18/05/2024 13:18
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Todos los cristianos lo sabemos… Eran María la Magdalena, Juana y María la de Santiago; sí, las «santas mujeres» del Evangelio. Habían ido para llevar perfumes, pero se encontraron el Sepulcro Vacío y salieron corriendo al oír a los ángeles que no buscaran más, porque  HA RESUCITADO …  Todavía Pedro no lo tenía claro y fue corriendo, pero era más viejo y más lento que el otro discípulo; se asomaron, y solo vieron los lienzos… 

Los cristianos, al rezar la norma básica de la Fe – el Credo- afirmamos que «al tercer día Resucitó»… Por supuesto que lo hizo. 

Era Dios. Tenía el Poder Absoluto, y Resucitó cuando quiso hacerlo. Y todos, 2000 años después lo celebramos  como la gran fiesta de nuestra Religión, que confirma nuestras creencias  y  garantiza el perdón de nuestros pecados «70 veces 7» . 

Por supuesto que Resucitó… Pero el gran mérito de Él ,su insuperable decisión  no fue hacerlo, sino  hacerse  Hombre y sufrir las terribles humillaciones y sacrificios de su Pasión y Muerte . Horrible padecimiento que Él, con  Su infinito poder,  podía haber  evitado.  

El gran «mérito» de Nuestro  Señor, la gran hazaña no fue, para Él,  la Resurrección sino  hacerse Hombre mortal y de sufrir todo aquello. 

Sin embargo, para nosotros los cristianos, la promesa de la Resurrección de los fieles difuntos y  de la Vida Perdurable constituye la base de nuestra Fe. 

Y de nuestra Esperanza.