Mujeres empoderadas, gentes del arcoíris y descendientes del patriarca Judá, protagonizan las recientes crisis y quiebras bancarias. Por Carlos Andrés

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Antes que nada, curarse en salud: Ya nos han echado la culpa a los ultraderechistas conspiranoicos del pánico bancario. Los culpables no son los tres “colectivos” del título, somos nosotros. Lo dice Bloomberg, agencia de noticias financieras del ultramillonario del mismo nombre, descendiente del patriarca Judá, para empezar. El artículo cita a la empresa anti desinformación Alethea, fundada por una tal Lisa Kaplan, que declaró a Bloomberg que las acusaciones de algunos inversores que especulaban sobre el colapso del banco fueron amplificadas por “propagandistas e influencers extranjeros” que contribuyeron al colapso del banco. Kaplan es apellido de la tribu, para variar.

Pues eso; varias crisis y quiebras del sector financiero han acaparado la última semana no solo las secciones de economía, sino las portadas de la prensa generalista. No es para menos cuando en el país del queso, el chocolate y, sobre todo, el secreto bancario, el Credit Suisse ha tenido que ser rescatado por el banco central. Atención a este lunes: los empleados del sector financiero tienen instrucciones de estar puntualmente en el trabajo, aseados y bien desayunados.

La tormenta no va a parar ahí, porque se han estado sembrando vientos desde la anterior crisis hace 15 años: crédito a discreción (de los bancos centrales a los bancos comerciales, no de estos al sector productivo) y política política monetaria hiperlaxa (con tipos de interés incluso negativos), compras sin límites por los bancos centrales de deuda pública de países en bancarrota financiera y demográfica (todos los países del mundo), etc.

La inflación se desbocó el verano de 2022. La puntilla la dio la dislocación de la oferta consecuencia de las encerronas mundiales (y mundialistas) de la pandemia, que crearon el desabastecimiento de algunos productos. Recuerdo cuando en julio del 2022, al pasar por caja en un supermercado me empezó a soltar un empleado la retahíla de aumentos de precios de aceite, pasta, arroz, etc. Era el pistoletazo de salida.

La inflación llevó a unas subidas de los tipos de interés pronunciadas y las entidades financieras notaron el efecto. La tormenta se ha desatado descargando su primer gran trueno hace diez días: la quiebra del SVB (Silicon Valley Bank, es decir Banco del Silicon Valley), especializado en startups.

No han faltado noticias al respecto. Como indicado, la crisis ha acaparado las portadas de la prensa, pero hay otros asuntos muy llamativos que solo aparecen en medios y canales alternativos, publicados por informadores independientes. En efecto, una maraña de empoderadas, de individuos que gustan de exhibir unas conductas sexuales cuando menos curiosas y de sedicentes descendientes del patriarca Judá protagonizan las recientes crisis y quiebras bancarias.

Mujeres empoderadas. Ahí va esto: El Silicon Valley Bank no tenía director de riesgos antes del colapso… ¿Cómo es posible? Hace 9 meses dimitió cierta Laura Izurieta (¿vascongada?). No se nombró a nadie hasta el pasado 4 de enero de 2023, del mismo género: SVB contrata a Kim Olson como directora de riesgos. ¿Un banco sin nadie al frente de la gestión de riesgos durante 9 meses? ¿Está usted de broma?

Que no cunda el pánico, con buenos jefes en el siguiente nivel, no habría mayor problema. Por ejemplo, esta otra empoderada, de origen inmigrante, “de color” y m ilitante LGTB, Jay Ersapah, Jefa de Gestión de Riesgos Financieros de la sucursal del banco en el Reino Unido. Estuvo un mes dando la lata arcoiris en la empresa quebrada:

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Jay Ersapah, la jefa de gestión de riesgos financieros en la sucursal del Reino Unido de SVB, lanzó iniciativas como la primera campaña del Orgullo de un mes de duración de la compañía y un nuevo blog para la concienciación de los jóvenes LGBTQ+ en salud mental.¿Gestión de riesgos o aplicación de políticas arcoíris? Cuestión de prioridades… Esta captura de pantalla circula por ahí. No lo he confirmado, pero no me extrañaría nada. Con ustedes el empoderadísimo comité de inversión del quebrado SVB:

Gentes del arcoíris: Acabamos de citar a Jay Ersapah, la Jefa de Gestión de Riesgos Financieros de la sucursal del SVB en el Reino Unido, empoderada, muy LGTB. Pero el caso más llamativo -por las fotos- es el de Pips/Pippa Bunce, Jefe de Programas Estratégicos de Ingeniería Básica de Tecnología de Mercados Globales en Credit Suisse. Es tan “fluido de género” que no tiene para nada claro si es hembra o es macho; va por días, literalmente. Unos se siente Pips (Felipe) y otros Pippa (Felipa). Tiene todo el apoyo del Credit Suisse:

Incluso le han dado un premio como “modelo de inspiración”:

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¿Qué? ¿Os inspira? ¿Confianza profesional o ganas de sacar el dinero del banco?

