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Julio Ruiz de Alda Miqueleiz nació en Estella, Navarra, el 7 de octubre de 1897 y murió asesinado en Madrid el 22 de agosto de 1936. Fue un aviador español considerado un pionero de la aviación, héroe del Plus Ultra, y cofundador de Falange Española.

Era hijo de Silvio Ruiz de Alda y de Francisca Miqueleiz. Con quince años ingresó en la Academia preparatoria Militar Iriarte. Tras superar el examen de ingreso en la Academia de Artillería de Segovia, ingresó el 1 de septiembre de 1913 con el número 1 de su promoción.

Tras su paso por la Academia de Artillería de Segovia y por el Regimiento de Montaña con base en Vitoria, al año siguiente fue destinado al Regimiento Mixto con base en Tetuán, con motivo de la guerra de Africa. Nombrado ya capitán se trasladó a Marruecos como observador en prácticas, terminando el año en la base de Mar Chica. Tomó parte en la campaña de Marruecos de 1919 a 1924. De 1924 a 1926 inició en Madrid la nacionalización de la industria de la aviación.

Obtuvo el título de piloto por la Escuela aérea de Getafe. Es en este momento, cuando crea la Compañía Española de Trabajos Fotogramétricos Aéreos (CETFA), pero este proyecto se vio interrumpido por el nuevo conflicto en el Protectorado de Marruecos.

Poco tiempo después realizó la gran hazaña en 1926 de cruzar por primera vez el océano Atlántico Sur en el hidroavión “Plus Ultra”, con Ramón Franco. Juan Manuel Durán González y el mecánico Pablo Rada, en un trayecto de más de 10.000 km entre España y Argentina, despegando el 22 de enero de 1926 frente a La Rábida en Palos de la Frontera (Huelva) con destino Buenos Aires, adonde llegó el 10 de febrero de ese mismo año. Por esta hazaña, que asombró al mundo, recibió la Medalla al Mérito Aéreo y fue nombrado Gentilhombre de Su Majestad y miembro del Consejo Superior de Aviación. De esta gesta dejaría constancia en el libro «De Palos al Plata» (Franco, Ramón; Ruiz de Alda, Julio (1926). De Palos al Plata. Espasa-Calpe).

Fue ascendido a Jefe de Grupo, y nombrado residente para España de la Federación Internacional Aeronáutica. Asistió como ponente y vicepresidente, al Congreso Internacional de aviadores trasatlánticos, celebrado en Roma, donde recibió de manos de Benito Mussolini la Encomienda de San Gregorio el Magno.

Intentó una nueva hazaña, cuando empezó a preparar la vuelta al mundo, otra vez junto a Ramón Franco, a bordo de un Dornier 16, pero fracasó en junio de 1928.

En 1929, Julio Ruiz de Alda realizó un vuelo en el que captó las primeras imágenes aéreas de la cuenca del Segura, unas imágenes de gran calidad para esas fechas de los inicios del siglo XX, y posiblemente sea la imagen aérea más antigua de La Manga del Mar Menor.

Julio Ruiz de Alda se casó con Amelia Azarola Echeverría, hija del ingeniero y alcalde de Santiesteban, Emilio Azarola Gresillón. Amelia Azarola, médica de profesión, fue de las pioneras en estudiar esta carrera en España. Ella y Julio Ruiz de Alda tuvieron un hijo, Juan Antonio Ruiz de Alda (San Sebastián, 1933 – 1988), ya fallecido, que llegó a ser subgobernador del Banco de España, y murió el 30 de julio de 1988 en un accidente de tráfico poco después de haber cesado de dicho cargo.

El jueves 16 de marzo de 1933 salió el único número de un semanario llamado “El Fascio” (Haz Hispano), dirigido y editado por el periodista canario Manuel Delgado Barreto, que fue rápidamente requisado por la policía para evitar su difusión. Se trataba de una iniciativa unitaria para agrupar a los hombres y las organizaciones que estaban interesados en organizar el fascismo en España. Como curiosidad, el apartado de Correos que se anunciaba en este semanario, el apartado 546 de Madrid, será el mismo que después será utilizado por el semanario “FE” de Falange Española. En dicho número de esa revista escribieron entre otros, José Antonio Primo de Rivera, que escribió un artículo titulado “Hacia un nuevo Estado”, que firmó con la letra “E”, y Ramiro Ledesma Ramos, este último dando a conocer a las JONS que existían desde 1931, con el título: “Movimiento español JONS. Qué son las JONS”. Onésimo Redondo se encontraba entonces desterrado en la ciudad portuguesa de Porto por haber participado en la “sanjurjada” en 1932. Y en dicho semanario aparece en la pág. 13 una interesante entrevista que le hizo Ernesto Giménez Caballero a Julio Ruiz de Alda, realizada en el despacho de éste, y publicada en “El Fascio” con el titular siguiente: “La España heroica. Julio Ruiz de Alda y su sentimiento de lo español. Declaraciones interesantes sobre el presente y el porvenir de España”. 

