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Federico no cree en los santos ni tampoco en Dios. Y en realidad, ese es el origen de todos sus males: de su permanente mal humor, de que no sonría ni en su cumpleaños, y de que le hierva la sangre cuando alguien le muestra, en sus narices, la verdad. Porque la Verdad, aunque su soberbia de marxista converso le impida verlo, existe y nació en un pesebre de Belén.
Sí, Federico, la Verdad existe. Matar está mal, da lo mismo que la víctima tenga 40 años de vida adulta o unas semanas de vida intrauterina. Y está mal matar a un feto, ya sea por el capricho de una mujer o por causa de una violación. Está mal porque lo dice la ley natural, que es incluso anterior a Jesucristo. Tú, que has leído tanto, deberías saberlo.
Y por eso, porque hay que defender a los más débiles e indefensos, un vicepresidente de Castilla y León ha movido la veleta pepera (a la que tú blanqueas permanentemente) para que firme un protocolo que da información a las futuras madres sobre su embarazo. Un sonido, el latido fetal, que salvará miles y miles de vidas. Pero tú llevas 40 años demostrando que las vidas ajenas en general, y en particular las de los no nacidos, te importan bastante poco.
Tus furibundos ataques a Gallardo, Monasterio y Espinosa vuelven a poner en evidencia cómo te enfada que te digan la verdad. Y curiosamente, achacas arrogancia a los demás mientras te pones a ti mismo en un pedestal: Vox y España te deben lo que son. Antes de Federico no había nada, ni la luz ni las estrellas. Porque (y ésta es la clave de todo), en su pequeña mente de marxista converso al liberalismo neocon, lo que en realidad cree es que Dios es él.
A Federico no le han aupado empresas como la Cope, la radio de la curia, que mantuvo durante años a un ateo militante en las horas de más audiencia, a pesar de las quejas de la mayoría de sus oyentes. Tampoco los políticos que, a cambio de unos minutos en antena, le han pasado la mano por el lomo y reído las gracias. A Federico le han hecho famoso los millones de ignorantes amorales que ven «un señor muy culto» en alguien que ni siquiera tiene conciencia de que la verdad existe. En alguien que se cabrea cuando le demuestran lo que las cosas son, contra su sucio relativismo moral.
Ahora, anuncia acciones legales contra Iván Espinosa. La libertad de expresión que defiende para su amiga Cayetana, la libertad para decir la verdad, se ve que otros no la tienen. Pero «el hijo de un zapatero» de Teruel debe pensar que el origen humilde de las personas da patente de corso para ejercer, de facto, como un pequeño dictador. Libertad de expresión, sí; para mí y mis amigos. Porque, cuando faltan argumentos y verdades, lo único que queda es el insulto, la amenaza y el mal humor.
Si alguna vez sonrieras, te darías cuenta de lo hermosa que es la vida, incluso para los fetos que no han nacido aún. Si salieras de ese zulo mañanero de rencor, con escaparate de libros de un solo autor, te darías cuenta de que la radio, el periodismo, es mucho más que gritar e insultar desde antes de que amanezca. Si abrieses los ojos, Federico, te darías cuenta de que Dios existe, y no eres tú. Comprenderías que existe la verdad y que decirla a los cuatro vientos no debería provocar tu ira. Los hijos de los zapateros también se equivocan.
Autor
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Nació en Madrid en 1975. Es Doctor en Periodismo por la Universidad San Pablo CEU. Ha dedicado casi toda su vida profesional a la radio, primero en Radio España y desde 2001 en Radio Inter, donde dirige y presenta distintos programas e informativos, entre ellos "Micrófono Abierto", los Domingos a las 8,30 horas. Ha dirigido la versión digital del Diario Ya y es columnista habitual de ÑTV en Internet. Ha publicado los libros "España no se vota" y "Defender la Verdad", "Sin miedo a nada ni a nadie", "Autopsia al periodismo". Esta casado y tiene un hijo.
Magnífico artículo. Yo soy de aquellos que hace muchos años creí en Federico Jiménez Losantos. Creo que en aquel tiempo era un PERIODISTA. Hoy, carece de dignidad y está vendido al PP, confiando probablemente que éste lo ayudará a reflotar su cadena EsRadio. He dejado de escucharlo.
