El pelotero Pedro Sánchez y el repugnante estiércol de su inabarcable pelota de corrupción

Metafóricamente podríamos describir a Pedro Sánchez como un escarabajo pelotero que ha acumulado inmundicia en una pelota que arrastra sobre una pendiente cada vez más acusada, cuando los ciudadanos poseemos la certeza de sus maniobras de carácter criminal. Cuanto más pesa esa acumulación de pestilente estiércol personal y político, más difícil resulta sostenerla y aguantar su peso insostenible.

La investigación de las mascarillas salpica a la cúpula del PSOE. Otros 45.000 millones de euros a Marruecos y no hay recursos para los enfermos de ELA… Debería sobrarnos la corrección política, eufemismo para minorar la impresión de los efectos destructivos de estos últimos años, y calificar a Pedro Sánchez y sus cómplices de criminales; sin paliativos ni corrección política. Además, la falta de conciencia, moral, bondad o valores humanos elementales es tan acentuada como para denominarlos con cierta interpretación holística como demonios.
Mientras mataban con una eutanasia encubierta a nuestros padres, a decenas de miles de inocentes anestesiados hasta la muerte, y nos cercenaban la libertad con dos confinamientos ilegales, Koldo García, mano derecha de Ábalos se enriquecía junto a otros con mordidas especulando con las mascarillas… 50 millones de beneficios vendiendo las mascarillas por un precio diez veces mayor que su precio de mercado… Y la gente muriendo. Tres ministerios como clientes: de Ábalos, Marlaska, el de memoria democrática y, sorpresa, el gobierno de Baleares comandado por Armengol. Tráfico de influencias, blanqueo de capital, organización criminal… ¿No suena a PSOE? Una pestilencia más del PSOE.
Ábalos dice estar estupefacto con mal disimulo. Le sudan las sienes a la espera de que no hable de más su mano derecha que fue alabado públicamente por Sánchez.
Tarde o temprano la inmundicia salpicará al escarabajo pelotero de La Moncloa que sigue acumulando la más apestosa corrupción que le reventará en la cara.

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