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En la revista Chiesa viva, el ingeniero Agide Finardi le revela a Franco Adessa (sucesor del Padre Luigi Villa, fundador de la revista) que al cadáver del Padre Pío se lo llevaron a Estados Unidos dos días después de la sepultura con un avión militar desde el aeropuerto italiano de Foggia.

Es cierto que, para la recognitio oficial de 2002 presidida por el Cardenal Silvio Oddi, cuando se llevaron a cabo dos exhumaciones preparatorias, 8 meses y tres meses antes de la beatificación del Padre Pío, el ataúd estaba vacío. Exceptuando estos objetos: su hábito, su cordón blanco, sus sandalias franciscanas y al parecer, un bloque de granito. Poco después, el Cardenal Oddi y su chofer Franco Sasso murieron. El Padre Giuseppe Pio Martin fue otro testigo del descubrimiento de la tumba vacía. Este padre murió de forma repentina e inesperada. Otro testigo igualmente murió de improviso: el Padre Alessio Parente. Estas cuatro personas fallecieron durante las mismas fechas.

Además, cabe reseñar que después de la muerte del Padre Pío, su hermana Graciela Forgione (Sor Pía) presentó inmediatamente un pedido formal al Vaticano para que se efectuara la autopsia del Santo de Pietrelcina. En efecto ella, junto a varios médicos y discípulos, sospechaba del envenenamiento medicinal o intoxicación perpetrada por el guardián del convento: Fray Carmelo de San Giovanni al Galdo. Este fraile seguía órdenes que se remontaban al mismo Montini (Pablo VI). Le fue denegada la petición.

Parece ser que al cuerpo del Santo primero lo habían intentado desmembrar para luego hacerlo desaparecer, y a continuación, sin haberlo logrado, lo habían mandado a Estados Unidos. La razón válida es que, después de haberlo envenenado durante largo tiempo, al exhumar los restos, se habría fácilmente descubierto que contenían un veneno.

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Es cierto que los frailes antes de que muriese el Padre Pío mandaron hacer, en un mes, un maniquí de madera a un escultor de Val Gardena y lo conservaron en San Giovanni Rotondo. Se cubrió el rostro con una máscara de silicona. 

Mi tesis es que la SNOM (la Soberana Orden militar de Malta) cuya verdadera sede resulta ser la Universidad jesuita de Georgetown en Washington D.C, está detrás de esta maniobra oculta. Lo que hace a la SMOM (los “halcones grises”) diferente de todas las demás órdenes de Caballería es que es la única nación sin territorio del mundo. Beneficia de la extraterritorialidad y sus miembros gozan de inmunidad diplomática. Es el brazo esotérico.militar del Vaticano pero parece tener una autoridad superior a este último.

Recordemos que Juan 23, mons. Girolamo Bortignon, mons. Loris Capovilla y el Padre Clemente Da Santa Maria in Punta cuyo superior directo era Montini fueron los responsables de la “guerra santa” contra el Padre Pío. Mons. Montini, durante la guerra formaba parte del OSS (Office of Strategic Services) que en 1947, se transformó en la CIA. Este anti-papa era también jefe supremo de la satánica orden de los Illuminati de Baviera.