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Al ex torero Vicente Barrera y futuro vicepresidente del Gobierno de Valencia por Vox, le ha faltado tiempo para borrar algunos tuits en los que sostenía, entre otras obviedades, que el sistema público de Salud lo creó Franco y no Pedro Sánchez. Es imperio preguntarse si la tan cacareada guerra cultural contra la izquierda que proclama Vox, se sostiene con estos gestos asilvestrados cada vez que la prensa progresista toca a rebato. Lo mismo ocurrió con Gallardo, nada más hacerse pública su candidatura por Vox a la Presidencia de Castilla y León, al deshacerse de “embarazosos” mensajes que escribió cuando su libertad de conciencia no entraba en colisión con las canonjías que ahora disfruta. ¿Se imagina el lector a un dirigente de la izquierda renunciando a sus padres ideológicos, por muy manchadas que tuviesen las manos de sangre? Este sencillo ejemplo nos sirve para revalidar la desconfianza que siempre hemos tenido hacia Vox.
Hemos sostenido siempre que Vox renunció desde el minuto uno a cambiar cuestiones políticas estructurales (políticas identitarias, la geopolítica pro-OTAN, el modelo económico, la lucha contra la oligarquía económica, la soberanía económica nacional…)
Ahora creen, sin embargo, que poder asumir el control de determinadas consejerías autonómicas será una estrategia para poder transformar el país.
Nunca nos hemos sentido engañados por el PP porque los populares nunca se presentaron ante la opinión con mascaradas ni disfraces. Sabemos lo que podemos esperar del PP tanto en lo bueno como en lo malo. A nadie engañó Juanma Moreno cuando se presentó ante los andaluces con la gestión económica como eje fundamental de su gestión, dejando las cuestiones morales a los valores y principios que dimanan de nuestras creencias. El problema es que la derechona está tan yerma de creencias espirituales que sus soflamas moralistas no pueden ser tomadas en serio. Abominan de la bandera LGTBI pero no hacen asco a la existencia en sus filas de hasta 15 representantes públicos “casados” con personas del mismo sexo. Sostienen como un mantra su oposición a la agenda 2030 pero apoyan al mismo tiempo a la OTAN, brazo armado de la mafia globalistas, en su guerra criminal contra el único país de Occidente que se opone a la implementación en su territorio de los contenidos ideológicos de dicha agenda. Proclaman su compromiso con el Catolicismo mientras se echan en los brazos de una secta ultra evangelista de origen mexicano. Algunos dirigentes critican, con la boca pequeña, su rechazo a la institucionalidad democrática nacida en el 78, mientras con la boca grande prorrumpen en sus actos con ¡Vivas al Rey! Culpan de la inmigración a los políticos de izquierda y no a los empresarios desalmados (muchos de ellos votantes de Vox), que priorizan la contratación de extranjeros en la hostelería madrileña o el sector hortofrutícola en Murcia y Andalucía, en detrimento de los nacionales. Hablan de integridad territorial y se olvidan de nuestra ya perdida soberanía económica. Apostrofan contra el globalismo sin atreverse a mencionar que quienes mueven los hilos del globalismo son los mismos sionistas de siempre. Anatemizan al PP en sus redes sociales cuando cifran sus expectativas políticas de existencia en parasitar a ese mismo PP.
Vox es una gran estafa política e ideológica. Al final, todos los caminos de Vox conducen al mismo liberalismo que defiende la casta. Vox no defiende la independencia española sin someterse a potencias extranjeras. Vox no quiere que España abandone la OTAN ni la UE. Vox defiende el régimen del 78 y defiende a la vez, con uñas y dientes, los chiringuitos autonómicos que ya tiene o que aspira a tener. Vox no se atreve a defender lo bueno del franquismo. Vox no defiende el identitarismo fruto de una herencia biológica de siglos. Vox no se atrevería nunca a reivindicar la justicia social y el estado de bienestar diseñado por el gran ministro que fue Giron de Velasco. Vox apoya al genocida Zelenski. Vox mezcla violencia machista con violencia intrafamiliar, lo que resulta tan obsceno como pretender diluir el terrorismo de ETA entre los crímenes comunes. Vox es una estafa colosal controlada por el PIS polaco del déspota Morawieczky. Sí José Antonio levantará la cabeza escupiría contra los que hacen apología de Vox arropados en la bandera del patriotismo, que en ellos no es otra cosa que cuatro mantras folclóricos de manual de carajillo.