En la magnífica presentación que le hacía Ernesto Giménez Caballero en dicha entrevista podemos leer: “Vamos a interrogar sucesiva, periódicamente, a los representantes de una España creadora, heroica, juvenil, prometedora y genuina. Comencemos hoy por una profesión tan alta como la de aviador. Tan alta, si ese aviador es un héroe ya inscrito en las páginas de oro de España, en la substancia de las mejores gestas hispánicas. Julio Ruiz de Alda tiene un despachito en una calle céntrica de Madrid, Los muros están hechos de mapas y de fotografías aéreas. Los muebles, de metal. El radiador es un capó de automóvil. Todo en esa estancia es sobrio, preciso, mecánico, enérgico. Julio Ruiz de Alda es un hombre de aire hercúleo. Como un boxeador que tuviese una cabeza de ingeniero, una cabeza superior y pensativa.  Está en la plenitud de su edad, de su fuerza, de su entusiasmo. En plena tónica viril. Julio de Ruiz de Alda es un navarro de Estella. Diez y seis generaciones de navarrismo. Es un ibero puro. Un ejemplar de raza. Fue artillero primero. Después, aviador. Hizo la campaña de Africa desde 1919 al 1924. Tomó parte en las más decisivas y peligrosas acciones marroquíes. Como artillero, mandó baterías de montaña. Como aviador, arriesgó su vida en innumerables incursiones, llegando dos veces a tirarse al mar para no caer en poder del enemigo. Fue, además, ingeniero, constructor de las Electras marroquíes. Organizó talleres y trabajos de construcciones aéreas. Desde su época marroquí data su gran idea de “nacionalizar la aviación española”. Idea que realizó, en parte, en lo referente a la industria. De 1924 a 1926 inició en Madrid la nacionalización de la industria aviatoria, evitando que se fueran al extranjero más de 20 millones anuales de pesetas. En 1926 (enero y febrero) realizó otra gran nacionalización: la del aire transatlántico con el magnífico vuelo del Plus Ultra a América. ¡Enorme sello de gloria! Después tomó parte en las tentativas del Superwahl y del Dornier 16 con el Comandante Franco. Después de ellas dejó el activo de su carrera militar. Se dedicó a la nacionalización de la fotografía aérea. Y tal éxito tuvo que el Gobierno actual la ha hecho cosa de Estado, aun cuando a él le haya dejado al margen. Trabaja con sus hermanos, como industrial, en fábricas por ellos creadas. Pero trabaja siempre soñando en lo que ahora nos va a decir…”.

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Y en dicha entrevista Julio Ruiz de Alda afirma que el político español por el que más simpatía tiene en la historia de España es el Cardenal Cisneros. Se muestra partidario de la nacionalización de la aviación, a la que define como “el arma de los pueblos pobres”. Y termina diciendo: “Tengo aún reciente – como documento aislado – el recuerdo del vuelo del Plus Ultra en Buenos Aires. Los catalanes de América fueron los más entusiastas españoles. Su españolismo fue algo admirable. Creo en nuestro porvenir”.

Junto a esta entrevista a Julio Ruiz de Alda, en la misma página se comenta bajo el titular “Nuestras lecturas – Vuestras lecturas” el libro “Italo Balbo: Diario de 1922” (Casa Mondadosi, Milán, 1932). Italo Balbo era un aviador fascista italiano conocido por sus vuelos transatlánticos, que recuerda mucho a Julio Ruiz de Alda, y que en ese momento era Ministro del Aire en Italia. Y fue uno de los primeros conductores en los orígenes del fascismo italiano en Ferrara.

También se recomienda en el semanario “El Fascio” la lectura del libro “Genio de España”, de Ernesto Giménez Caballero, con el siguiente comentario: “Un estudio básico sobre el Fascismo como nueva catolicidad del mundo. Un libro básico para los fundamentos de un Fascismo español”.

