Desempeñó el mando de la Capitanía General de Navarra a lo largo del año 1847; pero habiendo invadido aquel territorio una partida carlista que procedía de Francia, hizo que sus tropas la persiguieran hasta obligarla a cruzar la frontera. Logró también realizar la quinta en Navarra, por primera vez después de la guerra civil, reprimiendo los desórdenes que hubo en algunos pueblos en contra de dicha quinta. El 22 de abril de 1848 S. M. dispuso el cese en el mando de la Capitanía General de Navarra; “queriendo S. M: utilizar sus servicios en esta corte,  quedando altamente satisfecha del acierto y lealtad con que le había desempeñado, así como los demás que habían sido confiados en su larga carrera.”        

Continuó de cuartel hasta el día 28 de febrero de 1851, en cuya fecha fue nombrado Capitán general de Galicia. El 1 de julio de 1850 tuvo tres meses de licencia para pasar a Bilbao y otros puntos de aquella costa con el fin de tomar baños de mar, con objeto de restablecer su salud. Por Real Decreto de 30 de octubre de 1851 fue nombrado Senador del Reino.

Durante los años 1852 y 1853 continuó desempeñando el cargo de Capitán general de Galicia hasta el 23 de septiembre de 1853 en que fue nombrado Ministro del Tribunal Supremo de Guerra y Marina.

Continuó desempeñando el cargo anterior hasta el 29 de agosto, en que S. M. lo cesó para quedar de cuartel en la corte.

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