Como ya ha sido dicho, en Vox ya no mandan las figuras más identificadas con la fundación del partido: de hecho, Vox es hoy una excepción como modelo de partido en el que quienes realmente dirigen sus destinos se mueven en la sombra para atender a sus intereses económicos o a su posicionamiento ideológico. Cuando se pregunta por estas manos en la sombra, en el ámbito de la derecha siempre señalan nombres como el «de Luis del Rivero, Kiko Méndez-Monasterio o Julio Ariza», entre otros.
AD es un modesto medio de comunicación que defiende a rajatabla sus ideas sin sometimientos a partidos ni clanes. Somos el único digital que no depende de la publicidad ni de las subvenciones, lo que nos confiere la libertad de decir lo que pensamos y creer en lo que decimos.
La lucha ideológica de AD representa sobre todo un estado moral de conciencia identitaria contra los planes aniquiladores de las élites globalistas. Las cuatro principales formaciones políticas nacionales apuestan por la agenda mundialista para seguir colonizando España con poblaciones alógenas que no nos hacen ninguna falta. Se nos pide que apoyemos y creamos en formaciones que ignoran estos asuntos, mientras convierten en el eje de su discurso la cuestión catalana o la inacción durante años del mismo PP del que muchos de sus dirigentes formaron parte. Se nos pide que aceptemos la naturaleza salvífica de un partido que no rechaza el régimen del 78, ni las tesis económicas liberales, ni la Monarquía de Felipe VI, ni la llegada de inmigrantes dependiendo de su origen. ¿Podemos sentirnos empujados a apoyar con devoción un proyecto que cuenta entre sus dirigentes con representantes lobistas tan reconocidos como Bardají, Ariza, Steegmann y Arzuaga? ¿Debemos reconocer como un aval a las tesis patrióticas que nosotros defendemos la presencia, entre los diputados de Vox, de tres militares en la reserva ascendidos al Generalato por Consejos de Ministros, se supone que en pago a su lacayuno silencio durante sus ejercicios profesionales? ¿Debemos creer que Vox viene a reconstituir los valores proclamados por Franco y José Antonio? Y en ese caso, ¿debemos echar un tupido velo al dato de que Santiago Abascal, siendo militante del PP, tuviese un sueldo de 82.491,80 euros brutos anuales como director gerente de la fundación para el mecenazgo y el patrocino social, cargo que ocupó entre el 19 de abril de 2013 y el 28 de enero de 2014? ¿Debemos ignorar por bien de España que la Comunidad de Madrid llegó a financiar ese organismo con 183.000 euros durante el mandato de Esperanza Aguirre? ¿O que como todo balance, la fundación dirigida por el hoy líder de Vox lograse que una agencia de comunicación ofreciera una beca que supuso un gasto de 9.000 euros, y una donación de 1.000, según diversa documentación pública y un informe que acaba de remitir el Gobierno de la Comunidad a la Asamblea de Madrid?
¿Nos convierte en traidores a España que no podamos aceptar el relato providencialista de un partido cuyo líder ha pasado de estar desahuciado a vivir en un casoplón de un millón de euros, en menos de 10 años?
Estamos por desgracia en manos de políticos que creen en un mundo globalizado sin fronteras nacionales y sin identidades propias, que aplican medidas conducentes a nuestra sustitución demográfica, contando para ello con la colaboración de una masa idiotizada que apoya su propia destrucción en favor de un mundo supuestamente mejor, donde no habrán barreras nacionales, étnicas, raciales ni culturales, donde todos nos fusionaremos en un mismo bloque multicultural, sin orígenes claros y sin nada que defender porque careceremos de la fuerza motora identitaria para hacerlo. En ese contexto, el discurso de Vox no es distinto al de todos los partidos. Y no es distinto porque no existe. Vox habla de inmigración procedente de África, aunque cada vez menos, y se olvida de todo lo demás. Vox cuenta en sus filas con personas de origen africano y nos parece muy bien. Lo que no podemos callar es que Vox no sea capaz de enfrentarse a esos grupos que contemplan el alto rendimiento intelectual y la fecundidad creativa de las etnias caucásicas como una amenaza para sus pretensiones de reordenar y dirigir el mundo. Esos grupos por desgracia lo controlan casi todo. La mayoría de los políticos y creadores de opinión europeos trabajan para ellos desde todas las instancias. Ellos son los encargados de dictar las normas y de tener engrasada la maquinaria demoledora de nuestras sociedades con el linimento de la ingeniería social.
