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Por sus buenas acciones, desde su capacidad profesional y sobre todo por su dedicación, esmero e interés pleno, con corazón, puestos al servicio de un país en el ámbito gastronómico, les ha llevado, en esta edición, número 47, al Olimpo de la Gastronomía nacional.

Da igual que sea a través de las nuevas tecnologías, Tik Tok, que también aportan su sabor por otros canales a un público nuevo, en el estudio concienciado de la investigación científica en la materia, el buen saber comunicar y transmitirla sin aditivos, el exquisito trato que debe recibir el comensal en sala, no solo a través de la copa, sino también en la mesa, o con el arte de utilizar los mejores alimentos para obtener el mejor resultado en el plato, que no es otro que volverle a ver.

Con todos estos ingredientes que señalan la excelencia de un país rico en alimentos de prestigio, ha tenido lugar la ceremonia de entrega de estos insignes galardones pioneros, llenos de sabor en apoyo a la Cultura gastronómica nacional.

Tras las palabras de bienvenida y agradecimiento de la presidenta de la Real Academia de la Gastronomía, Lourdes Planas quien afirmo, pese a su ligera afonía, “somos lo que comemos” y reitero su compromiso social al cambio climático y a mantener la buena salud de la Gastronomía nacional, a pesar de los difíciles momentos.

Presencia ministerial de Ciencia e Innovación, Diana Morant, quien avanzo “un mayor aporte económico para la real Academia, ya que estos premios constituyen un ejemplo de superación, de constante innovación y avance para el saber cultural gastronómico de un país”.  Testigo que recogió el ministro de Agricultura  Pesca y Alimentación, Luis Planas, junto a otros presidentes de Academias gastronómicas regionales y representantes de numerosas entidades.  Lectura de triunfadores por parte del informativo José Ribagorda, conductor de la gala, llena de sabor

Por vez primera y en la categoría de Premio Nacional de Gastronomía talento joven Alimentos de España, menor de 30 años, tan solo tiene 22 años, fue para María Maceiras, marinera de pro,  de eso que se lleva en las venas, por su gran aporte, colaboración activa en redes sociales, en toda la cadena alimentaria a las nuevas generaciones en redes, sociales. De familia pesquera, cuenta desde su experiencia, a diario, desde su barco “Para los tres”, el difícil mundo del mar y la importancia capital de una pesca sostenible.

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“A los 13 años empecé a enredar entre los pucheros de mi madre”. Toda una vida, premio nacional para Abraham García o lo que es lo mismo, Viridiana, su casa templo de comida.  Quien alabo la gran labor que desempeñan madres y abuelas al frente de los fogones, transmitiendo sus saberes y sabores, y la necesidad de mantener viva ese tipo de cocina.

Para ello es fundamental comunicar y hacerlo bien, con el máximo rigor, concisión y claridad. Premio Nacional al mejor comunicador en materia gastro fue para el leonés, periodista, Javier Pérez Andrés. 25 años de experiencia. Ahí es nada, dando lo mejor de sí a través de las ondas “El Picaporte”, “El Arcón” o las palabras, en su columna de “La Posada”, para hacernos llegar y sentir cerca esas, sus historias lejanas, quizá invisibles sin difusión, en el paladar. Defensor a ultranza de su territorio Castilla y León, dando prioridad al turismo rural y la alta calidad de su gente, sus productos, vinos, en esas casas de mantel tradicionales, no tan historiadas, que bien conoce y comparte.

Pero todo evoluciona y en Gastronomía, un sector vivo también. El Premio nacional  a la Investigación e Innovación en este campo fue para Manuela Marín Niño,  profesora de Investigación del CSIC, por su particular visión, experta en cultura árabe, autora de numerosas publicaciones y estudios científicos sobre Al-Andalus, el Magreb y su cocina desarrollada en los siglos XI y XII, respectivamente, en nuestra península.

En el Ecuador de la gala y muy emocionada por su reconocimiento, Cristina Díaz, al frente del restaurante Maralba de Almansa (Albacete) se alzo con el premio al mejor Sumiller de España. Autodidacta como se reconoce,  todo lo aprendió allí, en sala, junto a su marido  Fran Martínez, cocinero. Dos en uno, un tándem perfecto. Hoy dos estrellas Michelin. Lo avala una carta rica y amplia en caldos selectos,  desde 2003, adaptada a la temporada, pero resaltando el valor insigne de lo autóctono, de los bodegueros de la zona,  defensores acérrimos del vino manchego.

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Pero que sería de un buen restaurante sin una buena coordinación en sala.  De ello sabe y mucho, Cristina Prados, de BonAmb,  en Jávea (Alicante), dos estrellas, premio a la mejor en esta categoría. Formada entre los mejores, también premios nacionales como  Javier de Andrés (2013) y Manuela Romeralo (2008), destaca su finura exquisita en el trato al comensal, explicando los productos con un chic muy personal, único. Aunque como señala “lo importante, ahora, es recuperar el tiempo perdido, hacer todo lo posible para que el cliente se sienta cómodo y decida volver, ese es el mejor premio”.

Unos galardones que sin duda saben a gloria. Como el broche final. El gran premio al Mejor Jefe de Cocina 2022.  Afincado desde hace años en Cantabria pero con alma navarra, Jesús Sánchez, del estelar  (3) solar (3) y mítico restaurante El Cenador de Amós,  en Villaverde de Pontones (Cantabria), obtuvo el emblemático círculo de la RAG que le sitúa en las mieles absolutas del éxito gastronómico, gracias a su espectacular proyección.

El prestigioso jurado y no es tópico que como siempre lo ha tenido muy difícil para seleccionar a una sola persona, dado el altísimo nivel de candidaturas, reconoció a Sánchez por “su gran creatividad a través del paisaje cántabro, con guiños de cocina vasca y francesa, sin olvidar sus raíces”.

Las palabras del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, alabando sus impecables trayectorias y su aporte a la Cultura gastronómica de este país que ahora les reconoce y honra,  en progresión ascendente, pusieron el colofón a una edición que toma el pulso a la salud de la gastronomía nacional desde 1974, que hasta la fecha ha entregado “cerca de 342 premios” en los que ahora se inscriben estos profesionales con letras de sabor a oro.