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Me van a disculpar que generalice puesto que parece ser un modo admitido el hablar así (“los obispos alemanes sostienen”, “los obispos alemanes han decidido”, etc.,) como si todos pensaran lo mismo. Falso ciertamente pero, a efectos prácticos, prevalece siempre el criterio de quienes se ajustan a los dictados de la Sinagoga de Satanás; y, del sentir del resto, nos olvidamos… Entre los innumerables interrogantes que atosigan a quienes pensamos un poco, resulta inevitable la duda sobre la fe de la Jerarquía católica teutona. ¿Siguen perteneciendo a la Iglesia Católica o más bien se han dejado llevar del ADN luterano que les brotó hace cinco siglos?
“Ser rico”, sin duda, no es bueno de por sí; tampoco para la Iglesia. El dinero lleva a la chulería, incluso a los que dicen seguir a Cristo, maestro divino de la humildad y la pobreza, No cabe duda de que los obispos alemanes son los “reyes del mambo” –hablando en el idioma del “pueblo a su vecino”—disfrutando el poder de las riquezas.
¿No sería mejor, por bien de la Iglesia, que se fueran de una vez en lugar de hacer el inmenso daño, desde dentro, que llevamos comprobando durante los últimos sesenta años? ¿Por qué tanta consideración con unos señores que tienen mucho dinero y están empeñados en minar los cimientos de la Obra de Jesús? Mientras en Roma ignoran –o lo que es peor — critican y desprestigian la Obra de España en el mundo – a ellos los siguen aguantando todas las burradas que quieren imponer a los católicos “pobres”.
Hace tiempo que el Vaticano debería haber rechazado “las herejías que descaradamente” sostienen e intentan imponernos a quienes tratamos de conocer y vivir Revelación de Cristo. ¿Por qué no les dan con la puerta en las narices y que se dediquen a fundar una nueva Religión, a gusto de los alemanes? En ella podrán admitir ministros homosexuales, pederastas y sacerdotisas, pero que se olviden de una vez de la Iglesia Católica a la que dudo pertenezcan ya. Nadie los obliga a continuar en la nave de Pedro, pueden por lo tanto dejar de incordiar al resto de los católicos del mundo con sus herejías. Hemos vivido muy bien a cobijo del Magisterio de la Iglesia durante dos mil años ajenos a su odiosa superioridad… podrían, pues, dejarnos seguir así.
Afortunadamente algún cardenal alemán es un opositor frontal e irreductible frente a los renegados, salvando de este modo del honor de nuestros correligionarios de la verdadera Iglesia Católica de Alemania.
Autor
- GIL DE LA PISA ANTOLÍN. Se trasladó a Cuba con 17 años (set. 1945), en el primer viaje trasatlántico comercial tras la 2ª Guerra mundial. Allí vivió 14 años, bajo Grau, Prío, Batista y Fidel. Se doctoró en Filosofía y Letras, Universidad Villanueva, Primer Expediente. En 1959 regresó a España, para evitar la cárcel de Fidel. Durante 35 años fue: Ejecutivo, Director Gerente y empresario. Jubilado en 1992. Escritor. Conferenciante. Tres libros editados. Centenares de artículos publicados. Propagandista católico, Colaboró con el P. Piulachs en la O.E. P. Impulsor de los Ejercicios Espirituales ignacianos. Durante los primeros años de la Transición estuvo con Blas Piñar y F. N., desde la primera hora. Primer Secretario Nacional.