El destino de una civilización depende de su acervo genético y de que se mantenga el tipo de hombres que la crearon. Si a los excelentes se les convierte en minoría y se fomenta la natalidad sin freno de las personas con más bajo cociente intelectual, entonces la cultura y el progreso humano deviene otra cosa distinta.
Nada debemos ni nada nos deben los actores del sistema partitocrático. Hemos mantenido y mantenemos que Vox es un partido vacuo, creado para invisibilizar a la disidencia claramente identitaria. Vox no va a hacer nada, no va a cambiar nada. Vox ha sido creado, más como un refugio económico para sus principales dirigentes, que para poner en entredicho al Sistema y enfrentarse a los promotores de la sustitución demográfica que ha sido puesta en marcha en muchos puntos de Europa.
Que muchos lectores de AD pidan a gritos una alternativa patriota no significa que debamos apostar por cualquiera. Si la gente no está preparada para escuchar la verdad, que deje de leernos. Se trata de la misma gente que, acaso sin pretenderlo, ha sucumbido a la lógica partitocrática y a la dogmatización del voto.
La historia nunca la hicieron las mayorías, sino siempre las minorías. Por eso las democracias liberales representan el mayor ejercicio de perversión política. Suprime lo valioso, lo capaz, lo sublime… bajo el peso de la masa ignorante y decadente; opaca a los mejores en beneficio de los mediocres, a los logreros en detrimento de los excelentes, a los espíritus libres por voluntades volátiles y encadenadas.
Las democracias liberales necesitan para su supervivencia una buena provisión de tontos útiles, una gran masa de espectros teledirigidos sin valores morales ni convicciones profundas, una opinión pública frivolizada e irreflexiva y unos partidos que instrumentalicen las verdades y mentiras por propia conveniencia.
El abrevadero natural del que se nutren las democracias liberales es siempre la masa. Las democracias liberales son el único sistema político que permite a los indigentes, y no a los hombres de propiedad, ser los gobernantes. Por eso lo destroza todo a su paso y han bastado 80 años de democracias liberales en Europa para que hoy estemos a un paso de perder la civilización que nos encumbró hasta la cima de la humanidad.
Vox es una de las coartadas de la democracia liberal española para impedir que otros la revoquen. Por consiguiente, Vox no es parte de la solución y sí del problema.
FUENTE:
¿Por qué AD ha defendido siempre que Vox es una colosal estafa?
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Buen artículo. Obsérvense los comportamientos de este Partido que tiende a mantenerse cómodamente en la Partitocracia y no a intentar realizar un ambicioso plan de cambio en el País con múltiples movilizaciones y una Política de Partido más agresiva contra todo lo sumamente grave que está sucediendo.
Son felices así sus miembros mientras no tengan que Gobernar y así no mostrar a
su verdadera cara. Para ello, con su victimismo, lo seguirán justificando con enormes dificultades al ser juzgados como ultraderecha, con los comportamientos agresivos de individuos o de grupos izquierdosos, con comportamientos inamistosos del PP…, maltrato de La Prensa etc.
Seguro, en mi modesta opinión , que por todo ésto nunca gobernarán, no les interesa.
Parece mentira que seais de derechas y denosteis a Vox mientra alabais al PP que a abrazado desde la época de Rajoy con cobardía todas las propuestas de la agenda 20/30. Yo no digo que sean perfecto pero visto lo visto la única esparanza de recuperar nuestro país es Vox.
Lectura metafórica:
Vox es caca. Caca verde.
El PP es mierda de hiena humeante. Mierda azul.
Entre la caca y la mierda, difícil es la elección.
¿Dice este señor que su medio no se somete a ningún partido? Pues hasta donde he podido ver, allí se censura e insulta explícitamente a quienes critican al partido pepero.