La verdad que a mí, el pigmeo Losantos nunca me engañó, pues este tiene a prometemos como dios y el talmud como biblia. En otras palabras, solo es un esclavo más de las élites, si, esos que van de judíos, más no lo son, sino reptiles asquerosos y satánicos.
Lo peor de Federico es que va de «siempre tengo la razón». Los demás se equivocarán pero él nunca. No está mal para alguien que militó en el Partido Comunista (aunque ahora se arrepienta); alguien que nos vendió la panacea de esta Constitución aunque ahora los problemas de España vengan por una redacción tan mal hecha en ésta que ahora nuestros problemas pasan por ella y tengamos los problemas que tenemos por su culpa; o alquien que se reía no hace tantos meses del «derecho al paisaje» de la normativa catalana para ahora reivindicarse por ella porque en su pueblo le ponen molinillos; o cuando nos decía que para frenar a Pedro Sánchez había que votar al PP, a Vox o a Ciudadanos (¡¡QUE DABA IGUAL CUALQUIERA DE ESTOS PERO QUE VOTÁSEMOS!!). Si a él no le preocupa el tema del aborto a mi sí pero ya le veo venir lo indiferente que será cuando Conde Pumpido dicte sentencia constitucional sobre ello.
El enano rezuma odio de clase y sectarismo marxistoide por los cuatro costados.
Decirle a alguien que esta donde esta por ser titulo nobiliario mientras que el lo esta por ser hijo de un zapatero esta muy bien en boca de un cretino como la rata con chepa pero en ningún caso lo esta en el morro de un tio que se dice culto y sin complejos.
Cuando los complejos de clase dominan tu forma de ser mejor te callas, porque a la vista estas que si sigue asi, se quedas sin oyentes.
Que se guarde sus insultos porque esos si le pueden sentar a él en el banquillo
Y que recuerde que vive de sus oyentes y no al contrario y eso de que VOX l debe algo a el, vamos a dejarlo, desde el principio intento conducir a VOX a sus intereses, despues partirlo en pedazos enfrentando a unos contra otros y por fin y como es un tocapelotas de profesión, al que le dan ventoleras contra este o aquel ,a enfrentarse a insulto limpio contra quien utiliza la educacion como forma de comunicarse con los demas.
Y encima cree el muy galopin que es un ejemplo de tipo culto e inteligente y todo porque ha escrito un libro que y fue escrito 40 veces con anterioridad y de forma mas profunda que el suyo.
Que se vuelva a ponderar a tipos como Azaña, que esta mas en su linea de sectarismo retrogrado
Este Losantos creo que actúa siempre conforme a los dictados socialistas/comunistas….
Yo ya dejé de escuchar su radio, es un manipulador en favor de la izquierda y la ultraizquierda…
Me da ASCO oirle
Yo era de los que pensaban que había que tener en cuenta su opinión. Lo hice y lo seguí durante muchos años. Pero cuando le escuché el tono AUTORITARIO respecto a las vacunas y mascarillas en general, y sobre sus trabajadores en particular, pensé que Losantos es un KAFRE redomado, como unos cuantos más (Eduardo García Serrano, Ángel Expósito…). Desde entonces Esradio está de más para mí.
Habria que preguntar al madrugador si cree realmente en el derecho a que gobierne la derecha en España o cree como la organizacion Pp que la derecha no tiene derecho a hacerlo y esa ha sido la tarea de estos durante mas de 4p años evitar que la derecha gobierne.Considero mucho mas valido y capaz a Gracia Gallardo que a este supuesto periodista que ejerce magnificamente de tesorero de su empresa.Solo pido despues de 50 años ver la caida del politico profesional y del bipartidismo.
Es un placer leer a un periodista como Vd. Cuando la inmensa mayoría de los de su gremio se venden -y bastante barato- a cualquiera de las ‘grandes figuras’ de la comunicación, o esperan a ser comprados para aparecer dando la razón al jefe en alguna de sus tertulias poniendo a parir al contrario, Vd. no espera su llamada y se limita a decir la verdad, aunque moleste a tirios o troyanos. Enhorabuena.
Un pajarito, a conciencia.
CREYERON, no «creí».
Eduardo García Serrano NO es ningún cafre. No sea usted cateto.
El acerico de Federico lleva ya demasiadas alfileres pero dos de ellas (las inoculaciones y el Expediente Royuela) le harán perder la razón (incluso algún alma fantasma le acompañará en sus pesadillas).