Descendientes del Patriarca Judá: Es imposible, esencialmente imposible, que en un escándalo financiero global no estén en posiciones de la mayor relevancia los sedicentes descendientes del Patriarca Judá; esa es su salsa, y no hay boda sin tía Juana.

No me consta que descienda del Patriarca Judá el Presidente y Director General del SVB, Greg Becker, que por cierto vendió 12,451 acciones, $3.6 millones semanas antes de la quiebra. Pero nunca están muy lejos del dinero: Empresas Israelíes Transfirieron $ 1 Mil Millones Del Silicon Valley Bank A Israel Antes De La Intervencion Por Los Federales:

Los dos mayores bancos de Israel, Bank Leumi y Bank Hapoalim, montaron equipo que ha estado funcionando las 24 horas para ayudar a empresas israelíes a transferir su dinero del SVB a cuentas en Israel antes de que fuera intervenido. En los últimos días, los equipos de LeumiTech, el brazo bancario de alta tecnología del Banco Leumi, han podido ayudar a sus clientes israelíes a transferir alrededor de mil millones de dólares a Israel, dijo el banco.

Esto es un fraude mil millonario de los descendientes del Patriarca Judá que pagarán los contribuyentes americanos, pero aquí se hacen las víctimas: la quiebra había tumbado a 500 startups del estado judío.

La anterior quiebra más sonada de una entidad financiera fue la del FTX, creado en el 2019 y que quebró en noviembre del 2022 después de ser valorados en miles de millones. Al frente estaba un provocativo descendiente del Patriarca Judá, hijo de dos profesores de Derecho en Standford. No le faltarán buenos abogados. El chico es vegano y “partidario del “altruismo eficaz” según la wikipedia. El altruismo no le impide dejar pufos multibillonarios en dólares.

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La quiebra bancaria con que se compara al SVB es la del Stern Bearns, que abrió la crisis del 2007. En ese caso tenemos descendientes del patriarca Judá por todos los sitios, desde los fundadores (Joseph Ainslie Bear, Robert B. Stearns and Harold C. Mayer; confirmado en los dos primeros, y muy probable en el del ultimo por el apellido) al último presidente ejecutivo Alan David Schwartz, que sigue su carrera en otra firma de la tribu, Guggenheim Partners.

¿Qué nos cabe esperar y qué podemos hacer? Dada la quiebra financiera y demográfica de nuestros países, debemos esperar lo mejor y prepararnos para lo peor. Para empezar, no contar con la pensión. Las públicas serán recortadas al mínimo de los mínimos, y las privadas quedarán reducidas igualmente por el desplome de los bonos y las acciones. Esto vale para las inversiones financieras… Las inversiones inmobiliarias pueden bajar de valor también bastante.

¿Pero no nos rescatarán? No a todos. En primer lugar porque no se puede, así que si no eres “de color”, LGTB+ o perteneces a alguna especia protegida, mejor que te olvides. Por si no te lo crees, la Secretaria del Tesoro norteamericana (Ministra de Hacienda) y antigua gobernadora de la FED (el banco central del dólar), ya avisado que los pequeños bancos regionales no serán rescatados. Es decir, los bancos del Oeste Medio, la pequeña Norteamérica blanca y rural. Yellen desciende también del patriarca Judá.

¿Y no aprenderán la lección las autoridades y empresas financieras? No, su prioridad ya no es ganar dinero, es hacer política. Política progresista, desde luego: el fondo de pensiones público de Suecia ha anunciado que no invertirá en empresas que no apliquen políticas verdes, feministas, arcoíris y demás. Oficialmente se habla de planes de gestión Medioambiental, Social y de Gobernanza, pero e realidad es lo dicho antes.

Oro y plata mantendrán su valor, con muchos altibajos. En realidad el único fondo de pensiones medianamente fiable son los hijos. Desde luego, pueden salir unos tarambanas, pero ¿de quién te fiarías más de empoderadas, arcoíris y descendientes del patriarca Judá o de la gente de tu sangre?

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