Menudo caradura mentiroso. Y se presentará como «independiente» y todo.
En cuanto a Vox, por sus obras los conoceréis.
Piensa el ladrón que todos son de su condición…
Para estafa, estafa, Alerta Digital, que un día dice una cosa, y al siguiente la contraria.
Y usted es un imbécil, no sé si verde o azul.
Claro que, es muy posible que sea un podemita…
Sí, es muy propio de los voxeros: si no se alaba desaforadamente a VOX, o bien eres del PP o un podemita, o tu abuelo fue un asesino del Frente Popular. Ergo, podemitas y voxeros estáis cortados por el mismo agresivo y totalitario patrón.
Qué refrán tan bonito; bien es verdad que quienes dicen, unos una cosa, y otros la contraria, son los propios refranes. Por no hablar de los propios miembros de VOX… ah, ya, que «hay distintas sensibilidades», jajaja.
Parece mentira que vaya de moralista alguien que acude a la más burda demagogia tipo PSOE ( ¿quién narices ha defendido aquí al PP, o a Ciudadanos, o al PSOE, o a Podemos, o a los separatistas, o…? ) para denostar a todo aquél que no bese el suelo por donde pisa el feróstico, y tan falso, VOX.
Probablemente sea porque tiene usted capacidad de raciocinio y discernimiento. A diferencia de quienes sólo ven lo que quieren ver, o fingen que ven lo que quieren ver, o fingen que ven lo que fingen que quieren ver, tanto da.Estupendo artículo.
Así es.
Cobra del PP, que es quien le mantiene, y por eso ataca tanto a VOX.
Por lo visto usted no conoce o lee ALERTA DIGITAL, un panfleto dónde se pone a parrir a todo el mundo…, MENOS AL PP.
Este «señor» y su Alerta, son impresentables, trate de escribir en su página algo que le lleve la contraria y se encontrará con una catarata de insultos, aunque normalmente eso no pasará porque censura sistemáticamente todo comentario en contra, además siempre sale en defensa del PP, en las últimas elecciones gallegas, su llamada corresponsal en Galicia, salió en defensa del nacionalista gallego Castelao, porque según ella había sido descalificado por Ortega Smith, en aquel tiempo Secretario General de Vox, en el caso actual de Extremadura alaba al PP y denosta a Vox por no pactar con la pepera podemita, pero días antes también denostaba a Vox por pactar en Valencia, vamos, que siempre contra vox haga lo que haga. Yo no se si cobra o no, del PP, pero se me hace improbable que su panfleto digital se pueda mantener con los cuatro o cinco lectores que le quedan.
Armando, ¿a quién votar el 23 de julio? ¿Falange?
Ooohhh, se habrá contagiado del voxero medio que buenas enseñanzas nos está dando ( «¡¡Ése critica a VOX, hay que bloquearle, borrarle, echarle, porque nosotros somos demócratas y viva la Constitución, bla, bla, bla!!», «¡¡Cobra del PP!!» – os funciona con Losantos, pues éste depende, en efecto, del PP, pero esa acusación no se puede sostener contra cualquier transeúnte – «¡¡Envidia cochina!!» )
Pues para estafa, ALERTA DIGITAL.
Siempre dando bandazos, sin ideología alguna, y buscando siempre alguién que los mantenga.
Ahora parece que han encontrado un financiador en el PP, y por eso arremeten, tan duramente, contra VOX.
Y durante meses llevó en la portada un anuncio publicitario del PP, por el que supongo recibiría sus buenos dineros…
Armando, hace muchos años que nos conocemos.
Mis escritos, cuando llevabas razón, eran elogiados, pero cuando te criticaba, eran eliminados.
Tu gran Partido, apenas consiguió votos. Aquel Partidito por el que ibas arrasar, se quedo en cenizas, sin ascua alguna.
Tú, siempre has estado contra Vox, lo llevas en la sangre. Y aunque no es el Partido Ideal, que necesita España, si es el menos malo, que en los tiempos que corren, en contra de España y todo lo español, ya es algo, no suficiente.
De vez en cuando pone una Pica en Flandes.
Pena me das, que vayas arrastrando tu triste figura, desde hace años.