Del semanario “El Fascio” hace muchos años, por iniciativa del Prof. José Luis Jerez Riesco, se lanzó una reimpresión con una tirada de mil ejemplares. Fue ésta la primera divulgación del ejemplar, desde el año 1933, pues mucha gente hablaba de este semanario, pero nadie lo había visto nunca, ni tampoco consultado. José Luis Jerez consiguió un ejemplar que conservaba Ernesto Giménez Caballero, y lanzó su reimpresión al mismo tamaño editándose en una imprenta del centro de Madrid, y repartiéndose aquel documento histórico con una gran acogida. Y así, gracias a esta iniciativa se pudo salvar su contenido, pues el ejemplar, como ya se ha dicho, al haber sido secuestrado por la policía cuando salió en el año 1933, no existía siquiera en ninguna hemeroteca de España. Solo se salvaron unos pocos ejemplares de algunas provincias donde llegaron unos pocos paquetes por ferrocarril, aunque también fueron recogidos en su mayor parte por la policía entonces. De modo que fue casi un milagro haberlo podido reeditar. Años después, el contenido del semanario “El Fascio” se editó en formato libro.

Ruiz de Alda fue uno de los fundadores de Falange Española junto a José Antonio Primo de Rivera y Alfonso García Valdecasas el 29 de Octubre de 1933, interviniendo los tres en el acto fundacional celebrado ese día en el Teatro de la Comedia en Madrid, poco después de una entrevista de José Antonio con Benito Mussolini en Roma, donde le comunicó a éste la intención de fundar en España un movimiento similar al suyo. El nombre de Falange Española fue idea de Ruiz de Alda, manteniendo las siglas “FE” que habían utilizado hasta ese momento como Frente Español y Fascismo Español. Ramiro Ledesma Ramos, en su libro “¿Fascismo en España?” lo cuenta así: “A los pocos días del mitin anunciaron sus organizadores la fundación de Falange Española. Fácilmente se advierte en esta denominación el deseo de no abandonar las iniciales F.E., que desde meses antes, como iniciales de Fascismo Español, venían ya utilizando en sus hojas de propaganda”.

José Antonio tuvo como grandes amigos a Raimundo Fernández Cuesta y a Ramón Serrano Suñer, pero las dos personas que más influyeron en el José Antonio falangista fueron su hermano Fernando y el propio Julio Ruiz de Alda.

En 1934, José Antonio decidió de acuerdo con Mussolini publicar en España la primera edición del libro de éste “La doctrina del Fascismo”, el cual salió publicado ese año en la primera edición española con un prólogo de José Antonio y un epílogo de Julio Ruiz de Alda. Ni que decir tiene que tanto el prólogo de José Antonio como el epílogo de Ruiz de Alda no eran una critica sino un elogio al fascismo. Este libro de Mussolini se distribuyó en la Librería San Martín, que se encontraba en la Puerta del Sol nº 6.

En 1935, Ramiro Ledesma Ramos, tras su salida de la Falange escribe el libro “¿Fascismo en España?”, en el cual trata del origen, el desarrollo y los hombres que participaron en el intento de organizar el fascismo español. Entre ellos, menciona a Julio Ruiz de Alda, y lo hace de la siguiente forma:

“Ruiz de Alda era el héroe popular del vuelo a América, el hombre, además, a quien rodeaba un rumor público de intrepidez, serenidad, y altas cualidades organizadoras”.

“Ruiz de Alda defendía el hecho de haber procedido, inmediatamente después del mitin fundacional en el Teatro de la Comedia, a la fundación de Falange Española, creyéndolo eficacísimo para recoger, preparar y encuadrar con rapidez las adhesiones numerosas que llegaban. Se mostraba, pues, conforme con la creación de F.E., y en la medida que lo permitían su no mucha experiencia política y su capacidad para estas actividades, procuraba ir haciendo cara, con buen ánimo, a todos los conflictos. Ruiz de Alda presentaba, en apoyo de su opinión, la realidad diaria del enorme volumen de altas en el partido”.

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“Ruiz de Alda era un dirigente de magnífica ejecutoria. Por una serie de razones – su profesión, su sentido de lo popular, su serena intrepidez – realizaba un tipo humano que en todas partes ha dado a los movimientos fascistas triunfales las mejores aportaciones. Carece casi en absoluto de capacidad expresiva, de cualidades para la tribuna y el mitin. Ello ha deslucido muchísimo su intervención en las tareas directivas. Pero posee, en cambio, gran agilidad para extraer de los hechos del día las consignas que corresponden, virtud que es imprescindible para el ejercicio del mando en una organización política. Muchas veces, en el seno del Triunvirato parece que era Ruiz de Alda quien con más rapidez y justeza señalaba lo que convenía hacer, y por qué razones”.

