Donald Trump enumeró a toda la troupe del circo demócrata-Obama incluido-para dirigirse especialmente a las políticas arribistas, belicistas y aberrantes de sus contendientes políticos. Durante la elocución se enfrentó con sus propuestas a la delirante deriva de inhumanidad que durante años ha colapsado el devenir de los EEUU y del mundo en general. Les anunció expresamente una era dorada bajo su presidencia, desmontando el circo de estos años pasados que han degenerado bajo el mandato de un paupérrimo Joe Biden.
En un mundo carente de sentido común, plagado de ese anecdotario destructivo que ha resultado ser el progresismo en alianza con la agenda woke, Donald Trump ha encendido las alarmas ante los parásitos que se habían acostumbrado a vivir del cuento y del chiringuito de turno, a la altura moral de la bajeza reivindicada por vagos y maleantes. Vagos porque son muchos los tentados a mamar de ideologías absurdas con tal de proveerse de manduca ventajista y no dar palo al agua como sucede especialmente en España, con la estrategia de corrupción desplegada por Sánchez para asegurarse un voto cautivo a costa del erario público. Y si no es suficiente, garantizarse otro un fraude electoral sin dejar huellas con el tándem Indra-Telefónica al acecho de las urnas. Maleantes porque esta absurdez mundial está originada por el imbécil del hijo de George Soros que ha sufragado la estupidez internacional con los dineros del inmundo y diabólico padre. Digno hijo de su satánico mentor, desplegó una estrategia financiada que encontró adeptos entre los aberrantes discípulos de la vaguería y los sembradores de cizaña que se apuntaron al carro de la disensión social para pescar a río revuelto con la imposición de un marxismo renovado, esta vez denominado cultural. Un tren de iniquidad al que se subió la escoria podemita que se aprovechó del 15-M hoy descarrilado, pero con sus locomotoras abyectas a pleno rendimiento fuera de la catástrofe social que provocaron en España. Trump es consciente de la basura socialcomunista a través del consejo de Santiago Abascal, lo que no descarta una estrategia simplificada para sacar las muchas vergüenzas delictivas que Sánchez esconde y echarlo a patadas legales del poder secuestrado. Legales porque es la acción de la Justicia lo que debe prevalecer ante los actos delictivos que supuran por el aborrecido elemento.
Donald Trump es preclaro y por ello es considerado un enemigo de la progresía que le tilda de ultraderecha. Aquí rabian por temor a que se les acabe el chollo porque su influencia puede acelerar el proceso de putrefacción del socialismo mundial. Su declaración de intenciones en el primer discurso como presidente de EEUU, por segunda vez pese a los intentos de aniquilarlo, no dio lugar a equívocos, tibiezas o remilgos para aplacar la cólera de la bestia ultraizquierdista que lo considera una amenaza mundial. Sus palabras plenas de contenido inteligente y audacia en la promesa se resumían en un titular inquietante para tanto espécimen abonado, como un estercolero, en el latifundio de la estupidez que ha regado un semillero de estulticia contagiada a través de los más dispares intereses, siendo el primero monetario. Ese titular de su celebrada y esperada oratoria, fácil de entender para quien tenga oídos para escuchar, era «La revolución del sentido común». Un sentido común que no puede ser de otro modo sino revolucionario, para volcarse frente a los enemigos de la humanidad que durante años han campado a sus anchas inspirando un mal generalizado de confusión y carencia moral.
Lo primero Dios, concepto infinito y universal que chirría en las orejas de los progres constituidos en un aquelarre mundanal cada vez más deficitario a pesar de la leña que echan al fuego de su amo Belcebú. Después aludió a otros conceptos como género que va a ser restituido en la dualidad masculino y femenino, y allá después cada cuál que quiera explorar sus tendencias personales que no colectivas para clasificarse como quiera. Con esto las minorías dejan de ser excusas para perpetrar un atentado contra las libertades de la mayoría de los ciudadanos; con esta disquisición natural finiquita la justificación de un aberrante gasto público en detrimento de la mayoría. Así la infancia no es usada torticeramente para obligar a cuestionarse una identidad de género artificiosa y de paso desaparecen los mamarrachos y majaderos que disfrazados de hijos de Satanás pretendían subvertir la inocencia de los niños. La Familia por encima de todo, el retorno al orden disciplinado de una sabiduría intemporal. El maleficio woke llega a su fin.
No sólo defenderá la causa norteamericana, que para eso fue elegido, sino que marcará las pautas para ordenar la anarquía de una inmigración ilegal que ha incrementado la criminalidad. Se deportarán millones de delincuentes que han tenido abiertas las fronteras de México y con ello se ejemplificará la prudencia que la Unión Europea ha desechado con un problema de difícil solución hasta que se acometa una política de desalojo masivo con fronteras restituidas.
Donald Trump mira sobre la tierra y también a Marte con la conquista del planeta rojo. Sus límites son inexistentes cuando recuerda lo imposible de su carrera presidencial y cómo llegó vivo a su reelección a pesar de los atentados. Su carta de presentación sobre el pacifismo es una amenaza para el mercado armamentístico y la hipocresía de la izquierda. Llegó para dejar al descubierto las vergüenzas de los malos gestores y para instaurar una Justicia mundial en aras de fortalecer la economía americana sembrando de aranceles el camino hasta ahora expedito de los países BRIC entre los que cuenta a la España sanchista.
No hará la vista gorda con Venezuela y no se andará con chiquitas para retar al tirano Maduro y su cohorte de terroristas que subyugan Venezuela. Donald Trump se convierte así en la primera línea de una resistencia que va infligir un gran daño a la hipócrita chusma que todavía comanda España. Bienvenido y sea un baluarte decisivo contra el demonio desatado que tomó por sorpresa a un mundo cada vez más despierto. Y protéjase de la carroña que intentará frenar su plan de regeneración cuando un ridículo y criminal como Sánchez se ha ofrecido para liderar una oposición contra el flamante líder norteamericano… Le saldrá el tiro por la culata y le reventará en la cara. A diferencia de Trump, él sólo es un líder de su pandilla basura inmersa en corrupción. El sentido común amenaza a las hordas hipócritas de una siniestra en desbandada.
Autor
Últimas entradas
- Actualidad21/01/2025Segunda presidencia de Donald Trump: Su revolución del sentido común inquieta a vagos y maleantes
- Actualidad20/01/2025Un acorralado Sánchez maniobra en Telefónica el borrado de pruebas incriminatorias, entre otras artimañas
- Actualidad14/01/2025El ladrón, corrupto y criminal «sánchez» a por las herencias familiares
- Actualidad10/01/2025Pedro Sánchez: Un delincuente todavía en el poder para manipular la Ley desde el BOE