“Ruiz de Alda vaciló ante ciertas proposiciones de Ramiro Ledesma, y, a la postre, después de pensarlo seis u ocho días, le manifestó que, aun de acuerdo con casi todas las metas finales y con casi todas las consecuencias que perseguía el plan, no colaboraría activamente en su realización. Ese plan tendía a resolver la crisis interna de modo que, sin prescindir naturalmente de José Antonio, tuviese un desenlace fecundo para el movimiento.”

“Ruiz de Alda, joven, de gran sentido popular, podía sin violencia alguna mostrarse conforme con el nacional-sindicalismo jonsista”. Esta afirmación de Ramiro Ledesma sobre Ruiz de Alda, es debida a que Ramiro Ledesma pensó que Ruiz de Alda, al que consideraba poco carismático, se uniría a él contra José Antonio, lo que le daría el liderazgo de la nueva organización resultante de la unificación de la Falange con las JONS en 1934.

Tras la escisión de Ramiro Ledesma en enero de 1935, su cargo de jefe de la Junta Política fue ocupado por Ruiz de Alda.

Julio Ruiz de Alda habló con camisa azul en el Cinema Europa de Madrid. 2 de febrero de 1936, con motivo de las elecciones que tuvieron lugar ese mes. En dichas elecciones de febrero de 1936 fue candidato a Cortes por la circunscripción de Santander, aunque no obtuvo acta de diputado. De hecho, Ruiz de Alda obtuvo en la provincia santanderina unos resultados electorales puramente simbólicos que no llegaron a los 4000 votos.

Fue detenido el 14 de marzo de 1936 por pertenecer a Falange, en el marco de la operación policial que desmanteló la cúpula de Falange. Todos fueron ingresados en la cárcel Modelo de Madrid.

En mayo de 1936 salió el primer de los tres números de la publicación clandestina falangista “No Importa” (Boletín de los días de persecución) en la cual escribió Julo Ruiz de Alda, al igual que José Antonio, más de un artículo, que al no ir firmados por tratarse de una publicación clandestina, no puede saberse quién era el autor de todos ellos, si bien alguno si se sabe, como el titulado “Justificación de la violencia”, que era de Ruiz de Alda. Se recibían cientos de cartas y telegramas en la cárcel Modelo, que se pasaban a Ruiz de Alda. Ël y José Antonio a través de enlaces lograron recibir, corregir y escribir los artículos para dicho boletín.

El 18 de julio de 1936 se encontraba encarcelado en la Cárcel Modelo de Madrid, siendo asesinado en la prisión durante las primeras semanas de la guerra civil española, concretamente el 22 de agosto de 1936, cuando entró una turba de milicianos en la Cárcel Modelo, asesinando a Fernando Primo de Rivera (hermano de José Antonio), Julio Ruiz de Alda, Enrique Matorras y a su compañero y amigo Sinforiano Moldes, un antiguo anarquista afiliado a Falange, en la matanza que se perpetró con los presos de la Cárcel Modelo de Madrid. Fue enterrado en una fosa común en el cementerio de la Almudena, junto con Fernando, el hermano de José Antonio.

Se dice que su muerte, fue lo que impulsó a Ramón Franco, que se había destacado como activista republicano, a unirse al bando nacional, dirigido por su hermano Francisco Franco.

Dos de los hermanos de Julio Ruiz de Alda, Manuel y Eustaquio Ruiz de Alda, lucharon en la guerra, al lado de los nacionales.

Eustaquio era Capitán de aviación, estaba destinado como piloto en Africa, y fue de los primeros aviadores en sublevarse, muriendo en combate en 1937.

En el mes de junio de 1939, una vez acabada la Guerra Civil, los restos de Julio Ruiz de Alda, Fundador de la Falange e impulsor del SEU, fueron trasladados desde Madrid a la localidad navarra de Estella, donde nació. Sus restos fueron exhumados y trasladados en avión a Navarra.

Durante el franquismo la Escuela Superior de Educación Física Femenina, que funcionó entre 1956 y 1977, recibió su nombre con carácter honorífico. Asimismo, durante el periodo franquista numerosas calles y plazas de diversas ciudades españolas fueron renombradas en su honor.

Nuestro homenaje y nuestra gratitud, en la obediencia a su última consigna: “¡Que no se deje arrastrar la Falange, que guarde fielmente su estilo y su doctrina!

Autor

REDACCIÓN